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Día litúrgico: Domingo XIII (C) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Lc 9,51-62): Sucedió que como se iban cumpliendo los días
de su asunción, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió
mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para
prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al
verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que
baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a
otro pueblo (…).
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
El riesgo del rechazo del Evangelio
Hoy, a nuestro alrededor vemos cada día que muchos permanecen indiferentes. La
confianza en la acción del Espíritu Santo nos debe impulsar siempre a ir y predicar
el Evangelio, debe movernos al valiente testimonio de la fe; pero, además de la
posibilidad de una respuesta positiva al don de la fe, existe también el riesgo del
rechazo del Evangelio, de la no acogida del encuentro vital con Cristo.
Ya san Agustín planteaba este problema: “Nosotros hablamos —decía—, echamos la
semilla, esparcimos la semilla. Hay quienes desprecian, quienes reprochan, quienes
ridiculizan. Si tememos a éstos, ya no tenemos nada que sembrar y el día de la
siega nos quedaremos sin cosecha”.
—El rechazo, por lo tanto, no puede desalentarnos. Como cristianos somos testigos
de este terreno fértil: nuestra propia fe, aún con nuestras limitaciones, muestra que
existe la tierra buena, donde la semilla de la Palabra de Dios produce frutos
abundantes de justicia. Y toda la historia de la Iglesia con todos los problemas
demuestra también que existe la tierra buena, existe la semilla buena, y da fruto.
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
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