Lectio Divina: IV Domingo de Adviento, Ciclo A
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
LA PALABRA HOY: 7, 10-14; Salmo 23; Romanos 1, 1-7; Mateo 1, 18-25
Ambientación para todo el adviento: Camino de papel con cuatro velas a lo
largo de él. Al iniciar la celebración se pone un cartel con la frase: “Dios está con
nosotros” y se enciende la cuarta vela.
Cantos sugeridos: Santa María de la Esperanza; La Virgen sueña caminos.
Ambientación
En Jesús se cumplen las Escrituras de modo definitivo: la señal de que Dios salva a
su pueblo es que su mismo Hijo nace de María, trayéndonos una salvación que es
presencia cercana. Pero… ¿sabremos reconocerlo?
Clave de lectura:
En este 4º de Adviento el evangelio de san Mateo narra cómo sucedió el nacimiento
de Jesús situándose desde el punto de vista de san José.
El Hijo de Dios, realizando una antigua profecía (cf. Is 7, 14), se hace hombre en el
seno de una virgen, y ese misterio manifiesta a la vez el amor, la sabiduría y el
poder de Dios a favor de la humanidad herida por el pecado.
San José se presenta como hombre «justo» (Mt 1, 19), fiel a la ley de Dios,
disponible a cumplir su voluntad.
A pesar de haber experimentado turbación, José actúa «como le había ordenado el
ángel del Señor», seguro de hacer lo que debía.
Oración inicial
José, el justo,
tú el hombre de Dios,
el que te dejabas conducir por el Espíritu,
el que aceptaste y asumiste
el proyecto de Dios para ti,
te pedimos que intercedas por nosotros,
para que como Tú tengamos la docilidad
y apertura que tuviste,
para saber decirle al Señor: SÍ,
así como lo hiciste Tú.
Por eso, ayúdanos,
a que en esta Navidad,
le abramos el corazón al Señor,
y dejemos que Él ocupe el centro
de nuestra vida,
siendo Él todo para nosotros,
como lo fue para ti.
Ayúdanos a estar disponibles
y ser dóciles, como lo fuiste tú.
AMÉN
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Mateo 1, 18-25
Motivación: Este cuarto domingo de Adviento, nos presenta el relato de la
anunciación a José. Es un pasaje lleno de dignidad y nobleza de un hombre que se
vio superado por la situación que vivía María. En ese momento fue la acción del
Señor que le ayudó a encontrar y vivir su voluntad. Escuchemos
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Qué personajes aparecen en este relato?
¿Cuáles son los tres nombres o “títulos” que se le da al hijo de María en este
relato? ¿Qué alcance tiene cada uno? ¿Qué significa cada uno?
¿Cómo se lo describe a José? ¿Cómo reacciona cuando se entera de que
María está embarazada?
¿Qué le dice el ángel a José? ¿Cómo obra a partir de ese momento?
¿Cuál es la profecía que se cumple según el texto? De acuerdo al nombre que
se ha de poner al niño, ¿cuál va a ser la misión de Jesús?
Otros textos bíblicos para confrontar: Lc 2,1-7; Is 7,14; Deut 22,23-24; Mt
25,1.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: En Jesús, el Emmanuel, Dios se hace entrañablemente próximo. Y el
cumplimiento de sus promesas desborda todas nuestras expectativas. Con un
corazón sorprendido por la ternura de Dios, estamos llamados a acoger su venida
entre nosotros.
Jesús”, “Emmanuel” son los nombres de este niño. ¿Qué dicen de Dios y de
su enviado? ¿Es así el Dios que experimento en mi vida?
José no comprende fácilmente, pero experimenta la presencia de Dios. ¿Se
reconocer a Dios en mi vida cuando cambia mis planes?
¿Qué da a entender el hecho que José no quiso denunciar a María y que
resolvió separarse en secreto (Mt 1,19)?, ¿por qué piensa hacer eso?, ¿qué
indica con eso?, ¿qué nos revela de su persona?
¿Qué me llama la atención del comportamiento de José? ¿Cómo puede
iluminar hoy mi misión?
¿Qué motivos de esperanza hace nacer en mi vida la cercanía de la Navidad
considerando todos los acontecimientos de este año?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: El Señor nos invita hoy a renovar nuestro compromiso y nuestra
esperanza, para lo que no hay mejor inicio que implorar en la oración su venida ya
cercana.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra
oración (o todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo. (Salmo 23)
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: La Encarnación hace a Cristo pobre entre los pobres. Se convierte en
uno de ellos. Por eso este misterio es grande en sí mismo y grande en sus
consecuencias. Actualmente somos nosotros los continuadores de Cristo, que vino a
anunciar la Buena Noticia a los pobres:
“Cuando sirvan a los pobres de esta forma, serán verdaderas Hijas de la Caridad,
esto es, Hijas de Dios, e imitarán a Jesucristo; porque hermanas mías, ¿cómo
servía él a los pobres? Los servía corporal y espiritualmente, iba de una parte a
otra, curaba a los enfermos, y les daba el dinero que tenía, y los instruía en su
salvación. ¡Qué felicidad, hijas mías, que Dios les haya escogido para continuar el
ejercicio de su Hijo en la tierra! (IX, 73)
A los misioneros les dice: “¿No nos sentiremos felices nosotros por estar en la
Misión con el mismo fin que comprometió a Dios hacerse hombre?” (XI, 33-34)
¿Qué puedo hacer para que mi relación con el Señor sea una relación de
confianza, de docilidad y de apertura, como lo vivió José?
Oración final
¡Ven esperanza y salvación de los pueblos,
Ven a salvarnos, Señor y Dios nuestro!
Tú has querido tomar nuestra carne,
el color de nuestro pueblo,
los caminos de nuestros padres,
la esperanza de nuestros hijos…
Como María, también nosotros queremos
hacer de nuestro y de nuestra vida
el lugar de tu habitación en este mundo.
Ven y sálvanos,
y nosotros continuaremos llevando
tu nombre a nuestros hermanos.
Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org