XXIX Semana del Tiempo Ordinario (Año Impar)
Miércoles
Lecturas bíblicas
a.- Rm. 6, 12-18: Ya no estáis bajo la Ley sino bajo la gracia.
b.- Lc. 12, 39-48: Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá.
En el evangelio, el Señor Jesús, nos habla de la vigilancia y la fidelidad desde otra
perspectiva, la del criado, que sabiendo que su señor regresará, no lo espera, sino
que maltrata a los otros criados a su cargo. Pedro introduce la preocupación, que
como pastor le cabe a él, y a los demás discípulos, a la hora de ser responsables de
la comunidad eclesial. La distinción, que hace entre ellos y el pueblo, apunta a
asumir la posición que tienen en ella y la responsabilidad, ante la venida del Señor
(cfr. 1 Pe. 5,1-4). La responsabilidad del siervo consiste en ser fiel y sensato;
fidelidad a la voluntad de su Señor, él es sólo administrador, y la sensatez, porque
no debe olvidar que su señor, puede venir en cualquier momento. Si obra en
conciencia, el señor le felicitará, hasta llegar a encomendarle todos sus bienes, pero
de lo contrario, será castigado severamente. Interpretada la parábola: los apóstoles
son los administradores, de los misterios de Dios, en el administrador se busca que
este sea fiel (cfr. Lc. 11,52; 1Cor. 4,1; 1 Cor. 4,2). Lo importante, es saber que los
administradores, no olviden que deben dar cuenta a la llegada del Señor Jesús. La
tardanza, no debe ser motivo de ceder a la tentación de creer que el Señor Jesús
no volverá, como pueden pensar algunos, al contrario, todo cristiano mantiene la
esperanza viva en su venida a nosotros en gloria y majestad, para juzgar nuestras
obras. A los apóstoles y responsables se les ha confiado más, por lo tanto, más se
les exigirá, pero también, su castigo será mayor, si no obra de acuerdo a la fe.
Todos los dones recibidos son nuestro capital, hay que trabajarlos confiando en
Dios.
La Santa Madre Teresa es consciente de los dones recibidos en su vida cristiana y
carmelitana por eso los trabajó hasta el final y recogió una gran cosecha a la espera
del Esposo de su alma. “A los que ama más, da estos dones más” (CV 32,7).