Encuentros con la Palabra
Domingo Ordinario XX – Ciclo C (Lucas 12, 49-53)
Yo he venido a prender fuego en el mundo”
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla, con sus nietos, acerca
de la vida. Los niños querían saber sobre muchas cosas; cómo ser buenas
personas, por qué había personas malas, por qué tenían intenciones no muy
buenas, etc. Él les dijo: "Una gran pelea esta ocurriendo dentro de mi; es entre dos
lobos. Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia,
arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia,
superioridad, egolatría. El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza,
serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía,
verdad, compasión, y fe. Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes
también, y dentro de casi todos los seres de la tierra." Lo pensaron por un minuto,
y uno de los niños le preguntó a su abuelo: "¿Cuál de los lobos ganará?" Y el viejo
cacique respondi￳, “simplemente... el que alimentes".
Esta historia del viejo cacique revela la lucha que existe en nuestro propio interior
y en el mundo entero. Hay dos fuerzas enfrentadas entre sí, que se disputan
nuestras decisiones. Una de ellas tiene origen en Dios y la otra en el pecado.
Jesús nos dice que no ha venido a traer paz a la tierra entre estas dos fuerzas, él
ha venido a traer fuego. “Porque de hoy en adelante, cinco en una familia estarán
divididos, tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra su hijo y el hijo
contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la suegra contra
la nuera y la nuera contra la suegra”.
Jesús no está hablando aquí de castigos o maldiciones a la humanidad. Está
hablando de esta lucha que nos atraviesa interiormente y que atraviesa todas
nuestras relaciones. Jesús no quiere una paz mal entendida entre estas fuerzas
que se disputan nuestras decisiones y que lo hacían tambalear a él mismo: “Tengo
que pasar por una terrible prueba, y ᄀc￳mo sufro hasta que se lleve a cabo!” Una
paz a cualquier precio es un error descomunal. Ya sea entre grupos sociales,
entre nuestras propias tendencias interiores, o en la relación de una pareja. Esa
paz a cualquier precio ha hecho que muchas veces nos hayamos hecho cómplices
del mal en el mundo. No podemos ser neutrales ante cualquier conflicto. Seguir a
Jesús, supone tomar partido por la justicia, el amor, la comuni￳n…
Por esto, la pregunta de los nietos del cacique también la podríamos hacer
nosotros hoy al Se￱or: “﾿Cuál de los dos lobos ganará? Y la sabia respuesta del
abuelo, será la que recibiremos: “Ganará el lobo que tu mismo alimentes en tu
interior”. Cuál es el lobo que tu estás alimentando…
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
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