EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
viernes 27 Septiembre 2013
Viernes de la vigésima quinta semana del tiempo ordinario
Libro de Ageo 1,15b.2,1-9.
Era el día veinticuatro del sexto mes, del segundo año del rey Darío.
El día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor llegó, por medio del profeta
Ageo, en estos términos:
Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Iehosadac, el
Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo:
¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y
qué es lo que ven ahora? ¿No es como nada ante sus ojos?
¡Animo, Zorobabel! -oráculo del Señor-. ¡Animo, Josué, hijo de Iehosadac, Sumo
Sacerdote! ¡Animo, todo el pueblo del país! -oráculo del Señor-. ¡Manos a la obra!
Porque yo estoy con ustedes -oráculo del Señor de los ejércitos-
según el compromiso que contraje con ustedes cuando salieron de Egipto, y mi
espíritu permanece en medio de ustedes. ¡No teman!
Porque así habla el Señor de los ejércitos: Dentro de poco tiempo, yo haré
estremecer el cielo y la tierra, el mar y el suelo firme.
haré estremecer a todas las naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las
naciones y llenaré de gloria esta Casa, dice el Señor de los ejércitos.
¡Son míos el oro y la plata! -oráculo del Señor de los ejércitos-
La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los
ejércitos, y en este lugar yo daré la paz -oráculo del Señor de los ejércitos-.
Salmo 43(42),1.2.3.4.
Hazme justicia, oh Dios,
y defiende mi causa
del hombre sin piedad;
de la gente tramposa y depravada
líbrame, tú, Señor.
Si tú eres el Dios de mi refugio:
¿por qué me desamparas?
¿por qué tengo que andar tan afligido
bajo la presión del enemigo?
Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas sean mi guía
y a tu santa montaña me conduzcan,
al lugar donde habitas.
Al altar de Dios me acercaré,
al Dios de mi alegría;
jubiloso con arpa cantaré
al Señor, mi Dios.
Evangelio según San Lucas 9,18-22.
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó:
"¿Quién dice la gente que soy yo?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros,
alguno de los antiguos profetas que ha resucitado".
"Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro, tomando la palabra,
respondió: "Tú eres el Mesías de Dios".
Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie.
"El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los
sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día".
Comentario del Evangelio por:
San Juan Crisóstomo (c.345- 407), presbítero en Antioquia, obispo de
Constantinopla, doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia Oriental Homilías
sobre san Mateo 54, 1-3.
“Les ordenó terminantemente que no dijeran a nadie que él era el Mesías
de Dios”
“Entonces, él ordenó a los discípulos no decir a nadie que él era Cristo”¿Por qué esa
orden? Para que, todo motivo de escándalo fuera descartado, la cruz y su pasión
cumplidas, todo obstáculo capaz de detener a la multitud de creer en él aplazado, el
conocimiento exacto de que él tenía poder se graba profundamente ya en todas las
almas. Su poder no tenía aún el brillo de una manera resplandeciente. El esperaba,
porque ellos predicaban, que la evidencia de la verdad y la autoridad les hacia
confirmar el testimonio de los Apóstoles.
Otra cosa era el ver ahora multiplicar los prodigios en Palestina, después en el
blanco de las persecuciones y los ultrajes, y la cruz iba seguida de estos prodigios;
otra cosa de ver adorada, creída por toda la tierra, al refugio de los tratamientos
que otras veces había sufrido. Mira, por qué les recomienda no decir a nadie... Si
los Apóstoles, que habían sido testigos de los milagros, que habían participado en
tan inefables misterios, se escandalizaban de una sola palabra, y con ellos el mismo
Pedro, el jefe de todos(Mt 16,22), qué habrían pensado el común de los mortales, si
después de haber entendido que Jesús era el Hijo de Dios, lo habían manchado de
salivazos y clavado en la cruz; y ¿cuando no se conoce todavía la razón de estos
misterios y antes de la venida del Espíritu Santo?
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”