Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 32, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Si lograron averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no
encontraron a su Dueño? * El cielo proclama la gloria de Dios. * El día que se
manifieste el Hijo del hombre
Textos para este día:
Sabiduría 13,1-9:
Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron
incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista,
y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al
fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las
lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los
creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la
belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es
quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por
analogía el que les dio el ser.
Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados,
buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las
exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera
éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de
averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?
Salmo 18:
El cielo proclama la gloria de Dios, / el firmamento pregona la obra de sus manos: /
el día al día le pasa el mensaje, / la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra
alcanza su pregón / y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.
Lucas 17,26-37:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como sucedió en los días de Noé, así
será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta
el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo
mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre
del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del
hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje
por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El
que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo
esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo
dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejaran."
Ellos le preguntaron: "¿Dónde, Señor?" Él contestó: "Donde se reúnen los buitres,
allí está el cuerpo."
Homilía
Temas de las lecturas: Si lograron averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no
encontraron a su Dueño? * El cielo proclama la gloria de Dios. * El día que se
manifieste el Hijo del hombre
1. Reconocer al Autor por sus Obras
1.1 La primera lectura de hoy presenta el tema antiguo y profundo de la revelación
de Dios en su Creación. El tono tiene algo de polémica, pero no pretende en
realidad convertirse en un manual para convertir ateos (o mejor dicho, en este
contexto, idólatras). Si lo miramos bien, de lo que se trata es de ponderar la huella
maravillosa que Dios ha dejado en sus obras, para que así también aprendamos a
ir, de la sabiduría que descubrimos en las cosas creadas, hacia la sabiduría
increada.
1.2 El texto, si miramos, se balancea entre la indulgencia y el reproche con aquellos
que no logran encontrar a Dios en medio de la belleza y el esplendor de sus obras.
Es interesante a este respecto escuchar lo que predica con entusiasmo contagioso
un joven católico, que firma JRBZ. Lo que sigue en este número viene de esa fuente
lozana.
1.2 En la sociedad en que vivimos hoy, todo es tan apurado que en el correr de la
vida nos hemos olvidado de fascinarnos con los regalos tan maravillosos que Dios
nos da a diario. Algunas veces nos despertamos en la mañana y no valoramos el
hecho de tener vida y poder levantarnos y que debemos de agradecerle eso a
nuestro Padre; lo que hacemos en cambio es levantarnos a prisa y cumplir con la
rutina de siempre la cual la hacemos de manera casi mecánica.
1.3 En nuestro trajín diario salimos de casa a toda prisa para llegar al trabajo o a
nuestros estudios, y no vemos lo alegre que está la mañana, no apreciamos lo
maravilloso de un día soleado de verano, el cual hasta en la ciudad se manifiesta, o
tal vez nos quejamos porque amaneció lloviendo y quisiéramos ojalá quedarnos en
casa bajo nuestras cobijas, se nos olvida la felicidad tan grande que sienten los
campos, cultivos y la naturaleza en general por la lluvia que les regala su Creador.
1.4 Volvemos a casa y ni conversamos con nuestros familiares sino que pasamos
directo al televisor, sin saber que afuera nos estamos perdiendo una noche
esplendorosa.
1.5 Con el tiempo hemos olvidado maravillarnos ante espectáculos tan bellos como
una arco iris, la luna llena, un paisaje una noche de estrellas o un atardecer, todo
eso y más son cosas que pasamos por alto, volvemos a casa en la tarde y no
alzamos la mirada ni un instante para contemplar el atardecer o alguien nos cuenta
que hubo un arco iris y ni nos importa.
1.6 ¿Será que nos hemos vuelto tan aburridos que ya nada nos sorprende o
maravilla? Deberíamos aprender de los niños que en su afán de andar descubriendo
todo, se sorprenden con cualquier cosa que ven, les hace gracia un pajarito, el mar,
la luna, hasta una mariposa, en cambio para los jóvenes y los adultos todo eso son
cosas sin valor, y ya no percibimos que Dios ha dejado su huella en cada uno de
esos pequeños detalles que a diario nos rodean, tal vez buscamos que Dios se
manifieste en cosas sobrenaturales que nos asombran al estilo del cine de
Hollywood, y Él en cambio nos dice "aquí estoy" en este sol que te calienta, en esta
lluvia que te moja, en el poderoso sonido de las olas del mar, en la majestuosidad
del cielo en la noche, no sé ustedes pero para mi es fascinante contemplar el cielo
nocturno en una noche sin luna ojalá en una zona sin alumbrado y poder ver la
infinidad de estrellas y astros que se ven en el firmamento ¡cuantas estrellas
fugaces! Se pueden ver en una noche, y sentarnos a pensar en cuantas maravillas
ha hecho el Señor, tantas que son incontables, al verlas uno piensa ¿cómo no creer
en Dios? Cuando vemos la inmensidad del cosmos, un bebe recién nacido, una
plantita multicolor llena de flores o hasta una hormiguita.
1.7 Como jóvenes no perdamos ese valor tan importante que en su inocencia
tienen los niños: el de sorprendernos por las cosas ordinarias en las que Dios a
diario nos dice: "Yo estoy aquí". ¡Maravíllate de lo ordinario! Dale gracias a Dios en
todo tiempo y lugar por las maravillas que te da.
2. Los que no atendieron los avisos
2.1 Estamos llegando al final del tiempo litúrgico llamado "ordinario" y una de las
señales es la abundancia de referencias al final de los tiempos y la consumación de
la historia. Esto conlleva una serie de advertencias que son útiles no sólo para esta
parte del año sino para toda nuestra vida: sobriedad, vigilancia, oración continua,
trato respetuoso con el prójimo, sentido práctico y realista de las obras de la
caridad cristiana.
2.2 Hoy aparece un aspecto más que pertenece a este mismo grupo de
exhortaciones. Necesitamos escuchar y acoger las moniciones que Dios nos da. El
ejemplo gráfico, por así decirlo, es lo acontecido en tiempos de Noé. Aquellos
contemporáneos de Noé pensaban que "como nunca pasa, ahora tampoco pasará".
2.3 Detrás de esa actitud hay una falsa confianza en los ritmos y fuerzas de la
naturaleza, por una parte, pero también hay un concepto errado del ser del mundo.
El mundo creado no es un fin de sí mismo y por ello no está destinado a girar sobre
sus propios ciclos eternamente. Pertenece al proyecto de Dios sobre el mundo que
todas las cosas sean renovadas en Cristo, y por ello cualquier mirada al mundo
como un eterno ciclo que no alcanza nada distinto de sí es fundamentalmente
anticristiana. O dicho de otro modo, cualquier concepción de un "eterno retorno", a
la manera de Nietzsche, yerra en su raíz en su modo de mirar a lo creado.
2.4 ¿Y cómo aplicar todo esto a nuestra vida? Hay prácticas cristianas muy
concretas que nos ayudan a acoger con seriedad y profundidad la voz de Dios en
nuestra vida: desde el examen de conciencia diario hasta los retiros espirituales
una o dos veces al año. Además de ello, podemos tomar como moniciones a
nosotros muchas de las cosas que son noticia en el mundo. "Ha sucedido un
atentado terrorista: podría ser yo una de las víctimas. ¿Cómo estoy viviendo?".
Otro ejemplo: "un amigo mío enferma y le veo en actitud depresiva y colmado de
amargura; ¿cuál es mi actitud frente al dolor y cómo ejercito en la práctica la virtud
de la paciencia?". El Espíritu Santo nos enseñará muchos otros modos de crecer en
la virtud de un oído más fino para permanecer en sintonía con el Creador.