EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
jueves 17 Octubre 2013
Jueves de la vigésima octava semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Romanos 3,21-30.
Pero ahora, sin la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley
y los Profetas:
la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen. Porque no hay
ninguna distinción:
todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,
pero son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención
cumplida en Cristo Jesús.
El fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre,
gracias a la fe. De esa manera, Dios ha querido mostrar su justicia:
en el tiempo de la paciencia divina, pasando por alto los pecados cometidos
anteriormente, y en el tiempo presente, siendo justo y justificado a los que creen
en Jesús.
¿Qué derecho hay entonces para gloriarse? Ninguna. Pero, ¿en virtud de qué ley se
excluye ese derecho? ¿Por la ley de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Porque nosotros estimamos que el hombre es justificando por la fe, sin las obras de
la Ley.
¿Acaso Dios es solamente el Dios de los judíos? ¿No lo es también de los paganos?
Evidentemente que sí,
porque no hay más que un solo Dios, que justifica por medio de la fe tanto a los
judíos circuncidados como a los paganos incircuncisos.
Salmo 130(129),1-2.3-4.5-6.
Desde el abismo clamo a ti, Señor,
¡Señor, escucha mi voz!
que tus oídos pongan atención
al clamor de mis súplicas!
Señor, si no te olvidas de las faltas,
Adonai, ¿quién podrá subsistir?
Pero de ti procede el perdón, y así se te venera.
Espero, Señor, mi alma espera,
confío en tu palabra;
mi alma cuenta con el Señor,
más que con la aurora el centinela.
Evangelio según San Lucas 11,47-54:
¡ Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus
mismos padres han matado!
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron
y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán
y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha
sido derramada desde la creación del mundo:
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el
altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de
todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la
ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden".
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo,
exigiéndole respuesta sobre muchas cosas
y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.
Comentario del Evangelio por :
Gregorio de Narek (c.944-c.1010), monje y poeta armenio
El Libro de oraciones, n°77; SC 78 (trad. SC p. 414 rev.)
“Los maestros de la ley y los fariseos comenzaron a acosarlo y tenderle
trampas."
Con un temblor lleno de alegría, deseo decir algo sobre los sufrimientos que Tú has
padecido por mí, ¡Tú que eres el Dios de todos!
En pié ante un tribunal de hombres que tu mismo has creado,
con una naturaleza como la mía,
Tú no has replicado, Tú que das el habla a los hombres;
Tú no has levantado la voz, Tú que has creado la lengua;
Tú no has gritado, Tú, ante quien tiembla la tierra;...
Tú no has increpado a los que Te conducían a los tormentos de la muerte;
Tú no has puesto resistencia cuando te ataron las manos;
y cuando Te abofetearon, Tú no mostraste indignación;
Cuando Te cubrían de salivazos, Tú no proferías injurias;
y cuando Te golpearon, resistías sin desfallecer;
cuando se burlaban de Ti, Tú no montaste en cólera,
y cuando te vapuleaban, Tu rostro se mantenía sereno.
Lejos de darte un respiro, oh fuente de toda vida,
Te prepararon, para cargártelo, el instrumento de la muerte.
Tú lo recibiste con magnanimidad,
lo cargaste sobre tus espaldas en silencio,
lo llevaste con paciencia;
Tú te cargaste, como si fueras un culpable,
el leño del dolor."
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”