EVANGELIO DEL DIA
Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
lunes 13 Enero 2014
Lunes de la primera semana del tiempo ordinario
Primer Libro de Samuel 1,1-8.
Había un hombre de Ramataim, un sufita de la montaña de Efraím, que se llamaba
Elcaná, hijo de Ierojám, hijo de Eliú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita.
El tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero
Ana no tenía ninguno.
Este hombre subía cada año desde su ciudad, para adorar y ofrecer sacrificios al
Señor en Silo. Allí eran sacerdotes del Señor, Jofni y Pinjás, los dos hijos de Elí.
El día en que Elcaná ofrecía su sacrificio, daba a su esposa Peniná, y a todos sus
hijos e hijas, porciones de la víctima.
Pero a Ana le daba una porción especial, porque la amaba, aunque el Señor la
había hecho estéril.
Su rival la afligía constantemente para humillarla, porque el Señor la había hecho
estéril.
Así sucedía año tras año cada vez que ella subía a la Casa del Señor, la otra la
afligía de la misma manera. Entonces Ana se ponía a llorar y no quería comer.
Pero Elcaná, su marido, le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no quieres comer? ¿Por qué
estás triste? ¿No valgo yo para ti más que diez hijos?".
Salmo 116(115),12-13.14-17.18-19.
¿Cómo le devolveré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa por una salvación
e invocaré el nombre del Señor;
cumpliré mis promesas al Señor
en presencia de todo su pueblo.
Tiene un precio a los ojos del Señor
la muerte de sus fieles:
«¡Mira, Señor, que soy tu servidor,
tu servidor y el hijo de tu esclava:
tú has roto mis cadenas!»
Te ofreceré el sacrificio de acción de gracias
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis promesas al Señor
en presencia de todo su pueblo,
en los atrios de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
¡Aleluya!
Evangelio según San Marcos 1,14-20.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena
Noticia de Dios, diciendo:
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la
Buena Noticia".
Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés,
que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que
estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó,
y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
Comentario del Evangelio por :
San Jerónimo (347-420), sacerdote, traductor de la biblia, doctor de la
Iglesia
Homilía sobre el Evangelio de Marcos, n° 2 A; SC 494 (trad. SC p. 93 rev.)
“El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca”
"Después de la detención de Juan Bautista, Jesús vino a Galilea… ". Según nuestra
interpretación, Juan representa la Ley y Jesús el Evangelio. En efecto, Juan dijo:
"detrás de mi, viene el que es más fuerte que yo" (Mc 1,7), y en otro lugar: "Hace
falta que Él crezca y que yo disminuya" (Jn 3,30): así es como compara la Ley con
Evangelio. Y luego dice: "Yo - es decir la Ley – os bautizo con agua, pero Él - es
decir el Evangelio - os bautizará con el Espíritu Santo" (Mc 1,8). Jesús vino porque
Juan había sido encarcelado. En efecto la Ley es cerrada y encerrada, ya no tiene la
libertad pasada; pero nosotros pasamos de la Ley al Evangelio … "Jesús vino a
Galilea, predicando el Evangelio, la Buena Noticia del Reino de Dios " … Cuando leo
la Ley, los profetas y los salmos, jamás pensé hablar del Reino de los cielos:
solamente en el Evangelio.
Porque solamente cuando vino aquel sobre el que se decía “el Reino de Dios está
entre vosotros" (Lc 17,21) es cuando el Reino de Dios se abre… En efecto, antes de
la llegada del Salvador y la luz del Evangelio, antes de que Cristo abra la puerta del
paraíso al ladrón (Lc 23,43), todas las almas de los santos descendían a la estancia
de los muertos. Jacob mismo dice: " De luto, bajaré al lugar de los muertos " (Gn
37,35)… En la Ley, Abraham está en el descanso de los muertos; en el Evangelio, el
ladrón está en el paraíso. No denigramos a Abraham, todos deseamos reposar en
su seno (Lc 16,23); pero preferimos Cristo a Abraham, el Evangelio a la Ley.
Leemos que después de la resurrección del Cristo, muchos santos aparecieron en la
ciudad santa (Mt 27,53). Nuestro Señor y nuestro Salvador predicó sobre tierra y
predicó también en los infiernos; murió, descendió a los infiernos para liberar las
almas que estaban retenidas allí (1Sal. 3,18s).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”