Solemnidad. Santa María, Madre de Dios (1 de enero)
Padre Dr. Juan Pablo Esquivel
Hoy celebramos una fiesta que hace referencia al título más sorprendente que
puede tener una criatura humana: Madre Dios ... Lo cual significa que el Salvador
del mundo no sólo nació "en" ella, sino " de " ella. El Hijo formado de sus
entrañas es el mismísimo Hijo Dios, nacido en la carne.
El Evangelio nos narra los acontecimientos de la Navidad, remarcando la
imposición del nombre , dado por el ángel antes de la Conecpción: J ESÚS (que
significa YHWH [nombre sagrado e inefable de Dios en el A.T.] salva );
nombre puesto por orden divina... Misterioso, cargado de significado salvífico [con
todo y por todo lo que significa el "nombre" para los semitas] (recordar a este
respecto lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica al explicar el II
mandamiento...).
La invocación de ese nombre trae la salvación (semejante lo que ocurre en la
Iª lectura con el nombre de YHWH , pronunciado una sola vez al año ). Nosotros
tenemos el nombre del Señor sobre nosotros: somos cristianos... ¡No lo digamos
con tanta ligereza!
Así, se abre el año con esa fórmula que pide la bendición y el favor de
Dios. Él nunca se la ha negado la humanidad; pero con Cristo esta
Bendición es irrevocable .
+ Comienza el año civil; y se lo celebra de diversos modos:
v En estas fiestas, se suele hacer mucho ruido (bailes, fuegos artificiales,
pirotecnia,...) mucho ruido ¿Y "pocas nueces"...?
v Para muchos, las fiestas están cargadas de melancolía (paso de los
años; "los que ya se han ido"; nostalgias; recuerdos...).
Muchos desean "que las fiestas pasen pronto"...
v Para los pobres ( que no son pocos !), el dolor de no poder participar
de las alegrías festivas...
O de hacerlo con muchas limitaciones...
Pensemos cómo vivimos interiormente las fiestas. Sin interioridad, todo lo otro
es vacío, pura exterioridad e hipocresía: festejamos... nada.
¿Cuál es el motivo para alegramos por las fiestas? El Amor de Dios ,
experimentado en estos días como una fuerza que quiere renovarnos
incesantemente . Navidad es el comienzo de una nueva creación (Dios a hecho con
el hombre una Alianza Eterna: Cristo).
Todo comienzo de algo (también el Iº de año) debe remitirnos a este
comienzo: al de la Alianza Nueva y Eterna ... (la que no pasará jamás, y por ende
radicalmente diversa de lo que no permanece, lo que es pasajero, transitorio
(tiempo; apariencias; exterioridades)... Éste es el fundamento de nuestra Paz,
cuya Jornada mundial cada año celebramos precisamente hoy .
+ Volvamos a mirar las cosas que nos rodean, pero con esta perspectiva:
pensemos en las cosas que se fueron con el año y los años que pasaron...
Pongamos todo en manos Dios. Pero sepamos que todo lo que hayamos hecho con
amor , y por amor tiene un valor que permanece, y está “eternizado” en la
presencia del Señor.
Todo lo hecho por amor, aunque pequeño, aunque los demás no lo noten,
ha sido tomado en cuenta por Dios, y lo encontraremos renovado en Él.
También las personas que se han ido ... Y así, nuestros lazos de amor,
lejos de perderse, serán renovados y glorificados en la Resurrección.
"Nada se pierde, todo se transforma..." también en el orden espiritual.
Frente al año viejo, y al nuevo, tengamos una mirada de Fe: evaluemos desde
el amor que hemos puesto y hemos de poner para hacer las cosas.
El tiempo pasa, pero el amor permanece; y allí debemos encontrar el motivo
de nuestra alegría: en el amor vivido y en el "por vivir".
"En el atardecer de la vida te juzgará el Amor”, nos recuerda San Juan de la
Cruz.
Un nuevo año “atardece”...
Un año más de vida... y un año menos para llegar al cielo.
Un año con sus alegrías... y sus amarguras.
En vista a los acontecimientos de la vida de cada uno de Uds., quiero hoy
recordarles nuevamente que con todos sus engaños, trampas y sueños rotos, éste
sigue siendo mundo hermoso, que vale la pena vivir como camino al cielo.
En este valle de lágrimas, la alegría que da el Espíritu Santo es más fuerte que
cualquier pena... Esa alegría profunda, serena, misteriosa, radiante... (quien la
conoce, entiende lo que estoy diciendo... y a quien no la conoce, le repito con el
salmo 33: "prueben y vean qué bueno es el Señor..." ).
Pongamos hoy nuevamente nuestra vida en manos de María Santísima: Ella
pondrá el año que termina en manos del Padre Misericordioso , y la en el que
comienza en manos del Hijo Providente ... ella que es Soberana de los Ángeles, pero
mucho más aún es nuestra : sangre y dolor de nuestra raza humana.
Amén.