Master·evangeli.net
Día litúrgico: Domingo XXVIII (C) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Lc 17,11-19): Un día, sucedió que, de camino a Jerusalén,
Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo,
salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y,
levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al
verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban,
quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en
alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias (…).
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos del Papa
Francisco) (Città del Vaticano, Vaticano)
El “Dios cercano”
Hoy nuestro Dios es un Dios que se aproxima. Un Dios que se hace cercano. Un
Dios que empezó a caminar con su pueblo y luego se hizo uno de su pueblo, en
Jesucristo, para hacerse cercano.
Pero no con una cercanía metafísica, sino con esa cercanía que describe Lucas
cuando va a curar a la hija de Jairo, que la gente lo apretujaba hasta sofocarlo
mientras la pobre anciana de atrás le quería tocar el borde del manto. Con esa
cercanía que dio ánimo a esos diez leprosos para pedirle que los limpiara… Nadie
quería perder esa cercanía. Él curaba, hacía el bien. San Pedro lo afirma: “Pas￳
haciendo el bien y sanando”. Jesús no hizo proselitismo: ¡acompa￱￳! Y las
conversiones que lograba eran precisamente por esa actitud suya de acompañar,
enseñar, escuchar.
—El “Dios cercano”, el Dios que pone a su pueblo en situaci￳n de encuentro. Y con
esa cercanía crea esa cultura del encuentro que nos hace hermanos, nos hace hijos,
y no socios de una ONG.
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org