EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
miércoles 17 Julio 2013
Miércoles de la decimoquinta semana del tiempo ordinario
Libro del Exodo 3,1-6.9-12.
Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó
una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb.
Allí se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio
de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse,
Moisés pensó: "Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la
zarza no se consume?".
Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la
zarza, diciendo: "¡Moisés, Moisés!". "Aquí estoy", respondió el.
Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el
suelo que estás pisando es una tierra santa".
Luego siguió diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a
Dios.
El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los
egipcios.
Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los
israelitas".
Pero Moisés dijo a Dios: "¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer
salir de Egipto a los israelitas?".
"Yo estaré contigo, le dijo Dios, y esta es la señal de que soy yo el que te envía:
después que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta
montaña".
Salmo 103(102),1-2.3-4.6-7.
Bendice al Señor, alma mía, alabe todo mi ser su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias.
El rescata tu vida de la tumba, te corona de amor y de ternura.
El Señor obra en justicia y a los oprimidos les da lo que es debido.
Reveló sus caminos a Moisés y a los hijos de Israel sus proezas.
Evangelio según San Mateo 11,25-27.
En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por
haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los
pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como
nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Comentario del Evangelio por:
Guillermo de San Thierry (c. 1085-1148), monje benedictino, después
cisterciense
El espejo de la fe ,6; PL 180, 384; SC 301 (trad. Breviario común de
doctores)
“Se lo revelas a los pequeños”
Oh alma fiel, cuando tu fe se vea rodeada de incertidumbre y tu débil razón no
comprenda los misterios demasiado elevados, di sin miedo, no por deseo de
oponerte, sino por anhelo de profundizar (como María): “¿Cómo será eso?” (Lc
1,34). Que tu pregunta se convierta en oración, que sea amor, piedad, deseo
humilde. Que tu pregunta no pretenda escrutar con suficiencia la majestad divina,
sino que busque la salvación en aquellos mismos medios de salvación que Dios nos
ha dado.
Pues nadie conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está en
él; y, del mismo modo, lo intimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios (1Co
2,11). Apresúrate, pues, a participar del Espíritu Santo: cuando se le invoca, ya
está presente; es más, si no hubiera estado presente no se le habría podido
invocar. Cuando se le llama, viene, y llega con la abundancia de las bendiciones
divinas. Él es aquella impetuosa corriente que alegra la ciudad de Dios (Sal. 45,5).
Si al venir te encuentra humilde, sin inquietud, lleno de temor ante la palabra
divina, se posará sobre ti (Lc 1,35) y te revelará lo que Dios esconde a los sabios y
entendidos de este mundo. Y, poco a poco, se irán esclareciendo ante tus ojos
todos aquellos misterios que la Sabiduría (1Co 1,24) reveló a sus discípulos cuando
convivía con ellos en el mundo, pero que ellos no pudieron comprender antes de la
venida del Espíritu de verdad, que debía llevarlos hasta la verdad plena. (Jn 16,12-
13).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”