EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Libro de Génesis 14,18-20.
Entonces Melquisedec, rey de Salem, trajo pan y vino, pues era sacerdote del «Dios
Altísimo».
Melquisedec bendijo a Abram, diciendo: «Abram, bendito seas del Dios Altísimo,
Creador del cielo y de la tierra.
Y bendito sea el Dios Altísimo, porque entregó a tus enemigos en tus manos.» Y
Abram le dio la décima parte de todo lo que llevaba.
Salmo 110(109),1.2.3.4.
Palabra del Señor a mi señor:
«¡Siéntate a mi derecha
y ve cómo hago de tus enemigos
la tarima de tus pies!»
Desde Sión extenderá el Señor
el cetro de tu mando:
domina en medio de tus enemigos.
«Tuyo es el principado
desde el día de tu nacimiento;
de mí en el monte sagrado tú has nacido,
como nace el rocío de la aurora».
Juró el Señor y no ha de retractarse:
«Tú eres para siempre sacerdote
a la manera de Melquisedec».
Carta I de San Pablo a los Corintios 11,23-26.
Yo he recibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido. El Señor Jesús, la
noche en que fue entregado, tomó pan
y, después de dar gracias, lo partió diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado
por ustedes; hagan esto en memoria mía.»
De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: «Esta copa es la
Nueva Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria
mía.»
Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están
proclamando la muerte del Señor hasta que venga.
Evangelio según San Lucas 9,11b-17.
Pero la gente lo supo y partieron tras él. Jesús los acogió y volvió a hablarles del
Reino de Dios mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos.
El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para decirle: «Despide a la
gente para que se busquen alojamiento y comida en las aldeas y pueblecitos de los
alrededores, porque aquí estamos lejos de todo.»
Jesús les contestó: «Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos
más que cinco panes y dos pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros
a comprar alimentos para todo este gentío?»
De hecho había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: «Hagan
sentar a la gente en grupos de cincuenta.»
Así lo hicieron los discípulos, y todos se sentaron.
Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo,
pronunció la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los
distribuyeran a la gente.
Todos comieron hasta saciarse. Después se recogieron los pedazos que habían
sobrado, y llenaron doce canastos.
Comentario del Evangelio por:
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la
Iglesia
Sermón 272, A los nuevos bautizados, sobre el sacramento
“Sed lo que veis y recibid lo que sois”
Lo que veis en el altar de Dios..., es el pan y el cáliz: esto es lo que vuestros ojos
os indican. Pero es vuestra fe quien quiere ser instruida, que ese pan es el cuerpo
de Cristo, que ese cáliz es su sangre. Esto supone una breve fórmula, que puede
bastar a la fe. Pero la fe busca instruirse... ¿Cómo este pan es su cuerpo, y este
cáliz, o más bien su contenido, puede ser su sangre?
Hermanos míos esto es lo que se llaman sacramentos: muestran una realidad y de
ellos se deduce otra. Lo que vemos es una apariencia corporal en tanto que lo que
comprendemos es un fruto espiritual. Si queréis comprender lo que es el cuerpo de
Cristo, escuchad al Apóstol, que dice a los fieles: “sois el cuerpo de Cristo, y cada
uno de vosotros, sois los miembros de ese cuerpo” (1 Co 12,17). Así pues si sois
vosotros el cuerpo de Cristo y sus miembros, es vuestro misterio quien se
encuentra en la mesa del Señor, es vuestro misterio lo que recibís. A esto, lo que
sois, responded: “Amén” y con esta respuesta, lo suscribiréis. Se os dice: ᆱel
cuerpo de Cristoᄏ y respondéis “Amén”. Sed pues miembros del cuerpo de Cristo
para que este Amén sea verdadero.
¿Por qué pues el cuerpo está en el pan? Aquí aun, no decimos nada de nosotros
mismos, escuchemos una vez más al Apóstol, quien, hablando de este sacramento
nos dice: “porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo
cuerpo” (1 Co 10,17) ᄀComprended esto y permaneced en la alegría: unidad,
verdad, piedad, caridad! “Un solo pan”; ﾿quién es este pan único? “un solo cuerpo,
nosotros que somos muchos”. Recordad que no se hace pan con un solo grano, sino
con muchos. Sed lo que veis, y recibid lo que sois.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”