HOMILIA DEL XVIII DOMINGO ORDINARIO.- CICLO C
“EL Hombre Rico”
En la primera actividad de Jesús en Jerusalén sembraba de palabras,
acciones y milagros a los judíos .
Después del regreso de Jesús a Galilea, se dirige hacia dentro. Enseña a sus
oyentes a comprender lo verdaderamente importante, los fortalece en lo esencial .
Uno de la multitud dijo a Jesús: “ Di a mi hermano que reparta la herencia conmigo
Según la ley mosaica el hermano mayor hereda los bienes raices y dos tercios de
los bienes muebles. (Dt 21,17)
Fácilmente se recurría al dictamen y a la decisión de los doctores de la Ley. Este
hombre acudió a Jesús como doctor de la Ley, porque parece ser, que el mayor no
quería entregarle nada.
Jesús no quiso intervenir , su misión la dejó bien establecida en la Sinagoga de
Nazaret (y anteriormente en la tentación del desierto):
He sido enviado para anunciar a los pobres el evangelio, para llamar a los
pecadores Mat 5,32, para salvar a los que estaban perdidos Mat 19,10, para
dar su vida en rescate Marc 10,46, para traer al mundo la vida divina ” Jn 10,10.
Esto nos enseña :
1º La autonomía de las realidades temporales (GS 36)
Al cristianismo no le compete interferirse en las materias que corresponden a las
autoridades civiles.
2º El orden justo de la sociedad y del estado es una tarea de la política
Ante la codicia del hermano mayor aprovechó la ocasión para dar una lección
importantísima . “ Mirad y guardaos de toda codicia (avaricia) ”, que significa ansia
de poseer sólo para sí mismo cada vez más y más.
Esto es lo que hizo el rico de la parábola:
Ampliaré mi granero para meter la cosecha, diré a mi alma: Alma tienes muchos
bienes en reserva para muchos años, descansa, come, bebe, date a la buena vida.
Pero Dios le dijo: ¡ Necio ! Esta misma noche te reclamarán el alma ; las cosas
que preparaste ¿para quién será? Así es el que atesora riquezas para sí y no se
enriquece en orden a Dios.
Jesús le llama necio , pero no porque fuera rico sino porque ha sido rico sólo para
sí mismo .
- Sólo se ha preocupado de los bienes materiales y éstos no le garantizan la
vida, ni le dan la felicidad, al que solo tiene dinero le faltan muchas cosas
para ser feliz .
- No ha dado gracias a Dios de quién procede todo bien ; todo es don y todo
es gracia.
- Ha puesto el dinero como ídolo de su vida por eso la codicia es una idolatría.
- No se ha preocupado de su alma ; solo de su cuerpo; comer, beber, etc.
- Se ha preocupado de tener pero no de su ser , que es su vida y existencia
auténticamente humana de la que debe responder ante Dios.
El hombre tiene que ir haciendo su vida, una vida propia de un ser racional,
espiritual y religiosos; está religado a Dios desde lo más profundo de su ser,
pues ha sido creado por Dios por amor y para el amor, para que realizando su
vida en el amor, unido a Cristo por su espíritu de amor pueda participar de su
vida trinitaria de amor.
El hombre realizando su vida en el amor va construyendo su ser definitivo, al
que Dios le ha destinado; y será definitivo eternamente por su responsabilidad
ante los demás y ante la Historia.
- No se ha preocupado de su amor al prójimo comunicando parte de sus
bienes al necesitado. Ha sido necio porque podía haberse ganado amigos en
las moradas celestiales ayudando con sus bienes, así cuando estos se acaben
al final de la vida, le recibirán ellos con las moradas eternas.(Luc 16,9)
- No fue rico para Dios , así termina diciendo al evangelio
QUIÉN ES RICO PARA DIOS
Rico para Dios tiene tres acepciones que se explican en la carta a Timoteo
(1 Tim 6, 17-19):
“A los ricos mándales:
1) Que no sean altivos , ni pongan su esperanza en las riquezas caducas , sino en
Dios vivo (que nos provee de todo abundantemente para nuestro uso.
2) Que obren bien ; que se enriquezcan de buenas obras ; que repartan
liberalmente y comuniquen sus bienes .
3) Atesorando un buen fondo para lo venidero, a fin de alcanzar la vida eterna.
La riqueza para con Dios consiste en atesorar lo que verdaderamente cuenta a los ojos
de Dios:
Las obras con que se realiza la vida en el amor y en concreto, el uso adecuado de las
posesiones materiales que lleva a compartirlas con los demás .
Tenemos derecho a conseguir con el fruto de nuestro trabajo a una vida digna , el
resto, que se llaman bienes superfluos, se deben compartir.
Este sentido del compartir:
a) No debe frenar el dinamismo humano, el gozo de producir y de contemplar el
fruto de nuestro trabajo.
b) Más aún en esta época de la industrialización el empresario puede ser rico en la
tierra y también rico en orden a Dios, si da trabajo a empleados con cuyo
justo salario puedan dar de comer a su familia .
ESTO ES SER RICO ANTE DIOS .
No entran en la categoría de bienes superfluos las riquezas que permiten crear puestos
de trabajo. Pío XI afirmó que el empleo de grandes capitales para dar más amplias
facilidades al trabajo asalariado (siempre que este trabajo se destine a la producción de
bienes útiles) debe considerarse como la obra más digan de la virtud de la liberalidad y
sumamente apropiada a las necesidades de los tiempos. (Quadragesimo anno 51).
Otra forma del servicio al prójimo es el “voluntariado”.
Por voluntariado entendemos un trabajo que se emprende libremente y sin
remuneración económica, en beneficio de alguien que no sea familia inmediata, no
requerido por el estado u otras instituciones públicas.
El voluntariado social es una forma de seguimiento de Cristo que vino para servir.
Todo cristiano debería ser voluntario social, cada cual de al otro lo que puede dar.
Aquel que tiene posibilidades intelectuales debe poner su saber al servicio de los
ignorantes, el cristiano debe poner todo lo que tiene al servicio del amor.
Esto sólo lo puede hacer el hombre desde la gracia y el Espíritu Santo que se perdieron
por el primer pecado..
En la parábola el rico es un terrateniente, pero se convierte en símbolo de cualquier ser
humano seducido por toda forma de avaricia (Luc 12,15).
Todos podemos comportarnos como verdaderos insensatos a los ojos de Dios, si cada
uno se hace rico para si sólo y no se hace rico para Dios.
ORACIÓN FINAL
Terminemos con la siguiente oración:
SEÑOR, TE PEDIMOS, QUE SEPAMOS USAR LOS BIENES TEMPORALES,
COMPARTIÉNDOLOS CON LOS DEMÁS, PARA ASÍ ALCANZAR LOS BIENES
ETERNOS .
Padre Manuel Benito Fernández