EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 08 Diciembre 2013
Segundo Domingo de Adviento A
Libro de Isaías 11,1-10.
En aquel día, saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces.
Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor
-y lo inspirará el temor del Señor-. El no juzgará según las apariencias ni decidirá
por lo que oiga decir:
juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país;
herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al
malvado.
La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.
El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero
y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá;
la vaca y la osa vivirán en companía, sus crías se recostarán juntas, y el león
comerá paja lo mismo que el buey.
El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora,
meterá la mano el niño apenas destetado.
No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del
Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la
buscarán y la gloria será su morada.
Salmo 72(71),1-2.7-8.12-13.17.
Oh Dios, comunica al rey tu juicio,
y tu justicia a ese hijo de rey,
para que juzgue a tu pueblo con justicia
y a tus pobres en los juicios que reclaman.
Florecerá en sus días la justicia,
y una gran paz hasta el fin de las lunas.
Pues domina del uno al otro Mar,
del Río hasta el confín de las tierras.
Pues librará al mendigo que a él clama,
al pequeño que de nadie tiene apoyo;
él se apiada del débil y del pobre,
él salvará la vida de los pobres;
Que su nombre permanezca para siempre,
y perdure por siempre bajo el sol.
En él serán benditas todas las razas de la tierra,
le desearán felicidad todas las naciones.
Carta de San Pablo a los Romanos 15,4-9.
Hermanos:
Todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a
fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la
esperanza.
Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos
sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús,
para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro
Señor Jesucristo.
Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de
Dios.
Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la
fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres,
y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la
Escritura cuando dice: Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en
honor de tu Nombre.
Evangelio según San Mateo 3,1-12.
En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea:
"Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".
A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen
el camino del Señor, allanen sus senderos.
Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba
con langostas y miel silvestre.
La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su
encuentro,
y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les
dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?
Produzcan el fruto de una sincera conversión,
y no se contenten con decir: 'Tenemos por padre a Abraham'. Porque yo les digo
que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham.
El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto
será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí
es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los
bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y
quemará la paja en un fuego inextinguible".
Comentario del Evangelio por :
Papa Francisco
Encíclica “Lumen fidei”, §20-21 (trad. © Libreria Editrice Vaticana)
“Él os bautizará con el Espíritu Santo”
La nueva lógica de la fe está centrada en Cristo. La fe en Cristo nos salva porque en
él la vida se abre radicalmente a un Amor que nos precede y nos transforma desde
dentro, que obra en nosotros y con nosotros… Cristo ha bajado a la tierra y ha
resucitado de entre los muertos; con su encarnación y resurrección, el Hijo de Dios
ha abrazado todo el camino del hombre y habita en nuestros corazones mediante el
Espíritu santo. La fe sabe que Dios se ha hecho muy cercano a nosotros, que Cristo
se nos ha dado como un gran don que nos transforma interiormente, que habita en
nosotros, y así nos da la luz que ilumina el origen y el final de la vida, el arco
completo del camino humano.
Así podemos entender la novedad que aporta la fe. El creyente es transformado
por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su
existencia se dilata más allá de sí mismo. Por eso, san Pablo puede afirmar: “No
soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20), y exhortar: “Que Cristo
habite por la fe en vuestros corazones” (Ef 3,17). En la fe, el “yo” del creyente se
ensancha para ser habitado por Otro, para vivir en Otro, y así su vida se hace más
grande en el Amor. En esto consiste la acción propia del Espíritu Santo. El cristiano
puede tener los ojos de Jesús, sus sentimientos, su condición filial, porque se le
hace partícipe de su Amor, que es el Espíritu. Y en este Amor se recibe en cierto
modo la visión propia de Jesús. Sin esta conformación en el Amor, sin la presencia
del Espíritu que lo infunde en nuestros corazones (cf. Rm 5,5), es imposible
confesar a Jesús como Señor (cf. 1 Co 12,3).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”