XV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
La compasión en nuestra vida social
La Palabra: “Pas￳ por allí un samaritano, vio al hombre caído, le dio lástima, se
acerc￳ y le vend￳ las heridas” (evangelio).
1. Con frecuencia algunos ven la moral evangélica como un complicado entramado
de normas y preceptos tan innumerables que resulta imposible retenerlos y muy
difícil cumplirlos. Por otra parte, convertirse al Se￱or “con todo el coraz￳n y con
toda el alma”, es decir totalmente y en todos los momentos de la existencia, es
todavía demasiado genérico y abstracto, aunque esté de algún modo grabado en
nuestra intimidad. Cuando un letrado que conocía bien la ley preguntó a Jesús qué
más necesitaba para conseguir la vida plena o su propia realización humana, Jesús
no le respondió con nuevas teorías, sino indicando una nueva forma de vivir.
2. La parábola no dice que el samaritano fuera bueno; más bien, según la opinión
de los judíos, el samaritano era un hombre religiosamente impuro de quien nada
bueno se podía esperar. El sacerdote y el levita, judíos ortodoxos y hombres del
templo, merecían todo respeto y cabía esperar de ellos una conducta moral recta.
Pero según la parábola sucede al revés: la religión sin misericordia es una farsa,
mientras la misericordia, o vuelco del corazón ante la situación del mísero, es clave
y criterio para una buena conducta moral.
3. En nuestra sociedad cubana, tradicionalmente muy religiosa, últimamente se
está dando un cierto despertar de la Iglesia con nuevos bautismos y aumento de
prácticas religiosas. Son un signo positivo, pero no debemos quedarnos ahí. La
práctica religiosa cristiana tiene que expresar y fomentar sentimientos y conductas
de misericordia, compasión eficaz ante los excluidos, empeño por construir una
sociedad donde todos puedan vivir como personas que deciden con libertad sobre
sus propias vidas. La lógica del mercado no sabe nada de compasión, y tampoco es
virtud de los gobiernos. Por eso urge fomentar estos sentimientos de compasión y
estas conductas de solidaridad en la sociedad civil, despertando el rumor más
original del pueblo cubano.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net