IV Domingo de Adviento, Ciclo A
María, madre de la esperanza
La Palabra: “María esperaba un hijo…; su nombre será Emmanuel, que significa
Dios-con-nosotros” (evangelio). “Los cubanos nos hemos encontrado siempre
juntos, sin distinción de razas, clases y opiniones, en un mismo camino, el camino
que nos lleva al Cobre” (Carta Pastoral).
1. Los obispos llaman la atención sobre:
La necesidad de erradicar la pobreza “tan extendida en nuestro país”, incluso en
grupos sociales que no deberían sufrirla. Y recuerdan que “Cuba tiene una tradición
histórica de recuperación y unos cimientos científico-técnicos sobre los cuales
pueden edificarse las reformas que el país necesita”. Insisten, como lo hicieron en
su carta “El amor todo lo espera” en que, “más que medidas coyunturales de
emergencia, se hace imprescindible un proyecto económico de contornos definidos,
capaz de inspirar y movilizar las energías de todo el pueblo”.
“Desde hace algún tiempo han surgido incipientes espacios de debate y discusión
en diferentes instancias y ambientes” donde aparecen distintas visiones sobre los
cambios necesarios en Cuba. “Esto indica que Cuba está llamada a ser una sociedad
plural, siendo la suma de muchas realidades cubanas o, en otras palabras, Cuba es
la nación de todos los cubanos, con sus diferencias y aspiraciones […]. Debe haber
derecho a la diversidad con respecto al pensamiento, a la creatividad, a la
búsqueda de la verdad. De la diversidad surge la necesidad del diálogo”.
2. Aunque son conscientes de las dificultades, los obispos creen que “la mejor
herencia que podemos dejar a la generaciones futuras es, precisamente, trabajar
por un mundo mejor”. Y exhortando a las generaciones jóvenes, traen las palabras
alentadoras del Papa Francisco: “Dejen que Dios y su Palabra entren en su vida;
dejen entrar la simiente de la Palabra de Dios, dejen que germine, dejen que
crezca”. Según el evangelio de hoy Jesucristo es Emmanuel “Dios-con nosotros”. Si
esto es verdad, en nuestras manos está construir un futuro mejor.
3. Los obispos terminan con un deseo: “Pedimos a la Virgen de la Caridad, Nuestra
Madre de El Cobre, colme los anhelos y esperanza de todos los cubanos”.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net