"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en
ella proviene del Espíritu Santo”
Mt 1, 18-24
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.MARÍA, PROMETIDA DE JOSÉ, SE HALLA ENCINTA POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
El evangelista nos describe el anuncio del nacimiento de Jesús, por el ángel del Señor a José, hijo de
David. María, prometida de José, se halla encinta por obra del Espíritu Santo. Mientras José piensa
abandonarla en secreto, respetando con veneración silenciosa un hecho misterioso, el ángel le revela
en sueños el plan de Dios: María dará a luz al Salvador esperado. José, que era un hombre justo,
acoge con fe y sencillez el designio de Dios, lleva consigo a María, reconoce legalmente al hijo, le
transmite todos los derechos como descendiente davídico e imponiendo a Jesús el nombre que
califica su misión, cumple la voluntad divina. Aunque no por línea de sangre, Jesús es descendiente
de David, como demuestra Mateo citando el texto de Is 7,14: “ La Virgen concebirá y dará a luz un
hijo, a quien pondrán el nombre de Emanuel”.
Dios, para realizar su designio de amor y salvación se sirve de hombres que veneran su voluntad, con
frecuencia misteriosa. José es uno de estos que, con fe y humilde obediencia, vive una vida
escondida, pero colabora con Dios para llevar adelante la historia de salvación. En el hijo de María y
José a punto de nacer Dios se manifiesta como el Emmanuel, es decir “Dios con nosotros”
Se debe destacar, a fin de entender de mejor forma este fragmento del evangelio, que la celebración
del matrimonio entre los Judíos se hace en dos etapas, o dos actos esponsales o desposorios, estos
suponen de antemano un compromiso real, de tal forma que al prometido desde ese momento ya lo
llamaban esposo y no era factible quedar libre de este compromiso si no era por repudio.
2.SAN JOSÉ ERA EL ESPOSO LEGÍTIMO DE MARÍA
Con todo, san José era el esposo legítimo de María, y ella esperaba un hijo que no era como
consecuencia de la relación conyugal con su esposa. El matrimonio de José con María, tenía una
misión importante, ser padre del hijo de María, José es un "justo" elegido por Dios para esta misión
El origen de Jesús como Cristo fue así: estando desposada María, su madre, con José, antes de que
conviviesen, se halló encinta por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, siendo justo y no
queriendo denunciarla (o revelarlo), resolvió separarse secretamente (Mt 1,18-19).
María no le dice a José lo ocurrido en ella, no interfiere en los planes de Dios para con José y así
espera que Dios envíe un ángel para revelarle su designio sobre ella, y sobre él.
Sin embargo José, en silencio sufre las dudas, pero aguarda la intervención de Dios, sabiendo que el
embarazo de María se debe a la acción del Espíritu Santo, José decide "apartarse ante el misterio".
José, comprendiendo que Dios está actuando, decide no interferir en el designio de Dios con María.
Por ello decide apartarse de María en secreto.
José, es justo, pero no ante la ley de su pueblo, es ante Dios, aceptando totalmente su voluntad, es
así como le lleva alejarse de María en secreto, el no revela el misterio de la concepción virginal del
Hijo de Dios en María.
3.FRENTE AL MISTERIO DIVINO, JOSÉ HA SABIDO MANTENER EL TONO JUSTO.
José, no se dejó llevar por sentimientos humanos. No puede comprender lo que percibe en María y
no quiere penetrar el misterio. Más bien se retira aparte, con tímida y respetuosa veneración,
abandonándose a la voluntad de Dios y dejando en sus manos todo lo demás. Pero en cuanto
comprende cuál es la voluntad divina, no duda un instante ni opone dificultades, en seguida lleva a
la práctica lo que el ángel le había mandado . “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu
esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo”
Sólo él, totalmente dispuesto a obedecer al Señor, podrá escuchar su Palabra y colaborar en su obra,
porque sólo sabe obedecer quien sabe escuchar. Y José obedece a la Palabra, la pone en práctica,
declarándose con sus obras dócil instrumento en manos del Altísimo.
José no quiere nada para sí, sólo pretende estar sencillamente a disposición de Dios. Toma consigo a
María, su esposa, pero no para poseerla como esposa, sino para cumplir la voluntad de Dios, para
que ella pueda dar a luz a su Hijo. Pero será él, José, también por obediencia, quien imponga el
nombre al hijo. Ese nombre en torno al cual gira el universo y por cuya voluntad todo ha sido
creado: Jesús, el Mesías.
4.SAN JOSÉ ES UN HOMBRE JUSTO
Es así, como decimos que San José es un hombre Justo, él está convencido de la virtud de María,
aunque al principio se turbo porque no concia el misterio de la Encarnación, entonces entre el
convencimiento de la santidad de María, se encuentra frente a un misterio que no le es fácil de
comprender, y entre eso en un momento decide dejar a María.
No siempre, los Planes de Dios son fáciles de entender y nos pone duras pruebas y grande
tribulaciones, esto es, dificultad o situación adversa o desfavorable causando en nosotros
preocupación, disgusto, pena o sufrimiento moral, pero venidos de Dios, es un medio para nuestra
santificación y nos acercan más a Él, ya que nunca Dios no enviaría una situación difícil o de dolor sin
resultar finalmente o terminar siendo beneficioso para nosotros sus hijos.
San José no conocía el misterio obrado en María, pero Ella si lo conocía, y dejo que Dios mismo
saliera en defensa de su virtud y de esta forma luego sucedió.
San José fue un hombre justo con la justicia de Dios, y esta es la santidad, el confió en Dios, el canto
el Salmo 34, 9, “Dichoso el hombre que se refugia en el Señor”, canto el Salmo 84, 13, “Señor de
universos, feliz el hombre que confía en Ti”
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant