Lectio Divina: II Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A.
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
LA PALABRA HOY: Isaías 49,3.5-6; Salmo 39; 1 Corintios 1, 1-3; Juan 1, 29-34
Ambientación: Un cirio encendido, símbolo de la presencia de Jesús entre
nosotros. A cada participante se le entrega una vela y un pedazo de papel en
blanco donde anotará su confesión de fe personal en Jesús: ¿Quién es Jesús para
ti?
Cantos sugeridos: Jesús está entre nosotros; Jesús es Señor (Kairoi)
Ambientación
Jesús es el Cordero de Dios sacrificado para nuestra liberación. Él es el Hijo que
ama hacer la voluntad del Padre para manifestar su fidelidad salvadora. También
hoy sentimos la necesidad de seguir invitando a todos los hombres y mujeres a
formar parte del nuevo y definitivo pueblo de Dios convocado por Jesús.
Clave de lectura:
La imagen del Cordero de Dios nos debe recordar a dos momentos de la
Biblia. Primero al Siervo sufriente de Yavé, anunciado por Isaías, que carga con
los pecados de todos y que se sacrifica por todos.
Segundo al cordero que todas las familias judías comían en la noche de
Pascua.
Lo más importante es ver en Jesús a quien se entrega por amor a nosotros,
quien abre un camino que parecía imposible: el del perdón total y sin
condiciones, el del amor, incluso al enemigo, hasta el final.
Oración inicial
Señor Jesús,
Tú el que nos bautizas con Espíritu Santo, que eres el Cordero de Dios,
el que quitas el pecado del mundo,
el que nos das vida con tu vida,
el que has venido a revelarnos al Padre
y a llevarnos a Él,
te pedimos que nos ayudes a conocerte más, a saber quién eres,
y que conociéndote demos testimonio de ti, dándote a conocer como lo hizo Juan
para que viviendo con alegría,
nuestra fe en ti,
busquemos que otros te conozcan y te sigan, para que Tú nos des vida
uniéndonos a ti, para vivir como Tú,
teniendo de ti vida y salvación.
Que así sea.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 1, 29-34
Motivación: Terminado el tiempo de Navidad, pasamos a contemplar el inicio de la
vida pública de Jesús. Con el Señor ha aparecido una gran novedad que viene a
sustituir las realidades antiguas. Escuchemos:
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Qué te sugiere el título “Cordero de Dios”? ¿Cuál será su misión?
¿Por qué Juan insiste tanto en que el Hijo de Dios es Jesús?
¿Qué signos dan testimonio de que en verdad es el Hijo de Dios?
¿Cuál es la diferencia entre el bautismo de Juan y el de Jesús?
Otros textos bíblicos para confrontar: Is. 11,2; Mt. 3,11; Lc. 9,35; 23,35.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Juan Bautista fue descubriendo progresivamente a Jesús como el
enviado de Dios y, a partir de este descubrimiento, encontró su misión. El Espíritu
con el que fuimos bautizados puede iluminarnos y ayudarnos a descubrir quién es
Jesús para nosotros y cuál es nuestra misión.
Juan Bautista confiesa a Jesús como el Cordero, el Hijo de Dios. ¿Quién es
Jesús para ti?
¿ Ha sido importante en tu vida de fe el testimonio de otros? ¿Quién te ha
conducido a Dios con el ejemplo de su vida o con su palabra?
Y como lo he visto doy testimonio. ¿De qué modo das testimonio de Jesús?
El Cordero de Dios simboliza la salvación de Dios. ¿De qué esclavitudes
puede liberar el cordero de Dios hoy a nuestro mundo? ¿Y a ti mismo?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Las experiencias de Dios se asimilan con más fuerza en el silencio de
la oración. Ante la palabra que nos habla hemos de responder; desde la oración,
con nuestra confesión de fe y nuestro testimonio de vida.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra
oración (o todos juntos)
Cada uno de los participantes enciende su vela del cirio y expresa en voz alta
su propia confesión de fe escrita en el papel (respondiendo a la pregunta:
¿Quién es Jesús para mí?) y van colocando las velas en torno al cirio.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: En una carta al P. Portail, su primer compañero, se encuentra este
himno a Jesucristo que muestra con claridad el lugar central que ocupa el Hijo de
Dios en la fe y en la vida de san Vicente:
Acuérdese, Padre, de que vivimos en Jesucristo por la muerte en Jesucristo y que
hemos de morir en Jesucristo por la vida de Jesucristo, y que nuestra vida tiene que
estar oculta en Jesucristo y llena de Jesucristo, y que, para morir como Jesucristo,
hay que vivir como Jesucristo (I, 320).
El Cristo que san Vicente pone en el centro de su fe y de su vida es claramente el
“Misionero del Padre, enviado a los hombres”, y a nosotros nos toca continuar su
misión: El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres.
¿Qué puedo hacer para conocer cada vez más la persona y el mensaje del
Señor Jesús y así vivir como Él, imitándolo y actualizando su mensaje en
nuestra vida?
¿Qué podemos hacer para que el Espíritu Santo transforme nuestra vida y
nos dé la vitalidad y valentía de los primeros cristianos?
Oración final
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo…
bendito y alabado seas por ser el Dios hecho hombre…
bendito y alabado seas por anonadarte para darnos vida…
gloria a ti, por darnos tu vida para que tengamos vida en ti…
todo honor y toda gloria a ti, que siendo Dios,
te hiciste uno de nosotros…
perdón por la dureza de nuestro corazón…
perdón por las veces que ignoramos tu amor y tu misericordia…
ayúdanos a dejarnos transformar por tu Espíritu Santo…
danos la gracia de vivir con alegría nuestra fe en ti…
ayúdanos a dar testimonio de tu amor hacia nosotros…
haz que nuestra fe en ti se manifieste y se exprese en obras…
llénanos de tu gracia y tu amor…
inunda nuestra vida de tu presencia viva…
ven en nuestra ayuda y llévanos a ti…
haz que te busquemos incansablemente…
haz que seas Tú todo para nosotros.
Con permiso de somos.vicencianos.org