EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
lunes 21 Octubre 2013
Lunes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Romanos 4,20-25.
El no dudó de la promesa de Dios, por falta de fe, sino al contrario, fortalecido por
esa fe, glorificó a Dios,
plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.
Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación.
Pero cuando dice la Escritura: Dios tuvo en cuenta su fe, no se refiere únicamente a
Abraham, sino también a nosotros,
que tenemos fe en aquel que resucitó a nuestro Señor Jesús,
el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.
Evangelio según San Lucas 12,13-21.
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la
herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre
ustedes?".
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la
abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían
producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi
cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más
grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años;
descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo
que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de
Dios".
Comentario del Evangelio por :
Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul
Discursos ascéticos, 1ª serie, nº 38
“Esta misma noche te pedirán cuenta de tu vida”
Señor, hazme digno de menospreciar mi vida para obtener la vida que está en ti.
En este mundo, la vida se parece a los que se sirven de unas letras para escribir
alguna carta. Cuando se quiere, se añade, se quita o se cambia de palabra. Pero la
vida del mundo futuro se parece a lo que hay escrito en los libros sellados con el
sello real sin la menor falta, donde nada hay que añadir y donde nada falta.
Mientras estamos en este mundo cambiante, estemos atentos a nosotros mismos.
Mientras tengamos poder sobre el manuscrito de nuestra vida, sobre lo que hemos
escrito con nuestras propias manos, esforcémonos para añadir lo que hacemos bien
y borremos los defectos de nuestra primitiva conducta. Mientras estamos en este
mundo Dios no pone su sello ni sobre el bien ni sobre mal. No lo hace hasta el
momento de nuestro éxodo, cuando se termina nuestra obra, en el momento de
nuestra partida.
Tal como lo ha dicho san Efrén, es preciso considerar que nuestra alma se
parece a una nave a punto de viajar, pero que no sabe cuando vendrá el viento, y
también se parece a un ejército, que no sabe cuando va a sonar la trompeta que
anuncia el combate. Si dice esto de una nave o de un ejército que esperan un
determinado momento que puede no llegar nunca, ¿cuánto más conveniente es
que nos preparemos para la llegada repentina de este día, en que será echado el
puente y se abra la puerta del mundo nuevo? Que Cristo, mediador de nuestra
vida, nos conceda estar a punto.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”