“¡AL￉GRENSE CON JERUSAL￉N Y REGOCÍJENSE”…… “LA MANO DEL
SE￑OR SE MANIFESTARÁ A SUS SERVIDORES”….. “¡ACLAME AL
SE￑OR TODA LA TIERRA! ¡CANTEN LA GLORIA DE SU NOMBRE!”….
“DIGAN AL SE￑OR: “¡QU￉ ADMIRABLES SON TUS OBRAS!”……. “YO
SÓLO ME GLORIARÉ EN LA CRUZ DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO”…. “¡VAYAN! YO LOS ENVÍO COMO A OVEJAS EN MEDIO
DE LOBOS”….. “DIGAN A LA GENTE: ‘EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
DE USTEDES’”.
Reflexión desde las Lecturas del XIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1 ¡VAYAN! YO LOS ENVÍO
¡Vayan! Yo los envío”, pónganse en camino. Todo cristiano es misionero. Bautizado
y confirmado, es enviado por Cristo al mundo para ser testigo suyo. En cualquier
situación o circunstancia, en cualquier época o ambiente, el cristiano es un enviado, va
en nombre de Cristo, para hacerle presente, para ser sacramento suyo. Y las palabras
de Jesús revelan la urgencia de esta misión ante las inmensas necesidades del mundo
y, sobre todo, por el anhelo de su corazón. ¿Me veo a mí mismo como un enviado de
Cristo en todo momento y lugar?
No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado. El que va en nombre de Cristo se apoya
en el poder del Señor. Su autoridad no viene de sus cualidades, ni su eficacia de los
medios de que dispone. Al contrario, su ser enviado se pone de relieve en su pobreza,
y el poder del Señor se manifiesta en la desproporción de los medios: «No tengo oro
ni plata, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo, echa a andar» (Hech 3,6), Lo
más contradictorio con el apóstol es la búsqueda de seguridades fuera de Cristo.
El que trabaja merece su salario. En este contexto la expresión “el que trabaja
merece su salario” significa “coman y beban de lo que tengan”, es decir, vivid de
limosna. Una Iglesia que no es pobre no es ya la Iglesia de Jesucristo y, por tanto, no
puede producir frutos de vida eterna.
Les he dado poder para vencer todas las fuerzas del enemigo. Les he dado poder
para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del
enemigo. Una Iglesia que va en nombre de Cristo, pobre apoyada sólo en él, no tiene
motivos para asustarse ni desanimarse ante el mal. Con las armas de Cristo –no las de
este mundo: 1 Cor 2,1-5; 2 Cor 10,4-5– ha recibido poder para combatir y vencer el
mal.
2 PRIMERA LECTURA Is 66, 10-14
A través de las imágenes del cuidado y las actitudes maternales, se describe el tiempo
de restauración del pueblo y de Jerusalén, mostrando así la grandiosidad de un Dios
dispuesto a dar la vida y de cuidarla, así como la madre amamanta, acaricia y consuela
a sus hijos.
Lectura del libro de Isaías.
¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman!
¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser
amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus
senos gloriosos! Porque así habla el Señor: Yo haré correr hacia ella la prosperidad
como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Sus
niños de pecho serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. Como un
hombre es consolado por su madre, así Yo los consolaré a ustedes, y ustedes serán
consolados en Jerusalén. Al ver esto, se llenarán de gozo, y sus huesos florecerán
como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus servidores, y a sus
enemigos, su indignación.
Palabra de Dios.
2.1 LA MANO DEL SEÑOR SE MANIFESTARÁ A SUS SERVIDORES
La perspectiva del nacimiento de una nueva nación debe constituir la alegría de todos
los que esperaban en las promesas del Señor; “¡Alégrense con Jerusalén y
regocíjense a causa de ella, todos los que la aman!”. Se acerca la hora del triunfo, y
por ello deben participar de su alegría los que en otro tiempo participaron en su
duelo; “¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella”.
A Jerusalén se la presenta como una madre generosa que ofrece sus pechos para que
se sacien de su alegría sus habitantes: para mamar, del pecho de sus consolaciones., de
su gloria; “para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para
gustar las delicias de sus senos gloriosos!” Jerusalén ha sido “consolada,” y deben
sus ciudadanos participar de estas consolaciones proporcionadas por el Señor, y con
ello la gloria, de la que también ellos deben participar. Jerusalén, que ha sufrido tanto,
está ahora como embriagada de consuelo al sentirse vindicada bajo la protección del
Señor.
Y se especifican esas consolaciones, y la primera de ellas, “la prosperidad” ; “Porque
así habla el Se￱or: Yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río” .
Jerusalén, siempre en tensión con las invasiones de sus enemigos, va a sentir por
primera vez la máxima consolación, la prosperidad, que trae la paz total como
consecuencia de un nuevo estado de cosas. Y con ella vendrá la gloria de las
naciones; “y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda”, sus
riquezas y tesoros. Y sobre todo vendrán los hijos de Sión que se hallan dispersos
y: “Sus ni￱os de pecho serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas”
Es la misma profecía que hemos visto en Isaías 60:4. Los gentiles llevarán a los
judíos, acariciándolos como niños de pecho sobre su seno. El Señor mismo consolara
personalmente a los israelitas como lo hace una madre con su hijo. Jerusalén será
motivo de consuelo para sus habitantes: “Como un hombre es consolado por su
madre, así Yo los consolaré a ustedes, y ustedes serán consolados en
Jerusalén”. Ante este espectáculo, los ciudadanos de Sión sentirán que sus huesos
reverdecerán como la hierba; “Al ver esto, se llenarán de gozo, y sus huesos
florecerán como la hierba. Es la consecuencia de la alegría profunda que siente. La
tristeza seca los huesos, según repetidamente se dice en la Biblia ( 4 Cf. Sal 31:10;
32:3. La alegría vivifica: Is 44:34), y, al contrario, el gozo y la satisfacción los
vivifican, como se vivifican las hierbas con la humedad.
Y todo ello como consecuencia de que la mano del Señor se dará a conocer a sus
siervos; “La mano del Se￱or se manifestará a sus servidores, y a sus enemigos, su
indignaci￳n”, su omnipotencia (la mano del Señor) se manifestará plenamente en la
inauguración de la nueva era mesiánica, castigando con furor a sus enemigos. Es la
contrapartida. Los justos serán felices, mientras que los impíos, que se opusieron
como enemigos a la manifestación de Dios, serán duramente castigados.
3 SALMO Sal 65, 1-3. 4-7. 16. 20
R. ¡Aclame al Señor toda la tierra!
¡Aclame al Señor toda la tierra! ¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una
alabanza gloriosa, digan al Se￱or: “¡Qué admirables son tus obras!”. R.
Toda la tierra se postra ante ti, y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres. R.
Él convirtió el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Por eso, alegrémonos en
Él, que gobierna eternamente con su fuerza. R.
Los que temen al Señor, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni apartó de mí su misericordia. R.
3.1 ¡ACLAME AL SEÑOR TODA LA TIERRA!
Este salmo es un himno de alabanza al Señor y una acción de gracias colectiva, el poeta
invita a todos los pueblos a alegrarse por las maravillas realizados por el Señor en favor
de su pueblo. Recordemos que el paso del mar Rojo y paso del Jordán habían quedado
en la épica popular de Israel como símbolo del poder de Dios desplegado en favor del
pueblo elegido. También puede haberse cantado por haberles recientemente otorgado la
liberación de un poderoso enemigo, esta suposición se basa en que la nación se
encontró en diversas ocasiones con amenaza de su existencia como pueblo.
En la entrada, el salmo nos hace una invitación a alabar a Dios, “¡Aclame al Se￱or
toda la tierra!, “Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una alabanza” , como se
hace en otras composiciones salmódicas.
El poeta invita a toda la tierra a unirse en la alabanza al Dios poderoso, que obra
prodigios admirables. Sus obras reflejan su inmenso poder, ante El tienen que plegarse
sus enemigos, es decir, los que se oponen al pueblo de Dios en sus designios
providenciales históricos.
“Toda la tierra se postra ante ti, y canta en tu honor, en honor de tu Nombre” La
omnipotencia divina ha dominado y sometido a los que se oponían a sus designios
sobre su pueblo; si ellos quieren subsistir, tienen que humillarse y reconocer su
superioridad, halagándole para atraer su benevolencia. La expresión está tomada de la
costumbre de adular los pueblos vencidos al vencedor. En realidad, toda la tierra ha
sido testigo de los prodigios obrados por el Señor, y, por tanto, también ella — por sus
habitantes — debe sumarse a la glorificación de su nombre, es decir, de la
manifestación de su gloria entre todas las gentes, ya que su nombre es el símbolo del
poder supremo de la divinidad.
“Vengan a ver las obras del Se￱or, las cosas admirables que hizo por los
hombres”, son los prodigios del Señor. “Él convirti￳ el mar en tierra firme, a pie
atravesaron el Río. Por eso, alegrémonos en El, que gobierna eternamente con su
fuerza” . Son muchas las gestas de Dios en favor de los hombres — aquí el pueblo
elegido —, pero en la épica popular de la historia de Israel destacaban las maravillas
del paso del mar Rojo y del Jordán. El poeta recuerda ambos situaciones admirables
como prenda de aún mayores o similares actos de protección hacia su pueblo. En
realidad, el Señor es siempre el mismo, pues domina por la eternidad, y, en
consecuencia, siempre está dispuesto a desplegar su poder contra las gentes que,
atacando al pueblo elegido, se oponen a sus designios históricos. Todos los
acontecimientos de la historia están sometidos a la marcha impuesta por el
Todopoderoso, conforme a su insondable sabiduría.
“Los que temen al Se￱or, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí:
Bendito sea Dios, que no rechaz￳ mi oraci￳n ni apart￳ de mí su misericordia” Dios
escucha la súplica de los que a Él se dirigen. La experiencia de haber sido salvado por
el Señor le fuerza a declarar su gratitud hacia Él, para que los conciudadanos se acojan
a Él en los momentos de angustia. Públicamente, en la asamblea solemne, quiere relatar
el beneficio recibido para que sirva de esperanza y estímulo a los que se hallen en
similar situación. Canta el salmista “Yo les contaré lo que hizo por mí: Bendito sea
Dios”, mostrando su alegría porque Dios le escuchó al ver En la sinceridad de su
corazón y por ello se manifestó una vez más su piedad para con sus fieles.
Por todo lo que por nosotros hace también hoy el Señor: ¡Aclame al Señor toda la
tierra!
4 SEGUNDA LEC TURA Gál 6, 14-18
En este relato el Apóstol de su puño y letra nos recuerda que todo orgullo debe estar
centrado en la cruz de Cristo, en su muerte y sacrificio por amor. No hay otra cosa de
la cual gloriarse que no sea de participar en su pasión y predicarla como único medio
de salvación.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el
mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo. Estar
circuncidado o no estarlo, no tiene ninguna importancia: lo que importa es ser una
nueva criatura.
Que todos los que practican esta norma tengan paz y misericordia, lo mismo que el
Israel de Dios. Que nadie me moleste en adelante: yo llevo en mi cuerpo las
cicatrices de Jesús. Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo
permanezca con ustedes. Amén.
Palabra de Dios.
4.1 “YO SÓLO ME GLORIAR￉ EN LA CRUZ DE NUESTRO SE￑OR
JESUCRISTO”.
Este es la última parte de la carta a los Gálatas, en la que san Pablo comienza
diciendo “Miren con qué grandes letras les escribo de mi propia mano”, ( v.11), es
decir, esta parte fue redactada de su puño y letra y no utilizó lo que era normal por
aquel tiempo, el amanuense. Primeramente San Pablo, pone de manifiesto el móvil
bastante poco meritorio por el que actúan los predicadores judaizantes. Han sido, sí,
incorporados a Cristo por el bautismo, pero temen que sus compatriotas judíos les
persigan a causa de “la cruz de Cristo” ; ( Los que quieren gloriarse en la carne, ésos
os fuerzan a circuncidaros, sólo para no ser perseguidos por la cruz de Cristo. Ni los
mismos circuncidados guardan la Ley, pero quieren que vosotros os circuncidéis para
gloriarse en vuestra carne. v.12-13) , como están haciendo con Pablo (Pero yo,
hermanos, si aún predicara la circuncisión, ¿por qué soy aún perseguido? ¡Luego se
acabó el escándalo de la cruz! Gál 5:11) ; por eso, aunque ni ellos mismos “guardan
la Ley” e inducen a los gálatas a circuncidarse, con lo que aumentan el número de
prosélitos del judaísmo y se congracian con sus compatriotas judíos, pudiendo
gloriarse ante ellos “en vuestra carne” (v.13), es decir, en el hecho de vuestra
circuncisión. Se ve que, llevados de su orgullo nacional y con miedo a las
persecuciones, se preocupan más de hacer discípulos para su pueblo que de hacerlos
para Cristo. No así Pablo; “Yo s￳lo me gloriaré en la cruz de nuestro Se￱or
Jesucristo” .
Para San Pablo, sólo en “la cruz de Cristo” está la salud; “por quien el mundo está
crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo” , a cuya muerte ha sido
incorporado por el bautismo (Gal 5:24), pudiendo con toda razón decir; “por quien el
mundo está crucificado”, esto es ha sido crucificado para el mundo (el mundo de la
carne y del pecado) y el mundo para él; “como yo lo estoy para el mundo” pues no
solamente hay entre ellos absoluta separación, como la que hay entre un muerto y un
vivo, sino que mutuamente se desprecian con ese desprecio que inspira a su contrario
un crucificado.. Ni la circuncisión ni la incircuncisión le importan nada, sino
únicamente que; “Estar circuncidado o no estarlo, no tiene ninguna importancia: lo
que importa es ser una nueva criatura”, o lo que es lo mismo, la nueva existencia
sobrenatural a la que nacemos por nuestra incorporación a Cristo.
4.2 “PAZ Y MISERICORDIA”
San Pablo confesando valientemente la eficacia de la cruz de Cristo, añade que la
misma regla de vida han de seguir todos aquellos que quieran participar de “la paz y
misericordia” divinas, con todos los beneficios que ello lleva consigo; “Que todos los
que practican esta norma tengan paz y misericordia, lo mismo que el Israel de
Dios”. Esos beneficios no son otros sino los beneficios mesiánicos, que han de recaer
sobre los descendientes de Abraham o “ lo mismo que el Israel de Dios” , en
contraposición al Israel de la carne o el mundo.
Parece que el Apóstol, con esa “paz y misericordia” sobre el “Israel de Dios”, iba a
poner ya punto final; pero en ese momento le vienen a la mente las insidiosas
manipulaciones con que los judaizantes atacaban su condición de apóstol, de que trató
de defenderse en la primera parte de la carta, y prorrumpe en ese grito de desahogo
muy propio de su temperamento: “Que nadie me moleste en adelante”, poniendo en
duda mi calidad de apóstol, pues yo llevo en mi cuerpo las cicatrices de Jesús”. Es
una alusión a la costumbre de grabar sobre la carne de los animales y de los esclavos
con un hierro candente una determinada señal para indicar que se pertenecía a este o
aquel amo, a esta o aquella divinidad.
San Pablo no tiene otra marca que la de Cristo, de quien se declara siervo (cf. 1:10),
llevando en su cuerpo las cicatrices de los malos tratos sufridos por El. Hecho este
desahogo, que constituye una especie de paréntesis, no queda sino el acostumbrado
saludo final. “Hermanos, que la gracia de nuestro Se￱or Jesucristo permanezca con
ustedes” Así lo hace el Apóstol, con la particularidad de que nuevamente vuelve a
mencionar el “espíritu,” como un último recuerdo a los gálatas de que, si quieren
conseguir la salud, no han de vivir según la carne, sino según el espíritu “permanezca
con ustedes”
5 EVANGELIO Lc 10, 1-12. 17-20
Lucas habla de la misión de los discípulos, que en este caso son 72, aludiendo así a la
versión griega del Antiguo Testamento, donde este número corresponde al de las
naciones consideradas paganas. También se habla de las exigencias con que debe ser
llevada a misión a los gentiles ante la proximidad del reino, y del poder sobre el mal
que se ha manifestado en los discípulos y que viene de Jesús.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en
dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir. Y les
dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al due￱o
de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío
como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no
se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero:
‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa
paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa
misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su
salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos,
coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios
está cerca de ustedes’. Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban,
salgan a las plazas y digan: ‘¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a
nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de
Dios está cerca’. Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos
rigurosamente que esa ciudad”. Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de
gozo: “Se￱or, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. Él les dijo: “Yo
veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre
serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá
dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense
más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.
Palabra del Señor
5.1 LOS ENVIÓ DE DOS EN DOS
“El Se￱or design￳ a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envi￳ de dos en
dos”, para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Jesús
envío ahora un nuevo conjunto de nuevos enviados, además de sus doce más íntimos,
ellos van con la misma finalidad evangélica. Con esto el Señor nos quiere enseñar que
la misión de evangelizar no es exclusiva de la Jerarquía, sino de todo el que se dice
discípulo de Jesucristo. Este fragmento del evangelio, nos motiva a muchos de los que
deseamos extender, más y más en el mundo, el mensaje y la vida que el Hijo Dios
vino a entregarnos como el más apreciable tesoro para toda la humanidad.
5.2 RUEGUEN AL DUEÑO DE LOS SEMBRADOS QUE ENVÍE
TRABAJADORES PARA LA COSECHA.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al
dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los
envío como a ovejas en medio de lobos ”. Es decir, no hay tiempo que perder y Jesús
está muy interesado en que comprendamos esto. Jesús nos muestra y nos advierte
como la cosecha es abundante. Es decir, tenemos mucho trabajo que hacer y, eso
nosotros lo sabemos, ¿pero qué hacemos?, son muchos los que necesitan
evangelización, son muchos los que no conocen a Dios, por todas partes hay hermanos
que ignoran el propósito y el plan de Dios, que son planes de salvación, no podemos
alegar que no estamos consiente de que son muchos los hijos que viven alejados de la
casa del Padre.
5.3 “LA COSECHA ES ABUNDANTE, PERO LOS TRABAJADORES SON
POCOS”
Ante tanto trabajo de Evangelización, ¿Cuántos hay dispuesto a asumir de alguna
forma esta tarea? El Señor nos dice: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores
son pocos”, o lo que es lo mismo, la mies es mucha, pero los obreros pocos”
La mies, es el cereal maduro y dice que “La cosecha es abundante” , porque se
refiere al conjunto de frutos que se recogen de la tierra cuando están maduros, y es el
producto que se obtiene de estos frutos mediante un tratamiento adecuado,
especialmente en el tiempo durante el que se recogen estos frutos, por eso se habla que
en la cosecha hay mucho trabajo para los obreros y es buena cuando el conjunto de lo
que obtiene como resultado del propio esfuerzo, se recoge en abundancia y con
aprovechamiento.
5.4 HAY QUE REZAR PARA QUE HAYA MUCHOS TRABAJADORES
Así es, al igual que a un campo donde hay mucho que cosechar, así está el mundo,
pero los trabajadores no son tantos como los que se necesitan, entonces hay que
organizar el trabajo apostólico del modo más eficaz y hay que rezar para que haya
muchos trabajadores, porque es cierto que la tarea excede a la capacidad de los que
dedican a esto, como así mismo no todos los que se dedican tienen el mismo talento
para el trabajo que se requiere, pero debemos estar dispuesto a llevarlo a cabo con la
fuerza que Dios nos da: con su Gracia. Nuestro Padre Dios oye a los que oran y da
ayuda a sus hijos que, que con sencillez y confiados, le suplican.
Hagamos mucha oración por las vocaciones a servir al Señor, en todos los campos, es
decir en los religiosos ordenados y en los laicos, todos estamos invitado a trabajar por
el Reino, por eso nos dice Jesús: “Rueguen al due￱o de los sembrados que envíe
trabajadores”
5.5 ¡VAYAN! YO LOS ENVÍO COMO A OVEJAS EN MEDIO DE LOBOS
Pero para llevar adelante esta tarea, y para que no quepa la más mínima duda de que
necesitamos la fuerza que Dios nos da, insiste Jesucristo en su advertencia,
haciéndonos ver que no lo tendremos fácil. La imagen es muy gráfica: “¡Vayan! Yo
los envío como a ovejas en medio de lobos” . Esta es una experiencia, no ausente de
sacrificios.
Jesús nos instruye diciéndonos: “No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se
detengan a saludar a nadie por el camino.” En efecto, lo único verdaderamente
necesario e imprescindible es el auxilio divino, no podemos avanzar sin la ayuda de
Dios, y él nos la quiere dar. En efecto, nos damos cuenta que a pesar de la ciencia, los
avances tecnológico que están a nuestra vista, la modernidad del mundo de hoy, no
nos convence de lo contrario, esto es, que nadie nos calmará de nuestras angustias
como la hace Dios. Es así, como hoy más que nunca se necesitan apóstoles que nos
hablen en nombre de Dios, porque el mundo necesita que le mostremos el camino de
verdad.
Se necesitan más obreros para recoger la mies, más hombres que no piensen en sí
mismo y que se entreguen a esta tarea, entregar el mensaje del Evangelio, sin buscar
sus personales conveniencias, pero si, en la búsqueda del bien espiritual de su
prójimo, hombres dispuesto a sacrificarse por Cristo como él lo hizo por nosotros.
5.6 ¡QUE DESCIENDA LA PAZ SOBRE ESTA CASA!
Jesús al aleccionarnos nos dice: “Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que
descienda la paz sobre esta casa!" Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz
reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes”. El discípulo es un caminante que
prepara el lugar por donde su Señor ha de pasar, el anuncio de estos caminantes es la
paz, Jesucristo es la paz.
5.7 “EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA”
Nos dice Jesús: “Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que
haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las
ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus
enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes".
El Reino de Dios, se aproxima con la misión de sus discípulos, a todo debemos
anunciarles la Buena Noticia, “El Reino de Dios está cerca”, no es algo lejano y no es
algo que no nos pertenezca, en otras palabras está más cerca de lo que imaginamos,
está dentro de nosotros mismos y es el verdaderamente debe reinar, es el amor, el
amor a Dios y el amor al prójimo, nuestra razón de ser y el móvil de todas nuestras
acciones.
El Reino de Dios, es establecer en nuestro corazón una unión vital con Dios, que
abarque toda nuestra vida, proyectada a toda la vida y a cualquier circunstancia de
ella. Esta vida de Dios en nosotros y ese vivir nuestro de Dios que no es algo fácil,
pero es nuestro ideal para llegar a compenetrarnos en El.
5.8 SEÑOR, HASTA LOS DEMONIOS SE NOS SOMETEN EN TU NOMBRE
“Al volver los setenta y dos de su misión, dijeron a Jesús llenos de gozo: " Señor,
hasta los demonios se nos someten en tu Nombre" . Él les dijo: "Yo veía a Satanás
caer del cielo como un rayo.
Al regresar esos setenta y dos que había enviado Jesús, no pudieron disimular la
alegría de su corazón, su misión apostólica era un éxito, pero estos se alegraban más
porque habían hecho milagros, que por haber sido destinados a cumplir una labor
evangélica. Lo bueno habría sido que se alegraran por aquellos que se hubieran
convertido. Es así, como el Señor reprendió admirablemente el orgullo en el corazón
de sus discípulos, recordándoles la perdición del maestro de la soberbia, para que en el
autor de la soberbia aprendiesen lo que debían temer de ese vicio. Entonces les dice:
"Veía a Satanás que caía del cielo como un rayo", esto es, desde la virtud más
perfecta, hasta la debilidad más extrema.
Antes de la venida del Salvador, el Demonio o Satanás había sometido a todo el
mundo a su dominio, así es como era adorado. Pero desde que el Divino Verbo bajó
del cielo, cayó como un rayo, porque es pisoteado por los que adoran a Jesús.
5.9 PODER PARA CAMINAR SOBRE SERPIENTES Y ESCORPIONES
Jesús les dice a sus discípulos, que les ha dado poder para caminar sobre serpientes y
escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo y que por esto nada podrá
dañarlos.
Hemos de observar que hay una diferencia entre las serpientes y los escorpiones,
mientras las primeras atacan y dañan con la boca, los escorpiones los hacen con la
cola, esto es, las serpientes atacan abiertamente, del mismo modo como los malvados
lo hacen en los homicidios y los escorpiones lo hacen acechando a escondidas, como
sucede con los vicios espirituales.
5.10 SIN EMBARGO NO SE ALEGREN DE QUE LOS ESPÍRITUS SE LES
SOMETAN
Los discípulos regresaron llenos de alegría, ellos evangelizaron y predicaron la Buena
Noticia de la salvación, por ese motivo el regocijo colmo sus corazones, esto nos
parece legítimo, pues es el mensaje del Señor lo que se sale a predicar, sin embargo la
alegría de estos setenta y dos, era más bien vanidosa, pues se alegraban de haber sido
elevados hasta hacerse temibles a los demonios y a los hombres.
Jesús, quien ve el corazón de sus discípulos, se da cuenta de esto, por eso Jesús
dice: “sin embargo no se alegren de que los espíritus se les sometan ”; Arrojar los
espíritus, así como obrar otros prodigios, no siempre es por el mérito del que obra,
sino que por la invocación del nombre de Jesucristo. Porque todo lo que hicieron los
discípulos, fue por el poder de invocar su nombre. "En tu nombre se alegrarán todo el
día?" (Sal 88,17).
5.11 EN AQUEL MOMENTO JESÚS SE ESTREMECIÓ DE GOZO, MOVIDO
POR EL ESPÍRITU SANTO
En este caso Jesús quiere ahora elevarlos a un gozo mayor, por esta razón ahora le
dice a sus discípulos que deben “alegrarse más bien de que sus nombres estén
escritos en el cielo”. En efecto la alegría debe abundar más por ir al cielo que por
humillar al demonio. El diablo cae de lo alto, pero los hombres, viviendo abajo, son
inscritos arriba en el cielo.
Sin embargo, el maestro también ve el lado bueno de la labor de sus discípulos, y el
evangelista no relata luego que “En aquel momento Jesús se estremeció de gozo,
movido por el Espíritu Santo. Así como un buen padre se alegra de ver bien dirigidos
a sus hijos, así se regocija Jesucristo porque los apóstoles se han hecho dignos de
tantos bienes.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones.
Cristo es "nuestra paz" (Ef 2, 14)
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Publicado en este link: PALABRA DE DIOS
XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C
Fuentes Bibliográficas:
Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
Julio Alonso Ampuero, Meditaciones Bíblicas sobre el Año Litúrgico
www.caminando-con-jesus.org
caminandoconjesus@vtr.net