EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 03 Noviembre 2013
Trigésimo primero Domingo del tiempo ordinario C
Libro de la Sabiduría 11,22-26.12,1-2.
El mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la
balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra.
Tú te compadeces de todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los
pecados de los hombres para que ellos se conviertan.
Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si
hubieras odiado algo, no lo habrías creado.
¿Cómo podría subsistir una cosa si tú no quisieras? ¿Cómo se conservaría si no la
hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todos, ya que todo es tuyo, Señor que amas la vida,
porque tu espíritu incorruptible está en todas las cosas.
Por eso reprendes poco a poco a los que caen, y los amonestas recordándoles sus
pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor.
Salmo 145(144),1-2.8-9.10-11.13.14.
Te celebro, oh Rey mi Dios,
y bendigo tu nombre para siempre.
Deseo bendecirte cada día,
alabaré tu Nombre para siempre.
El Señor es ternura y compasión,
paciente y lleno de amor.
El Señor es bondad para con todos,
sus ternuras están en todas sus obras.
Te den gracias, Señor, todas tus obras,
te bendigan tus amigos;
que hablen de la gloria de tu reino
y anuncien tus hazañas,
Tu reino es reino por todos los siglos,
y tu imperio por todas las edades.
Fiel es el Señor en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus obras.
Sostiene el Señor a todos los que caen,
a los que están encorvados endereza.
Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,11-12.2,1-2.
Pensando en esto, rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga
dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen
propósito y toda acción inspirada en la fe.
Así el nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él,
conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, les
rogamos, hermanos,
que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o
por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya
ha llegado.
Evangelio según San Lucas 19,1-10.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos.
El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de
baja estatura.
Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar
por allí.
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque
hoy tengo que alojarme en tu casa".
Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un
pecador".
Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes
a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más".
Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este
hombre es un hijo de Abraham,
porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".
Comentario del Evangelio por :
Pablo VI, papa de 1963 a 1978
Audiencia general, 26 de agosto 1970
“Zaqueo quería ver Jesús”
Hoy en día los hombres tienden a no buscar a Dios… Lo buscan todo, menos a Dios.
Dios ha muerto, dicen; no nos ocupemos de eso más Pero Dios no murió; para
tantos hombres de hoy, está perdido. ¿Entonces, no valdría la pena buscarlo?
Lo buscamos todo: lo que es nuevo y lo que es antiguo; lo que es difícil y lo que es
inútil; lo que es bueno y lo que es malo. Podríamos decir que esta búsqueda es lo
que caracteriza la vida moderna. ¿Por qué no buscar a Dios? ¿No es un "valor" que
merece nuestra búsqueda? ¿No es una realidad que requiere un conocimiento
mejor que el puramente nominal de uso general?
¿No es mejor que la de ciertas expresiones religiosas supersticiosas y
extravagantes que debemos o bien rechazar porque son falsas o bien purificar
porque son imperfectas? ¿No es mejor que la que ya se considera informada y
olvida que Dios es un misterio indecible, que conocer Dios es para nosotros una
cuestión de vida, de vida eterna? (Cf Jn 17,3)
¿Dios no es, como se dice, un "problema" que nos interesa personalmente, que
pone en juego nuestro pensamiento, nuestra conciencia, nuestro destino, e
inevitablemente, un día, nuestro encuentro personal con Él? ¿Y no será que Dios se
ha escondido para que tengamos que buscarlo, por un camino apasionante que
para nosotros es decisivo? ¿Y si es el mismo Dios el que nos busca?
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”