SANTA MISA
Solemnidad de la Epifanía del Señor
6 de Enero
Levántate. Brilla, Jerusalén, que llega tu luz. La gloria del Señor amanece
sobre ti”.
Nos acercamos al final de este tiempo de la Navidad. Celebra hoy la Iglesia la
Epifanía del Señor, la fiesta de los Magos.
El que Mateo hubiese creado esta escena nada rebajaría de su contenido
teológico universalista. El amor de Dios que celebramos este año, el amor de Dios
Padre expresado en la parábola del hijo pródigo, nada pierde por el hecho de que
este hijo no haya existido nunca. Sin embargo, el evangelista es claro. Nos habla de
varios, habla en plural, nos habla de los regalos…Quedarse en los nombres o
empeñarse en que es una tradición que aparece en el siglo VII o siglo IX y
desmontar la hermosura de esta escena por unos nombres sería de ignorantes por
nuestra parte. Tampoco parece que sea muy importante conocer el nombre y los
números. Mayor importancia tiene conocer con exactitud qué les puso en camino,
qué esperanzas habría en el corazón de aquellos hombres para emprender tamaña
aventura. El Oriente era todo aquello que estaba más allá del Jordán; para un judío
eso era el Oriente. Con lo cual, suponía, como el mismo viaje de Abraham, el
desalojarse, el salir de casa, para ir al encuentro. Y aquellos sí que sabían a lo que
iban. Las preguntas que hacen a Herodes, las preguntas que hacen cuando llegan a
Belén, nos hacen entender que buscaban al Señor.
Vieran, pues, los Magos una estrella especial, o simplemente dedujeran de sus
estudios del horóscopo que algo grande había ocurrido en el mundo, lo cierto es
que nos tenemos que quedar con este hecho: los Magos se ponen en camino para
adorar a este recién nacido. Y esto nos demuestra que sus almas estaban llenas de
esperanza, lo que tanto falta en el mundo.
Esto es lo sustancial del problema. A la misma hora que en Belén y Jerusalén
nadie se enteraba de lo que acababa de suceder, del nacimiento del Mesías, unos
hombres, guiados por signos oscuros, se lanzaban a la absurda empresa de
buscarle. Eran ya almas que estaban en camino. Desde el momento en que salen
de sus casas, desde el momento en que salen de sí, están en camino, están en
espera. Mientras el mundo dormía – afirma José Luis Martín Descalzo 1 el corazón
de estos Magos ya caminaba, ya avizoraba el mundo, ya interpretaba algo más que
unas estrellas, el nacimiento del Salvador. Nunca ningún humano emprendió
aventura más loca que la de estos tres buscadores. Porque si en el cielo se
encendió una estrella, fue, en todo caso, una estrella muda. ¿Cómo pudieron
entender aquellos Magos, aquellos hombres, que la estrella hablaba de un niño
esperado? ¿Cómo tuvieron el valor de abandonar sus casas, su comodidad, para
lanzarse a la locura de buscar a ese Niño en que soñaban? La locura de Dios se
hace con hombres que esperan en Él mismo; no que esperan en sí mismos, sino
que esperan en Él mismo .
Ayer se podía leer en la prensa cómo las autoridades chinas en esta Navidad,
en la Navidad de 1998, habían torturado a un sacerdote católico con abusos
sexuales. Es lo mismo de siempre. Es lo único que saben hacer. La agencia semanal
Fides para la Congregación para la Evangelización de los pueblos publicaba estas
torturas que había sufrido un sacerdote de 31 años de edad, que trabajaba en la
clandestinidad.
“Ha sido sometido – dice la nota de prensa– a tortura física y psicológica por una
unidad especial compuesta por hombres y mujeres” .
Cuando vieron que la fe era indestructible y ya estábamos en los albores de este
siglo, entonces metieron la electricidad para que los hombres y las mujeres,
sacerdotes y seglares, que eran seguidores del Señor, de la estrella, del recién
nacido, sucumbieran por falta psicológica.
Enseguida recordé a un sacerdote jesuita que precisamente en una Navidad
lejana, en la Navidad del año 47, a los pocos meses de ser ordenado, también fue
arrestado en Albania, con la acusación de agitación y de propaganda contra el
gobierno. Escribe él en su diario: ”La noche de Navidad de ese a￱o –¿cómo podré
olvidarla?– me sacaron de mi casa, me encerraron en la cárcel, me llevaron
después de tenerme encerrado a otro cuarto de baño en el segundo piso de la
prisión, me obligaron a desvestirme, me colgaron con una cuerda que pasaba bajo
1 Vida y misterio de Jesús de Nazaret I . José Luis Martín Descalzo
las axilas, y, desnudo y sin tocar el suelo apenas con la punta de los pies, sentí que
mi cuerpo se desfallecía. El frío fue subiendo poco a poco por el cuerpo y cuando
lleg￳ al pecho pensé que se me paraba el coraz￳n” .
Herodes sigue existiendo en esta Navidad, en China. Como en tantos otros
lugares los cristianos, como los Magos, como el Niño Jesús por encima de todo,
siguen siendo perseguidos. Los totalitarios se complacen en decir que el
cristianismo es enemigo del Estado, lo cual es una forma eufemística de decir que
es enemigo suyo. Herodes fue el primer totalitario que se dio cuenta de esto.
Comprendió que un niño –que un niño recién nacido–, comprendió que Cristo era
enemigo suyo incluso antes de que pudiera cumplir dos años, antes de que pudiera
decir cualquier palabra del Evangelio. ¿Era posible que un niño nacido en un lugar
escondido, en una cueva, hiciera temblar a los poderosos y a los reyes?
Metámonos de nuevo en la escena de Belén. Allí María y José –dice el
Evangelista-, en una casa. Seguramente se fueron marchando poco a poco todos
aquellos que iban a empadronarse. Y debieron mudar el establo por una casa. Así lo
afirma el evangelista. ¿Acaso la realidad que nos encontramos en este día no es
nuestra propia realidad? Somos nosotros los que pertenecemos –como ha dicho la
segunda lectura– a esa gentilidad, al pueblo de los gentiles, los que hemos recibido
la llamada, el anuncio.
La locura evangélica se vive así; en persecución muchas veces, en la entrega. Y
si no, dando nuestra vida, en nuestra propia casa, con los nuestros, arrodillándonos
ante un Dios que acepta un pesebre por trono. Tampoco María –seguro– durmió
bien aquella noche. Se sentiría feliz al ver que lo anunciado por Simeón comenzaba
a cumplirse: su Hijo empezaba a ser luz para las gentes. Pero seguro que tuvo
miedo de tanta alegría. Algo le decía que aquella misma noche iba a conocer el
cruel sabor del filo de la espada. “Y a ti una espada te traspasará el alma” .
Que le pidamos hoy al Señor por todas las necesidades del mundo entero; por
todos aquellos que necesitamos seguir convirtiéndonos, salir de nosotros. Seguir a
la estrella no es más que encontrarse con Dios; no es más que salir de nuestra casa
para postrarnos ante el Señor. Que así nos sea concedido.