Lectio Divina: XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
LA PALABRA HOY: Sabiduría 9, 13-18; Salmo 89; Filemón 9-10.12-17; Lucas 14,
25-33
Ambientación: Un imagen de Cristo crucificado y cruces más pequeñas, de
cartulina o madera, con nombres de los participantes.
Cantos sugeridos: Jesús te seguiré; Te sigo a ti
Ambientación
No es fácil conocer los designios de Dios, y más aún cuando su querer resulta
desconcertante, como acoger al esclavo como a un hermano querido o renunciar a
todo para identificar la propia vida con la de Jesús.
Como discípulos en camino, pidamos la sabiduría de Dios, que su Santo Espíritu
haga nacer en nosotros un corazón sabio.
Oración inicial
Vuélvete hacia nosotros, Señor,
y fíjate ahora y siempre
en que somos débiles
y en que estamos hechos de barro…
Ven aprisa y socorre nuestra pequeñez:
la pequeñez de quienes no saben elegir,
de quienes pueden equivocarse
y perderlo todo, al perderte a Ti.
Concédenos levantar todos los días
nuestros ojos hacia lo alto y verdadero
y seguir dejando por tu reino
todas las cosas que nos engañan.
Te lo pedimos por Aquél que hoy
en el camino hacia la entrega total
renuncia a todo por tu amor y nuestro amor:
Jesús, quien nos invita a buscarte
y a pedirte hoy la sabiduría
que viene de lo alto. AMÉN.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Lucas 14,25-33
Motivación: No basta la buena voluntad para ser cristiano. Hay que ser
suficientemente sabio, para poder enfrentar los riesgos que este compromiso
implica. Ser discípulo de Jesús comporta decisiones y riesgos que determinan la
vida entera de quien hace la opción. Escuchemos:
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura
¿Cuál es la primera condición que Jesús pone para ser un auténtico discípulo
suyo?
¿Qué puede significar “amar más que” a padres, esposos y hermanos?
¿Qué lugar ocupa el cuidado de la propia vida en el seguimiento de Jesús?
¿Cuál es la relación entre morir en la cruz y seguimiento del Señor?
¿Cómo se suceden los acontecimientos en la “parábola” de la construcción de la
torre?; ¿cuál es el argumento de fondo y el resultado final?
En la “parábola” del rey que combate con otro rey; ¿cuál es la actitud que se
aconseja al no poder vencer a su contrincante?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 16,24-25; Mc 8,34-35; Jn 12,24-25.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Jesús deja las cosas claras en el camino que lleva a Jerusalén. Son
palabras dirigidas a nosotros hoy. Parémonos a pensar seriamente en lo que implica
caminar detrás de Jesús.
Jesús nos pide hoy darle el primer lugar al amor hacia Él. ¿En mi vida esto es
una realidad? ¿Puedo decir que existen en mi vida personas que ocupan un puesto
más importante que el que ocupa Jesús? ¿En qué lo constato? ¿Qué hacer al
respecto?
¿En los momentos en que me siento o nos sentimos (familia, grupo, comunidad)
cargando una cruz muy grande, lo hacemos con la certeza de que Jesús va
caminando a nuestro lado? ¿Por qué será que a veces nos desesperan tanto los
momentos difíciles, las cruces que nos llegan y no sabemos qué hacer?
¿En el momento de iniciar un proyecto o un trabajo lo hago pensando sólo en
mis capacidades? ¿Qué cabida tiene Jesús en mis proyectos y realizaciones?
¿Solamente lo llamo cuando las cosas empiezan a ponerse difíciles?
¿Cuál fue la última vez que hice algo a medias? ¿Qué dejé algo sin terminar?
¿Cómo me sentí? ¿Qué debo hacer para evitar que esto se repita? ¿Soy un cristiano
a medias o lo soy totalmente? ¿Por qué?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: El texto de hoy ha puesto en evidencia nuestra incapacidad para
seguir a Jesús, nuestras dificultades para afrontar la dureza del camino del
discipulado. Por eso le pedimos que nos dé coraje y que su Espíritu remodele
nuestra vida.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra oración
(o todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo: Salmo 89
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente nos dice: Pues bien, si somos sus hijos, hemos de
seguirle, abrazando como él la pobreza, las humillaciones, los sufrimientos,
despegándonos de todo lo que no es Dios, y uniéndonos con el prójimo por la
caridad p ara unirnos con Dios mismo por Jesucristo. A todo esto es a lo que nos
llevan estas máximas; y entonces construiremos sobre roca, de forma que no
podrán derribarnos las tentaciones de nuestras pasiones, como derriban de
ordinario a los que basan su conducta en las máximas del mundo. (XI, 425)
¿Qué mensaje nos deja este texto de Lucas? ¿cómo lo podemos vivir?
¿Cuál es el mensaje a que nos compromete este texto? ¿qué le dice a mi vida?
Para Vicente, Cristo fue el centro de su vida y su obrar. ¿Qué tendría que hacer
para que ÉL sea el centro de mi vida, de mis opciones, de mi actuar?
Oración final
Danos Señor, el entender que amor es seguir, escuchar, andar, pararse, perderse
para encontrarse en un movimiento de libertad que cumple toda ansia de posesión
perenne.
No permitas que por el deseo de tener la vida, yo pierda el gozo de mi pertenencia
a la vida, a aquella Vida divina que entra y sale en mí para otros y en los otros y de
los otros para mí, para hacer de los días que pasan
olas de Libertad y de Don en los confines de todo lo vivido.
Que yo sea por siempre el discípulo amado de la Vida que muere. AMEN.
Que así sea.Con permiso de somos.vicencianos.org