Sábado después de Ceniza .
Lucas 5,27-32.
Después de la llamada de los primeros discípulos que Jesús ha
elegido entre los pescadores del mar para transformarlos en pescadores de
hombres para el Reino (Lc.5,1-11) encontramos el llamado a un recaudador
de impuesto que no volverá a sentarse en un escritorio sino para escribir la
Buena Noticia de la Salvación.- Jesús se presenta como un gran médico en
visita amorosa a sus enfermos...como quién ha venido a llamar a pecadores
para que hagan penitencia y se salven.-
La iniciativa de la Salvación es de Dios. –No pasemos rápidamente por esta
afirmación. Esta verdad revelada es fundamental para la dinámica de la vida
espiritual...para una auténtica vida cristiana. El <hombre> salvado por
Jesucristo no debe hacer otra cosa que optar por el seguimiento a Jesucristo
y abandonar sus caminos para <el camino> que le señala Dios en
Jesucristo, su Enviado.
El pecado que uno pudo haber cometido no es obstáculo para la
salvación si se lo reconoce en arrepentimiento sincero. Jesús es el gran
perdonador para quién está dispuesto en entrar en una nueva vida. Pero,
cómo un cristiano demuestra que quiere transitar más y más en el camino
de una nueva vida? Mostrándose misericordioso como Dios es
misericordioso con los pecadores...preocupándose de la salvación
de los demás .
La salvación...la santificación del cristiano no consiste –como
entendían los escribas y fariseos- en apartarse de los pecadores sino en
actitud misionera ofrecerles la <salvación> en Cristo Jesús mediante el
testimonio y la oración.-