Domingo XXII del Tiempo Ordinario Ciclo C
P. Emilio Betancur Múnera
LA EQUIDAD UNICA SALIDA
El evangelio de hoy comienza con una advertencia de Jesús a quienes en una cena
farisaica buscaban hacerse en los primeros puestos, signo inequívoco de
protagonismo ególatra. Los fariseos por creerse buenos querían ser reconocidos
como los primeros en la sociedad. Lucas hace énfasis en lo que impide a los judíos
aceptar el mensaje de gratuidad de Jesús: la esclavitud de la "meritocracia". La
búsqueda de los honores, sobre todo en quienes han sido llamados por Jesús a
tener responsabilidades directas con la misión, es un serio obstáculo para seguir a
Jesús. "Hijo mío en tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al
hombre dadivoso… no hay remedio para el hombre orgullosos porque ya está
arraigado en la maldad" (Primera lectura)
Para corregir esta situación en la comunidad Jesús le propone al anfitrión una
alternativa en la escogencia de los invitados. Si procuramos que los últimos y
pobres sean primeros en educación, salud, vivienda, tierra y justicia estamos dando
un paso gigantesco para conformar una sociedad más equitativa, tal como la quería
Jesús. Además Jesús invitó a dar gratuitamente lo que se ha recibido gratis (Lc, 34-
35). La equidad con los pobres equilibra cualquier exceso de autoestima o imagen a
costa de ellos.
ESPERAR SIN MURMURAR .
Precisamente la invitación de llamar a los pobres, lisiados, cojos y ciegos es porque
ellos no tienen con que agradecer o devolver la invitación. Todo compartir debe ser
humilde por la deuda que tenemos con los pobres y para no perder el sentido de las
proporciones porque Dios es el Señor de nuestros logros sociales.
En lugar de murmurar contra los pobres por malagradecidos es mejor esperar la
recompensa de Jesús a nombre de los pobres: La resurrección es el tesoro
"inextinguible" que espera todo creyente solidario y "las moradas eternas" el lugar
de residencia para quienes han acogido, sin exigirles reconocimientos, a los pobres.
(Lc 16,9).
"No basta con dar las gracias sin dar lo que las merece: a fuerza de gratitudes se
vuelve la tierra estéril" (Breviario, Laudes, lunes primera semana).
La buena noticia de este evangelio es lo que hace Jesús. Él ha ocupado el último
lugar en toda su vida, hasta morir en cruz para ser levantado por su Padre Dios en
la resurrección como referencia de humildad y de servicio.
Todo cuanto signifique e implique la equidad hace parte del seguimiento de Jesús,
más aún se identifica con el seguimiento de Jesús: "En verdad os digo que cuanto
hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis… En
verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer a uno de estos más pequeños,
también conmigo dejasteis de hacerlo" (Mt 25,40.45).
ORACIÓN: Saciados Señor te rogamos que este regalo de tu amor en domingo, la
eucaristía, fortalezca nuestros corazones para que nos animemos a servirte, sin
exigir gratitudes, a nuestros hermanos sobre todo los pobres en todas las
oportunidades que tengamos durante la semana. Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro señor. Amén.