EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
sábado 24 Agosto 2013
Fiesta de san Bartolomé, apóstol
Apocalipsis 21,9b-14.
Luego se acercó uno de los siete Angeles que tenían las siete copas llenas de las
siete últimas plagas, y me dijo: "Ven que te mostraré a la novia, a la esposa del
Cordero".
Me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa,
Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios.
La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas,
como una piedra de jaspe cristalino.
Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas
había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.
Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur,
y tres al oeste. La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada
uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero.
Salmo 145(144),10-11.12-13b.17-18.
Te den gracias, Señor, todas tus obras,
te bendigan tus amigos;
que hablen de la gloria de tu reino
y anuncien tus hazañas,
para que vean los hombres tus proezas,
el brillo y la gloria de tu reino.
Fiel es el Señor en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus obras.
Justo es el Señor en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus obras.
Cerca está el Señor de los que le invocan,
de todos los que lo invocan de verdad.
Evangelio según San Juan 1,45-51.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en
la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".
Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás",
le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin
doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes
que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas
más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y
bajar sobre el Hijo del hombre".
Comentario del Evangelio por:
San Pedro Damián (1007-1072), benedictino, obispo de Ostia, doctor de la
Iglesia
Sermón 42, para la fiesta de S. Bartolomé; PL 144, 726-728
«Como la lluvia y la nieve caen del cielo...así será la palabra que sale de mi
boca...» (Is 55,10)
Los apóstoles son las perlas preciosas que San Juan dice haber visto en el
Apocalipsis y que constituyen las puertas de la Jerusalén celestial. (Ap 21,21)... En
efecto, cuando los apóstoles, por sus signos y prodigios hacen brillar la luz divina,
abren las puertas de la gloria de la Jerusalén celestial a todos los pueblos
convertidos a la fe cristiana. Y todos los que se salvan, gracias a ellos, entran en la
vida, como un viajero entra por una puerta... De ellos dice el profeta: «¿Quiénes
son ésos que vuelan como nubes...?» (Is 60,8) Estas nubes se condensan en agua
cuando riegan la tierra de nuestro corazón con la lluvia de su doctrina para hacerla
fértil y portadora de gérmenes de buenas obras...
Bartolomé, cuya fiesta celebramos hoy, quiere decir en arameo: «hijo del portador
de agua». Es hijo de este Dios que levanta el espíritu de sus predicadores a la
contemplación de las verdades de arriba, de manera que puedan regar con eficacia
y en abundancia, con la lluvia de la palabra de Dios, el campo de nuestros
corazones. Ellos beben el agua de la fuente con el fin de podernos saciar a nosotros
de esta misma agua.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”