Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 26, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El que os mandó las desgracias os mandará el gozo * El
Señor escucha a los pobres. * Estad alegres porque vuestros nombres están
inscritos en el cielo
Textos para este día:
Baruc 4,5-12.27-29:
Ánimo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel. Os vendieron a los gentiles,
pero no para ser aniquilados; por la cólera de Dios contra vosotros os entregaron a
vuestros enemigos, porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios y
no a Dios; os olvidasteis del Señor eterno que os había criado, y afligisteis a
Jerusalén que os sustentó. Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo:
"Escuchad, habitantes de Sión, Dios me ha enviado una pena terrible: vi cómo el
Eterno desterraba a mis hijos e hijas; yo los crié con alegría, los despedí con
lágrimas de pena. Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos. Si
estoy desierta, es por los pecados de mis hijos, que se apartaron de la ley de Dios.
Ánimo, hijos, gritad a Dios, que el que os castigó se acordará de vosotros. Si un día
os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado empeño. El
que os mandó las desgracias, os mandará el gozo eterno de vuestra salvación."
Salmo 68:
Miradlo, los humildes, y alegraos, / buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón. / Que
el Señor escucha a sus pobres, / no desprecia a sus cautivos. / Alábenlo el cielo y la
tierra, / las aguas y cuanto bulle en ellas. R.
El Señor salvará a Sión, / reconstruirá las ciudades de Judá, / y las habitarán en
posesión. / La estirpe de sus siervos la heredará, / los que aman su nombre vivirán
en ella. R.
Lucas 10,17-24:
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús:
"Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a
Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear
serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno.
Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres
porque vuestros nombres están inscritos en el cielo."
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: "Te doy gracias,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios
y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha
parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo,
sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere
revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven
lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo
que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron."
Homilía
Temas de las lecturas: El que os mandó las desgracias os mandará el gozo * El
Señor escucha a los pobres. * Estad alegres porque vuestros nombres están
inscritos en el cielo
1. La otra cara de la contrición
1.1 Todavía se oyen por ahí reparos en contra del arrepentimiento. Me explico:
"arrepentimiento" se asocia muy fuertemente a veces con "sentimiento de culpa", y
esta "culpa" se asocia con pérdida de autoestima, tendencia al autocastigo, baja
general del ánimo y de las fuerzas, tendencia a la depresión y la amargura... y así
sucesivamente.
1.2 Hay que admitir que no le falta razón a esta crítica. Cuando el arrepentimiento
se concentra en lo que NOSOTROS hicimos mal, indudablemente tiende hacia la
desesperación y el suicidio. ¡Pero ese no es el arrepentimiento que predica la Biblia,
y eso nos lo recuerda la primera lectura de hoy!
1.3 La mejor imagen que he encontrado para describir el arrepentimiento que lleva
a la vida, que es el único que le interesa a la Biblia, es hablar de un encuentro. Un
encuentro de dos verdades: mi verdad de pecador y la verdad del Dios perdonador.
Quedarme en mi verdad de pecador es quedarme en la mitad de la verdad, y eso
en realidad es una mentira.
1.4 Por eso, insistamos: arrepentirse es abrirse al plan que Dios tiene para
conmigo. Es reconocer en dónde estoy... para encontrar por fin hacia dónde voy,
como dice Baruc: "Así como un día se empeñaron en alejarse de Dios, así
vuélvanse ahora a él y búsquenlo con mucho mayor empeño; pues el que les
mandó todas estas desgracias les dará también con su salvación la eterna alegría".
2. ¿Hay que alegrarse de vencer al diablo?
2.1 Un conocido predicador laico católico gusta de usar expresiones vigorosas en
sus pláticas. Dice por ejemplo, cuando mucha gente entra en alabanza gozosa a
Dios, que "el demonio ha sido apaleado", y lo dice con evidente gusto. ¿Es esto
bueno?
2.2 Digamos, ante todo, mirando al evangelio de hoy, que es perfectamente
explicable. Aún más: es muy "humano". Es como sentir que por fin alguien (y ese
"Alguien" es Dios) pone en su sitio al que nos hacía y pretende seguir haciéndonos
tanto daño. Pero tal sentimiento de "revancha" quizá no es lo mejor para un
cristiano, y por eso Jesús nos enseña a situar nuestra alegría no tanto en el hecho
de que el demonio "pierda" su presa, que éramos nosotros, sino en que Dios
"gane"a sus hijos, que somos nosotros.
2.3 Aprender a alegrarse por la acogida que Dios nos da es aprender a tener los
sentimientos de Dios, por decirlo de algún modo, y eso nos hace mayor bien que el
simple constatar la derrota del diablo.