VÍA CRUCIS EN EL COLISEO
PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Palatino
Viernes Santo 29 de marzo de 2013
Queridos hermanos y hermanas
Os doy las gracias por haber participado tan numerosos en este momento de
intensa oración. Y doy las gracias también a todos los que se han unido a nosotros
a través de los medios de comunicación social, especialmente a las personas
enfermas o ancianas.
No quiero añadir muchas palabras. En esta noche debe permanecer sólo una
palabra, que es la Cruz misma. La Cruz de Jesús es la Palabra con la que Dios ha
respondido al mal del mundo. A veces nos parece que Dios no responde al mal, que
permanece en silencio. En realidad Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta
es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón. Y también
juicio: Dios nos juzga amándonos. Recordemos esto: Dios nos juzga amándonos. Si
acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí
mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva.
Queridos hermanos, la palabra de la Cruz es también la respuesta de los cristianos
al mal que sigue actuando en nosotros y a nuestro alrededor. Los cristianos deben
responder al mal con el bien, tomando sobre sí la Cruz, como Jesús. Esta noche
hemos escuchado el testimonio de nuestros hermanos del Líbano: son ellos que han
compuesto estas hermosas meditaciones y oraciones. Les agradecemos de corazón
este servicio y sobre todo el testimonio que nos dan. Lo hemos visto cuando el
Papa Benedicto fue al Líbano: hemos visto la belleza y la fuerza de la comunión de
los cristianos de aquella Tierra y de la mistad de tantos hermanos musulmanes y
muchos otros. Ha sido un signo para Oriente Medio y para el mundo entero: un
signo de esperanza.
Continuemos este Vía Crucis en la vida de cada día. Caminemos juntos por la vía de
la Cruz, caminemos llevando en el corazón esta palabra de amor y de perdón.
Caminemos esperando la resurrección de Jesús, que nos ama tanto. Es todo amor.
© Copyright 2013 - Libreria Editrice Vaticana