Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 34, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: No se encontró a ninguno como Daniel, Ananías, Misael y
Azarías * A ti gloria y alabanza por los siglos. * Vio una viuda pobre que echaba dos
reales
Textos para este día:
Daniel 1,1-6.8-20:
El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, llegó a Jerusalén
Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la asedió. El Señor entregó en su poder a
Joaquín de Judá y todo el ajuar que quedaba en el templo; se los llevó a Senaar, y
el ajuar del templo lo metió en el tesoro del templo de su dios.
El rey ordenó a Aspenaz, jefe de eunucos, seleccionar algunos israelitas de sangre
real y de la nobleza, jóvenes, perfectamente sanos, de buen tipo, bien formados en
la sabiduría, cultos e inteligentes, y aptos para servir en palacio, y ordenó que les
enseñasen la lengua y literatura caldeas. Cada día el rey les pasaría una ración de
comida y de vino de la mesa real. Su educación duraría tres años, al cabo de los
cuales, pasarían a servir al rey. Entre ellos, había unos judíos: Daniel, Ananías,
Misael y Azarías.
Daniel hizo propósito de no contaminarse con los manjares y el vino de la mesa
real, y pidió al jefe de eunucos que lo dispensase de aquella contaminación. El jefe
de eunucos, movido por Dios, se compadeció de Daniel y le dijo: "Tengo miedo al
rey, mi señor, que os ha asignado la ración de comida y bebida; si os ve más flacos
que vuestros compañeros, me juego la cabeza." Daniel dijo al guardia que el jefe
de los eunucos había designado para cuidarlo a él, a Ananías, a Misael y a Azarías:
"Haz una prueba con nosotros durante diez días: que nos den legumbres para
comer y agua para beber. Compara después nuestro aspecto con el de los jóvenes
que comen de la mesa real y trátanos luego según el resultado." Aceptó la
propuesta e hizo la prueba durante diez días. Al acabar, tenían mejor aspecto y
estaban más gordos que los jóvenes que comían de la mesa real. Así que les retiró
la ración de comida y de vino y les dio legumbres. Dios les concedió a los cuatro un
conocimiento profundo de todos los libros del saber. Daniel sabía además
interpretar visiones y sueños.
Al cumplirse el plazo señalado por el rey, el jefe de eunucos se los presentó a
Nabucodonosor. Después de conversar con ellos, el rey no encontró ninguno como
Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y los tomó a su servicio. Y en todas las
cuestiones y problemas que el rey les proponía, lo hacían diez veces mejor que
todos los magos y adivinos de todo el reino.
Daniel 3,52-56:
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, / bendito tu nombre santo y glorioso.
R.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R.
Bendito eres sobre el trono de tu reino. R.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines / sondeas los abismos. R.
Bendito eres en la bóveda del cielo. R.
Lucas 21,1-4:
En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el
arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo:
"Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han
echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que
tenía para vivir."
Homilía
Temas de las lecturas: No se encontró a ninguno como Daniel, Ananías, Misael y
Azarías * A ti gloria y alabanza por los siglos. * Vio una viuda pobre que echaba dos
reales
1. Una actitud valiente
1.1 La primera lectura de hoy nos presenta un momento muy duro de confrontación
de un pequeño grupo de fervorosos jóvenes fieles a Dios. De su combate y de su
victoria podemos aprender mucho nosotros.
1.2 Es importante que captemos el tamaño del desafío que enfrentan estos
muchachos. Las circunstancias son adversas en grado sumo, por la altanería del
poder al que se ven sometidos y por la falta de las seguridades a las que estaban
acostumbrados. Miremos cómo y por qué.
1.3 Las seguridades usuales para los judíos eran su tierra, su rey, su templo, su
alianza. De esas cuatro, las tres primeras han caído en el tiempo al que alude el
relato de hoy. Están fuera de su tierra, no tienen rey, el templo está profanado y en
ruinas. Sin embargo, ellos creen en el vigor de la alianza, que según entienden se
expresa en la ley de Moisés, y por eso se aferran a esa ley sin descuidar las cosas
pequeñas, como es el caso con las prohibiciones de alimentos.
1.4 De este modo, aunque muchas cosas habían sido pero ya no eran, ellos no se
quedan lamentando lo perdido sino que dan fuerza a lo que está vigente. Su visión
se concentra en lo que tienen ahora y pueden hacer ahora, de cara a un futuro
mejor y más cerca de ese Dios que parece escondido. Esa actitud puede servirnos
mucho y muy a menudo a nosotros.
2. Cómo Valora Dios
2.1 El evangelio de hoy, por su parte, nos ayuda a descubrir un aspecto bello y
profundo de la mirada divina: cómo valora Dios las cosas.
2.2 Un modo de interpretar el texto de hoy es desde las matemáticas: no interesa
la CANTIDAD sino la PROPORCIÓN.
2.3 Si lo que da es, o parece, mucho, pero es poco en proporción a lo que podrías
dar, los ojos de Dios consideran eso en realidad como poco, porque, según la
expresión de Cristo hoy, has dado "de lo que sobra"; si, en cambio, lo que das
parece poco, pero es una proporción muy grande de lo que podías dar, cual sucedió
a esta viuda de hoy, entonces eso es mucho a los ojos de Dios .