Comentario al evangelio del Jueves 30 de Mayo del 2013
La primera lectura es exaltación de la obra de Dios, de la creación. Todo lo creado por sus manos habla
de su gloria, de su poder y de su bondad., todo lo creado tiene un sentido, responde a un porqué, todo
lo creado expresa la belleza de Dios.
En Evangelio de Marcos nos relata la curación del ciego Bartimeo. Al borde del camino le dice a Jesús
que pasa: “Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús no pasa de largo sino que le libra de su
ceguera, y le éste le seguía por el camino.
En el fondo todos estamos ciegos, la ventaja de Bartimeo respecto a nosotros, es que él lo sabe, es
consciente de si ceguera y por eso capaz de clamar al Señor que pasa. Nosotros no somos tan
conscientes de nuestra ceguera, creemos que vemos con claridad. Por eso decretamos, juzgamos,
sentenciamos, definimos, fijamos, … Tal y como nos decía la Primera Lectura “no vemos más que una
chispa”. Sólo Dios conoce el corazón humano y el porqué de las cosas.
Jesús es la luz que todo lo ilumina. En la medida en que nos acercamos a él en esa medida podemos
ver la realidad de la cosas, de la vida, de nosotros mismos, y descubrir en ella la bondad y la belleza de
la obra de Dios. El es la luz que todo lo ilumina, lo llena de vida y de sentido. Por eso cuando Jesús
abre nuestros ojos no podemos sino seguirle por el camino, porque hemos descubierto la luz, “¿quién
se saciará de contemplar su hermosura?”
J.A.C.