Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, Misa del día C
¡RESUCITÓ!
Padre Pedrojosé Ynaraja
¿Quién sabe cómo y exactamente cuánndo, su corazón se enamoró? La visión de un niño o
una niña puede estar llena de curiosidades respecto a los compañeros. Pueden parecerle
tontos o interesantes. Tal vez se siente indiferente e incluso al saber o constatar que se
enamoran, lo observe con la misma indiferencia con la que mira un poster en chino. Pero un
día, sin tenerlo preparado, sin saber cómo, nota en su interior que algo ha cambiado, su
pensamiento se repite, fijándose en una determinada persona… ¡qué maravilloso momento es
aquel en que se descubre que uno está enamorado! Es algo así como cuando uno ve el mar
por primera vez u observa, toca y pisa la nieve, pero estos descubrimientos son minúsculos
respecto a aquel. Son sensaciones auténticas, pero indescriptible el proceso engendrado en la
persona. Maravillosa la vivencia, pero desconocida su elaboración. Nadie duda, pese a que no
sea capaz de explicar el fenómeno.
Mis queridos jóvenes lectores, nadie vio como Jesús resucitaba. Nadie supo, ni sabe, cuándo
ocurrió. Las Iglesias orientales no se atreven a plasmar plásticamente este misterio. Si buscáis
iconos que a él se refieran, encontraréis el del sepulcro vacio y las santas mujeres escuchando
a los ángeles. Otro, maravilloso, representará el encuentro intemporal y sin referencia física,
con los justos: Adán, Eva, David, Abraham… Occidente, tal vez con imprudencia, ha obrado de
otro modo.
Jesús nació, vivió unos años, desplazándose por lo que hoy llamamos Tierra Santa. Después
de un vergonzoso y cruel proceso fue ajusticiado y sepultado. De esto podría haberse sacado
acta notarial. Nadie, con mínima cultura, lo pone en duda.
De lo que también estaban convencidos, los que con Él tuvieron contacto y amistad, es de que
en inesperados momentos, quiso encontrarse con ellos, les demostró que era el mismo al que
habían conocido anteriormente, que sentía por ellos el mismo amor. Creyó que no era
suficiente. Su misión, la recibida del Padre-Dios, debía continuarse, debían continuarla ellos y,
prodigiosamente, les hizo sus colaboradores, los continuadores de aquello que había sido su
ilusión, de aquello por lo que había aceptado tortura y muerte ignominiosa.
Tan convencidos estaban, que se dejaron matar por defenderlo ¿Quién arriesga su vida por
apoyar un postulado científico, un principio matemático o un descubrimiento astronómico?.
Mis queridos jóvenes lectores, estos valientes discípulos lo encomendaron a otros y
sucesivamente ha llegado hasta nosotros. Nos toca recoger el testigo y continuar la carrera de
relevos cuya meta se sitúa en el fin del mundo. No desaprovechéis la ocasión que se os ofrece.
UNA NOTA IMPORTANTE, Y LA ESCRIBO CON MAYÚSCULA. QUIEN PRIMERO
EXPERIMENTÓ ESTE MISTERIO, QUIEN PRIMERO TUVO EL GOZO DE SABERLO, FUE
UNA MUJER. A LOS DISCIPULOS ESTO NO LES HIZO DEMASIADA GRACIA, PERO LO
ACEPTARON SIN RECHISTAR. MARÍA LA DE MÁGDALA NO FUE PRESBÍTERO, FUE LA
APÓSTOL DE LOS APÓSTOLES. ¡ANDA YA! Y LAS OTRAS MUJERES, LAS QUE LE
ACOMPAÑARON EN EL CALVARIO, FUERON LAS PRIMERAS DE ENTERARSE QUE EL
SEPULCRO ESTABA VACIO, TAMBIEN GOZARON DE PRIVILEGIADA SITUACIÓN.
DFEBERÍA SACÁRSELE EL JUGO A LA NOTICIA. DEBERÍA ESTUDIARSE LAS
CONSECUENCIAS. ESPERO QUE EL ESTATUTO SOCIAL DE NOSOTROS LOS
PRESBITEROS, CAMBIE Y, SIN PERDER EL HONOR DEL SACRAMENTO Y LA MISIÓN
QUE HEMOS RECIBIDO, OS VEAMOS A VOSOTRAS, MIS QUERIDAS JÓVENES
LECTORAS, DIGNAS SUCESORAS DE ESTAS PRIVILEGIADAS MUJERES, A VOSOTRAS
OS VEO YO YA AHORA COMO ESCOGIDAS PARA SER APÓSTOLES DE MI MISMO Y DE
LOS DEMÁS DE MI GÉNERO. Y OS LO AGRADEZCO POR ANTICIPADO.