Comentario al evangelio del Sábado 16 de Marzo del 2013
Incluso para muchos de aquellos judíos de buena voluntad las palabras de Jesús resultaban atractivas,
sugerentes, convincentes, llenas de verdad y profecía. Hasta tal punto, que muchos creyeron que
también algunos de los mandatarios y jefes de los fariseos, como Nicodemo, se habían dejado
embaucar.
La reacción de los “reaccionarios” es clara: hay que quitárselo de en medio. Está embaucando al
pueblo e incluso confundiendo a la gente de buena voluntad. Que quede claro: ¡no es de los nuestros!
Hay mucha gente “de buena voluntad”, que escucha la Palabra y la acoge como una propuesta de vida.
No son pocos, incluso alejados de la institución eclesial. Hay mucha gente de buena voluntad en
nuestro mundo que escucha con atención y respeto la Palabra de Jesús y también la voz de la Iglesia.
Durante estos intensos días de Iglesia lo estamos viendo.
Me viene a la memoria aquella respuesta de Jesús a los apóstoles cuando ellos le contaron que había
algunos echando demonios en su nombre. La respuesta de Jesús fue una respuesta abierta y clara:
“Quien no está contra nosotros, está con nosotros”. Y esta es nuestra fe. La fe de los apóstoles en la
que se basa la nuestra. Hay mucha gente de “buena voluntad” que no está “contra nosotros” y, por
tanto, está “a nuestro favor”. No hay que sofocar esta “buena voluntad”, ni la colaboración, ni el
diálogo, o la buena disposición desde posturas cerradas, quizá ideológica, política u ortodoxamente
correctas. A veces, la norma, la ley estrecha, la falta de visión, cierra las puertas del reino a muchos y
mata la verdadera profecía. Nuestra fe, sin embargo, es una fe que se basa en la fe de los apóstoles que
escucharon decir aquello de Jesús: “Quien no está contra nosotros, está a nuestro favor”. No lo
olvidemos.
Con afecto,
Fernando Prado, cmf
Fernando Prado, cmf