HOMILIA DEL XIII DOMINGO ORDINARIO.- CICLO A
“EL QUE NO TOMA SU CRUZ Y ME SIGUE NO ES DIGNO DE MI”
1.- INTRODUCCIÓN
En este pasaje evangélico Cristo exige un amor supremo a Él sobre todas las cosas,
con lo cual proclama su divinidad ya que los valores que exige sacrificar por su amor,
son de Ley natural , y por tanto por encima de ellos sólo está el amor a Dios .
Es una de las varias formas indirectas con las que manifestó su divinidad. Dios exige
ser amado con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y sobre todas las
cosas.
Sólo hay un amor absoluto que es el Amor originario y que es fuente de todos los
amores rectos y nobles. Porque aquel que ama a Dios es quién mejor ama a sus
criaturas.
2.- Y CRISTO ES EL AMOR DE DIOS HECHO VISIBLE
Por eso para su seguimiento exige las siguientes condiciones:
1ª) Hay que amarle por encima de los lazos de sangre, raza, o nación
Sin embargo Jesús no los minusvalora en su vertiente humana y religiosa, al
contrario él insistió en la obligatoriedad del 4º mandamiento (Mat 7, 10-13).
Pero cuando los lazos familiares significan un obstáculo insalvable para la opción
del discípulo por el Reino de Dios presente en la persona de Jesús , entonces es
el Reino el que tiene la primacía de valor y de opción .
Hay que amar a Dios antes que a los hombres .
2ª) Hay que amarle más que a la propia vida corporal
Solamente entregando nuestra vida a Jesús que es la Vida con mayúscula y
asegurarnos nuestro propio destino que es la Vida eterna, pero si queremos
guardarla para nosotros terminamos por perder la Vida con mayúscula que es
donde se salva nuestra vida.
3.- CARGAR CON LA CRUZ DE CADA DÍA SIGNIFICA
3. 1 Imitar a Cristo en la entrega total de nuestra vida a la voluntad del Padre en el
amor sacrificado al prójimo, comenzando por los familiares y amigos.
Porque sólo en el Hijo se ha agradado el Padre y el que a él más se parece,
más satisface al Padre.
3.2 Unir nuestros sacrificios, sufrimiento y dolores a los de Cristo
a) En el cumplimiento del deber
b) En la atención a aquel que nos necesita
c) En los dolores que nos vienen sin nosotros buscarlos
d) En la lucha contra la injusticia
3.3 Creyendo como nos enseña San Pablo, que:
1) Los sufrimientos de esta vida no son comparables con los bienes que Dios
tiene preparados para aquellos que le aman.
2) Si morimos con Cristo viviremos por él.
3) Si nos unimos a la pasión y muerte de Cristo con la cruz de cada día
participaremos de la gloria de la Resurrección.
4) LA MÍSTICA DEL SEGUIMIENTO POR LA CRUZ
R esume en las palabras de san Pablo a su discípulo Timoteo :
“Si morimos con Cristo viviremos con Él. Si perseveramos reinaremos con
Él”
Con nuestros sufrimientos completamos lo que falta a la pasión de Cristo . Y si
Cristo con su pasión llegó a la gloria de la Resurrección también nosotros
uniéndonos a su pasión con la cruz de cada día, resucitaremos con él.
Por eso podíamos exclamar con San Pablo:
Que nuestra gloria es la Cruz de Cristo por que es signo de Vida en
plenitud
Esta mística de la Cruz (es exclusiva de la doctrina de Jesús) y supera con
mucho el ideal de todas las religiones históricas.
Tampoco tiene punto de comparación con las técnicas del Zen, del yoga, de la
meditación transcendental, del silencio de los sentidos, del nirvana, de la ataraxia
o serenidad de los filósofos.
PORQUE LA AUTORRENUNCIA CRISTIANA NO ES PASIVIDAD sino
actividad fecunda del amor que destruye los criterios del hombre viejo
(egoísta) creando la vida del hombre nuevo en Cristo por la Gracia .
Padre Manuel Benito Fernandez