EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 12,39-48:
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no
dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora
menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para
todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá
al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los
servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la
misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y
no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos
severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió
mucho, se le reclamará mucho más.
Comentario del Evangelio por:
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
“Algo bello para Dios”, p. 73
“Dichoso aquel que cuando llegue su dueño, lo encuentre en su trabajo”
Señor muy amado, haz que pueda verte hoy y cada día en la persona de tus
enfermos y, cuidándolos, servirte. Si te escondes bajo la figura desagradable del
colérico, del descontento, del arrogante, haces que todavía pueda reconocerte y
decir: "Jesús, tú mi paciente, qué dulce es servirte".
Señor, dame esta fe que ve con claridad, y entonces mi tarea jamás será
monótona, siempre me brotará la alegría cuando me preste a los caprichos y
responda a los deseos de todos los pobres que sufren…
Mi Dios, ya que eres mi Jesús paciente, dígnate ser también para mí un Jesús de
paciencia, indulgente con mis faltas y que tiene en cuenta la intención, porque es
quererte y servirte, querer y servir a cada uno de tus enfermos. Señor, aumenta mi
fe (Lc 17,5), bendice mis esfuerzos y mi tarea, ahora y para siempre.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”