EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 17 Noviembre 2013
Trigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario C
Libro de Malaquías 3,19-20.
Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que
hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los
ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama.
Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la
salud en sus rayos, y saldrán brincando como terneros bien alimentados.
Salmo 98(97),5-6.7-8.
¡Canten con la cítara al Señor,
con la cítara y al son de la salmodia,
al son de la trompeta y del cuerno
aclamen el paso del Rey, el Señor!
¡Rujan el mar y todo lo que contiene,
el mundo y todos los que lo habitan!
Aplaudan los ríos y los montes
griten de alegría delante del Señor,
porque ya viene, porque ya viene a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos según su derecho.
Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 3,7-12.
Porque ustedes ya saben cómo deben seguir nuestro ejemplo. Cuando estábamos
entre ustedes, no vivíamos como holgazanes,
y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al contrario, trabajábamos duramente,
día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga para ninguno de ustedes.
Aunque teníamos el derecho de proceder de otra manera, queríamos darles un
ejemplo para imitar.
En aquella ocasión les impusimos esta regla: el que no quiera trabajar, que no
coma.
Ahora, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente,
no haciendo nada y entrometiéndose en todo.
A estos les mandamos y los exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajen en paz
para ganarse su pan.
Evangelio según San Lucas 21,5-19.
Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas
piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo
será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de
que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se
presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'.
No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que
esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también
fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las
sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de
mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,
porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus
adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y
amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Comentario del Evangelio por:
San Patricio (c. 385-c. 461), monje misionero, obispo
Confesión, 34-38 ; SC 249
Tendréis ocasión de dar testimonio
Incansablemente doy gracias a mi Dios, que me conservó fiel el día de la tentación,
de modo que hoy con confianza le ofrezco en sacrificio, como hostia viviente, mi
alma a Cristo mi Señor, quien me protegió de todas mis angustias. Por eso puedo
decir: ¿Quién soy yo, Señor ?... ¿De dónde a mí esta sabiduría, que no estaba en
mí, que ni el número de los días sabía, ni conocía a Dios? ¿De dónde me vino luego
este don tan grande y tan salvador de conocer a Dios y amarlo, hasta dejar mi
patria y a mis parientes… de modo que vine a los gentiles irlandeses a predicar el
Evangelio y a sufrir los insultos de los incrédulos… y a sufrir muchas persecuciones
hasta las cadenas y a dar mi libertad para utilidad de otros?
y, si llego a ser digno, estoy pronto incluso a dar mi vida, sin vacilación y con
agrado, por su nombre; y deseo dedicársela hasta la muerte, si Dios me lo
concede.
Y estoy muy en deuda con Dios, que me dio una gracia tan grande; a saber, que
por mí, muchos pueblos renacieran en Dios y luego fueran confirmados; me
concedió también que pudiera ordenar por todas partes, ministros para este pueblo
que ha recibido recientemente la fe, este pueblo que el Señor adquirió de los
extremos de la tierra como antes había prometido por sus profetas: “Vendrán a ti
pueblos de los extremos de la tierra…;y de nuevo: te puse como luz entre los
pueblos, para que seas salvación hasta el confín de la tierra”.
(Referencias Bíblicas : Sal. 94,9; Rm 12,1; 2S 7,18; Mt 13,54; Sal. 38,5; 2Tm 2,9;
Lc 1,70; Jr 16,19; Is 49,6; Hch. 13,47)
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”