Redescubrir el proyecto de Dios
2013-03-01
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta
parábola: “Había una vez un propietario que plant un viedo, lo rode con una
cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a
unos viñadores y se fue de viaje.
Llegando el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los
frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno,
mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor
número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mand a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán’. Pero
cuando los viadores lo vieron, se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero. Vamos
a matarlo y nos quedaremos con su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del
viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos
viadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y
arrendará el viedo a otros viadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura:
La piedra que
desecharon los constructores, es ahora la piedra angular
. Esto es obra del Señor y
es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará
a un pueblo que produzca sus frutos”.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús
las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud,
pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, me postro ante Ti en esta oración, sé que me escuchas y quieres darme la
gracia para saber corresponder a tanto amor. No permitas que me convierta en un
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viñador como el de la parábola, que se sienta «dueño» de lo que sólo le había sido
encomendado.
Petición.
Dios mío, que sepa custodiar, hacer rendir y ofrecerte todos los dones que me has
dado.
Meditación
Redescubrir el proyecto de Dios.
«El Evangelio se cierra con una amonestación de Jesús, particularmente severa,
dirigida a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del Pueblo: “Por eso os digo:
Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos”. Son
palabras que hacen pensar en la gran responsabilidad de quien en cada época, está
llamado a trabajar en la viña del Señor, especialmente con función de autoridad, e
impulsan a renovar la plena fidelidad a Cristo. Él es “la piedra que los constructores
desecharon”, porque lo han juzgado enemigo de la ley y peligroso para el orden
público, pero Él mismo, rechazado y crucificado, ha resucitado, convirtiéndose en la
“piedra angular” en la que se pueden apoyar con absoluta seguridad los
fundamentos de cada existencia humana y del mundo entero.[…] Dios tiene un
proyecto para sus amigos, pero por desgracia la respuesta del hombre se orienta
muy a menudo a la infidelidad, que se traduce en rechazo. El orgullo y el egoísmo
impiden reconocer y acoger incluso el don más valioso de Dios: su Hijo unigénito»
(Benedicto XVI, 2 de octubre de 2011).
Reflexión apostólica
«Quien ha experimentado el amor de Dios desea espontáneamente corresponder a
su amor con amor. Amar a Dios sobre todas las cosas no es sólo el primer
mandamiento del decálogo; es también la suprema aspiración que el ser humano
lleva escrita en su corazón. Responder con la obediencia de la fe y amor filial al
amor de Dios que se nos ha revelado es la tarea principal del cristiano, y de todo
ser humano» (Manual del miembro del Movimiento
Regnum Christi
, n. 141).
Propósito
Hacer una obra de misericordia corporal para corresponder a los talentos recibidos.
(Obras de misericordia: Dar de comer al hambriento. Dar de beber al sediento.
Vestir al desnudo. Visitar y cuidar a los enfermos. Redimir al cautivo. Dar posada al
peregrino. Enterrar a los muertos).
Diálogo con Cristo
(Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a corazón).
Sagrado Corazón de Jesús, hoy viernes primero, permite que sea fiel a las prácticas
cuaresmales aconsejadas por la Iglesia. El mundo me presenta muchos bienes
atractivos, muchas diversiones que me distraen, y que me pueden hacer perder el
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rumbo en el camino de la santidad. Ayúdame a no perder la ruta, sabiendo que Tú
eres el único Dueño y Señor de toda mi vida.
«Espíritu Santo inspira según su infinita sabiduría y su amor eterno; al hombre le
toca corresponder, con generosidad y transparencia, con creciente amor, hasta
fundir su ser entero con ese designio sobrenatural. Es éste el sencillísimo camino de
la fidelidad al plan de Dios»
(Cristo al centro,
n. 2337
).
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