XXIV Semana del Tiempo Ordinario (Año impar)
Sábado
Lecturas bíblicas
a.- 1Tes. 6,13-16: Guarda el mandamiento del Señor sin mancha hasta la
venida del Señor.
b.- Lc. 8, 4-15: Parábola de la siembra de la palabra de Dios.
Esta evangelio tiene tres momentos: la parábola del sembrador (vv.4-8), la
pregunta de los apóstoles (9-10), y la explicación de la parábola (vv.11-15).La
interpretación de esta parábola es don de Dios, que se otorga en primer lugar a los
apóstoles. Se quiere poner de relieve la llamada continua de Dios a los hombres por
medio de su evangelio a la conversión. Se trata del aquí, ahora y siempre del
Evangelio que proclama Jesús, de parte de Dios; en el fondo, es un juicio a los que
rechazan la palabra de Dios, simbolizada en la semilla. No basta con escuchar la
palabra, sino que la acogida de ella, debe dar frutos de conversión a la salvación
ofrecida por Dios. Lucas, quiere interpretar las diferentes reacciones de las
personas, frente al mensaje de la palabra de Jesús. Los tres primeros momentos de
la parábola (vv.5-6-7), se presenta como un fracaso, al caer la semilla en el
camino, entre las piedras y las que cayeron entre cardos. Sólo al final, la semilla
cae en una tierra fértil (v.8). El sentido de esta parábola, está relacionada con una
variedad de respuestas, que encuentra la palabra de Dios, que en algunos casos
son un obstáculo, pero el rechazo inicial, encuentra un final esplendoroso, una
cosecha abundante de esa tierra fértil que hemos mencionado y que genera el
ciento por uno (v.8). El sembrador, deja caer la semilla en lugares poco habituales,
lo que podríamos juzgar como derroche o descuido, o a lo mejor es el deseo que la
semilla fructifique en todo lugar. Sólo la semilla cae en tierra buena, crece y
termina dando una buena cosecha, lo que compensa los granos que se perdieron
(vv.5-6; cfr. Jr. 4,3). En un segundo momento, Jesús les advierte a los apóstoles,
que a ellos les ha sido dado, conocer los misterios del reino, con lo que quiere
significar, que quien comprende que Jesús es el portador del reino, comprende
también los misterios de reino. La frase de Isaías hay que comprenderla no como
una condena a la incredulidad, sino a la conversión del corazón de quienes acogen
el evangelio y a Jesús como portador del reino (cfr. Is.6,9; Hch.2,36; Rom.10,14s).
Finalmente, la explicación de la parábola es bastante clara explicada por Jesús,
donde se destaca que para dar frutos, hay que tener un corazón bueno y recto, y
perseverancia en el buen obrar. Hay que contar con los enemigos de la palabra,
que están dando la batalla cuando se recibe, crece y da fruto, la clave para alejarlos
es la constancia.
Teresa de Jesús, descubre en la palabra de Dios, la fuente de la sabiduría, y el dar
frutos de santidad en la Iglesia y en la sociedad. “En la Sagrada Escritura que
tratan los letrados, siempre hallan la verdad del buen espíritu” (V 13,18).