EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
viernes 25 Octubre 2013
Viernes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Romanos 7,18-25a.
Porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de
hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que
reside en mí.
De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me
presenta el mal.
Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón
y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a
la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.
Salmo 119(118),66.68.76.77.93.94.
Enséñame el buen sentido y el saber,
pues tengo fe en tus mandamientos.
Tú que eres bueno y bienhechor,
enséñame tus preceptos.
Que tu gracia me asista y me consuele,
conforme a tu palabra dada a tu siervo.
Que venga a mí tu ternura y me dé vida,
porque mis delicias son tu Ley.
Jamás olvidaré tus ordenanzas
pues por ellas me haces revivir.
Tuyo soy, sálvame,
ya que he buscado tus ordenanzas.
Evangelio según San Lucas 12,54-59.
Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente,
ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo
entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un
acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez
te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".
Comentario del Evangelio por :
Concilio Vaticano II
Gaudium et Spes, 1,4,10
Interpretar el tiempo presente
Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro
tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y
esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay
verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad
cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el
Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena
nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima
y realmente solidaria del genero humano y de su historia… Por ello, el Concilio
Vaticano II, tras haber profundizado en el misterio de la Iglesia, se dirige ahora no
sólo a los hijos de la Iglesia católica y a cuantos invocan a Cristo, sino a todos los
hombres…
Para cumplir esta misión es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los
signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que,
acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes
interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida
futura… Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus
esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático…
Afectados por tan compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos
difícilmente llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con
exactitud al mismo tiempo con los nuevos descubrimientos. La inquietud los
atormenta, y se preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución
del mundo. El curso de la historia presente en un desafío al hombre que le obliga a
responder.
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su
fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación…
Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla
en su Señor y Maestro.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”