EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Tercer Domingo de Cuaresma C
Libro del Exodo 3,1-8a.13-15.
Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó
una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb.
Allí se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio
de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse,
Moisés pensó: "Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la
zarza no se consume?".
Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la
zarza, diciendo: "¡Moisés, Moisés!". "Aquí estoy", respondió el.
Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el
suelo que estás pisando es una tierra santa".
Luego siguió diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a
Dios.
El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído
los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus
sufrimientos.
Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel
país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de
los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos.
Moisés dijo a Dios: "Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus
padres me envió a ellos, me preguntarán cuál es su nombre. Y entonces, ¿qué les
responderé?".
Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy". Luego añadió: "Tú hablarás así a los
israelitas: "Yo soy" me envió a ustedes".
Y continuó diciendo a Moisés: "Tu hablarás así a los israelitas: El Señor, el Dios de
sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, es el que me
envía. Este es mi nombre para siempre y así será invocado en todos los tiempos
futuros.
Salmo 103(102),1-2.3-4.6-7.8.11.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos;
él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
Carta I de San Pablo a los Corintios 10,1-6.10-12.
Porque no deben ignorar, hermanos, que todos nuestros padres fueron guiados por
la nube y todos atravesaron el mar;
y para todos, la marcha bajo la nube y el paso del mar, fue un bautismo que los
unió a Moisés.
También todos comieron la misma comida y bebieron la misma bebida espiritual.
En efecto, bebían el agua de una roca espiritual que los acompañaba, y esa roca
era Cristo.
A pesar de esto, muy pocos de ellos fueron agradables a Dios, porque sus cuerpos
quedaron tendidos en el desierto.
Todo esto aconteció simbólicamente para ejemplo nuestro, a fin de que no nos
dejemos arrastrar por los malos deseos, como lo hicieron nuestros padres.
No nos rebelemos contra Dios, como algunos de ellos, por lo cual murieron víctimas
del Angel exterminador.
Todo esto les sucedió simbólicamente, y está escrito para que nos sirva de lección a
los que vivimos en el tiempo final.
Por eso, el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer!
Evangelio según San Lucas 13,1-9.
En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de
aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios.
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran
más pecadores que los demás?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma
manera.
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de
Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma
manera".
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña.
Fue a buscar frutos y no los encontró.
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera
y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'.
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor
de ella y la abonaré.
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".
Comentario del Evangelio por:
San Asterio de Amasía (?-c 400), obispo
Homilía nº 13, sobre la conversión; PG 40, 356-357, 361 (trad. 1er jueves
cuaresma rev.)
Imitar la paciencia de Dios
Si queréis pareceros a Dios, vosotros que habéis sido creados a su imagen y
semejanza, imitad vuestro modelo. Sois cristianos y este nombre significa 'amigos
de los hombres': Imitad el amor de Cristo. Considerad los tesoros de su bondad...
¿Cómo acogía a los que se acercaron a él? Les concedía fácilmente el perdón de sus
pecados, los libraba al instante, inmediatamente, de sus sufrimientos... Imitemos la
actitud pastoral del Maestro...
Contemplo en las parábolas el pastor de las cien ovejas (Lc 15,4ss) Una de entre
ella se ha descarriado y separado del rebaño. El pastor no se quedó con aquellas
que estaban en el buen camino. Se fue a la busca de la descarriada, bajando a los
barrancos y precipicios, escalando las cimas rocosas, afrontando intrépido los
desiertos hasta que la encontró. Y habiéndola encontrado, sin golpearla ni
empujarla violentamente hacia el rebaño, se la echa a los hombros lleno de alegría
y la conduce entre sus compañeras, más contenta por ella que por todas las demás.
Comprendamos, pues, la realidad escondida bajo estas imágenes... Son
ejemplos que nos enseñan misterios sagrados. No desesperemos fácilmente de las
personas, no dejemos en el abandono a los que están el peligro. Busquemos
ardientemente aquel que está amenazado, reconduciéndolo al buen camino,
alegrémonos de su regreso introduciéndolo de nuevo a la comunidad de los
creyentes.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”