Lectio Divina: Solemnidad. Santísima Trinidad, Ciclo C
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
LA PALABRA HOY: Proverbios 8,22-31; Salmo 8,4-9; Romanos 5,1-5; Juan 16,12-
15
Ambientación: Un corazón grande de cartulina sobre el que se encenderán tres
cirios con las palabras: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Cantos sugeridos: En nombre del Padre, Un solo Señor
Ambientación
En la fiesta de la Santísima Trinidad celebramos a Dios que es relación entre
personas, es familia, es comunidad de amor pleno y total. Creer en un Dios que es
relación no puede dejarnos indiferentes, sobre todo porque ese Dios Trinidad ha
derramado su amor en nuestros corazones. Jesús nos ofrece la posibilidad de que
esa comunión de vida llegue a nosotros.
Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que has venido a revelarnos al Padre
Y así nos diste a conocer al Espíritu Santo
al celebrar la identidad de Dios
como Trinidad siendo unidad,
te pedimos que Tú que con el Padre
son UNO y así comparten
la misma gloria y el mismo poder
nos ilumines con el Espíritu Santo
conocer en plenitud la verdad que profesamos
al reconocer que Dios
es PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO.
Danos la gracia de experimentar
la paternidad de Dios
viviendo tu filiación con tus mismos sentimientos,
animados por el Espíritu Santo
que nos vivifica y dinamiza
en la búsqueda de la verdad total
que Él nos revela y manifiesta.
Que así sea.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 16, 12-15
Motivación: Este texto es uno de los anuncios sobre el envío del Espíritu Santo. El
Espíritu ha ayudado continuamente a la Iglesia a seguir profundizando en el
misterio de Jesucristo a la luz de su muerte y resurrección. Escuchemos.
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
Cuando Jesús no esté, ¿cuál será la función del Espíritu respecto a los discípulos?
¿Qué relación hay entre el Espíritu Santo y la verdad?
¿Cómo es la relación que se establece entre el Espíritu y Jesús?
¿Qué dice Jesús respecto al Padre?
Otros textos bíblicos para confrontar: Dn 7,14; Mc 16,15-16; Lc 24,47; Hch 1,8.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: El evangelio de hoy nos ha ayudado a profundizar en lo que significa
que Dios, siendo uno, sea a la vez comunidad, relación interpersonal. Esta reflexión
tiene consecuencias muy claras a la hora de ser y actuar como discípulos que creen
en un Dios Trinidad.
Siendo nuestra fe en un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿de qué manera
me relaciono con cada uno de ellos personalmente?, ¿en qué expreso mi fe en cada
uno de ellos?
¿De qué manera experimento la PATERNIDAD de Dios? ¿lo siento a Dios como mi
Padre? ¿Es Él Alguien en quien confío y espero?
¿Tengo a Jesús como mi proyecto de vida, como Aquel que me enseña a vivir como
Dios quiere? ¿Lo reconozco como el camino hacia el Padre, en quien encuentro Vida
y Salvación?
¿De qué manera me relaciono con el Espíritu Santo y qué actitud tengo ante Él para
que el Señor me llene de su presencia y de su amor?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: En clima de oración, nos ponemos a la escucha del Espíritu Santo,
para que nos haga comprender la verdad plena sobre Dios y para que nos otorgue
la fuerza de vivir en coherencia con la fe que profesamos.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.
Salmo 8
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente encontró en la Santísima Trinidad el mejor modelo para la
vida fraterna. A las Hijas de la Caridad les dice:
En primer lugar, entre ustedes debe haber una gran unión y, si es posible,
semejante a la de las tres personas de la santísima Trinidad; porque, ¿cómo, mis
queridas hermanas, podrían ejercer la caridad y la mansedumbre con los pobres, si
no la tuvieran con ustedes mismas? (IX, 66). Un medio para practicar este respeto
cordial, es representarme con frecuencia a las tres personas de la santísima
Trinidad, que forman una sola unidad. Ellas se tienen continuamente entre sí este
respeto amoroso (IX, 147).
A los misioneros les dice: Por tanto, en la santísima Trinidad se da la uniformidad;
lo que el Padre quiere, lo quiere el Hijo; lo que hace el Espíritu Santo, lo hacen el
Padre y el Hijo; todos obran lo mismo; no tienen más que un mismo poder y una
misma operación. Allí está el origen de nuestra perfección y el modelo de nuestra
vida. (XI,548)
Compromiso: ¿Qué puedes hacer en tu vida personal y comunitaria para reflejar en
ella la imagen de la Santísima Trinidad?
Oración final
Dios Trinidad,
Dios de amor y ternura,
Dios UNO en el amor,
Dios infinito y eterno,
Dios cercano y amigo,
Tú que te has revelado
para que te conociéramos
y así tuviéramos vida en ti,
te damos gracias y te bendecimos
porque eres Tú el que quieres relacionarte con nosotros,
para que conociéndote vivamos por y para ti,
siendo transformados en tu amor
vivificados en tu presencia,
siendo Tú el que nos unes a ti
y que nos llevas a vivir por y para ti,
experimentando tu acción en nosotros.
Gloria y alabanzas a ti,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Con permiso de somos.vicencianos.org