III Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Padre Emilio Betancur Múnera
DE LA DEVOCIÓN AL COMPROMISO.
El texto de hoy nos cuenta de paso que ya arrestaron a Juan Bautista; esta fue la
razón para que dentro de Galilea Jesús se desplazara a Cafarnaúm. Un lector
desprevenido puede imaginarse cuál sería el futuro que se le esperaba a Jesús,
teniendo en cuenta lo ocurrido a Juan.
Dejemos las tinieblas.
“Tierra de Zabulón y Neftalí, países humillados por su infidelidad, países de muerte
y exilio, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. Zabulón y
Neftalí se encuentran al oeste y suroeste de Cafarnaúm, atravesada por el camino
que va hacia el mar, vía de los ejércitos de muerte y los mercaderes de esclavos. El
pueblo, pagano y judío, que caminaba en tinieblas, vio una gran luz. Sobre los que
vivían en tierra de sombras una luz resplandeció (Evangelio). Porque tú
quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su
tirano, como en el día de Madián (famosa victoria de Gedeón sobre los madianitas,
célebre porque un puñado de hombres armados solo de luces y trompetas, pero con
mucha fe Israel los hizo huir de sus campos de batalla.).(Primera lectura.)
ACOJAMOS LA LUZ
La llegada de Jesús a Galilea, significa para Mateo, la llegada de la luz a las
tinieblas, “por eso el pueblo, Israel, ha visto una gran luz”; pero también la galilea
de los gentiles dado que Jesús es también Mesías de los paganos. Así la luz de
Jesús y su reino nacen, como signo de universalidad, en una frontera, Israel y el
mundo pagano. De la mano de Jesús vamos bien encaminados a la victoria
definitiva sobre el mal que tendrá lugar con la muerte y resurrección de Jesús,
precisamente en la Galilea de los paganos, territorio nuestro por pertenecer a los
paganos
RETORNAR…
El centro de la misión de Jesús es predicar, no ya como Juan Bautista que es una
voz que grita en el desierto, sino predicar donde haya gente, buscar oyentes.
Vayan, es decir no esperen que vengan como ocurrió en otros tiempos de la
pastoral. “Convertíos” es decir den la vuelta, retornen, cambien de mentalidad,
dejen los camino por donde van ahora, miren las cosas desde otro punto de vista al
que están acostumbrados; por donde van siguen alejándose del Reino, el Reino
puede estar cerca pero no en donde ahora están.
Hoy es válida la primera pregunta que Dios hace al Adán que todos somos: ¿dónde
estás y luego dónde está tu hermano? Para esto llama el señor a sus hermanos,
Pedro, Andrés, Santiago y Juan: ”Síganme” quiere decir asuman conmigo la plena
responsabilidad de las personas, dejando todo a sus espaldas para acoger el reino.
Seguir es una cosa y ser devoto es otra. “Por lo demás, no me envió Cristo a
bautizar, sino a predicar el evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no
hacer ineficaz la cruz de Jesucristo” (Segunda lectura)
Por el bautismo todos estamos llamados a esta conversión para hacer parte del
reino, aunque no es de inmediato. Jesús les dijo: “Los haré…”, falta el seguimiento
a Jesús para aprender de El cómo habría que comprometerse con el Reino en el
servicio a los hermanos.
El papa francisco, como Jesús, no vino a crear emociones sino a llevar la gente a
Jesucristo. En sus gestos humanos hay que descubrir las acciones salvíficas que
significan y a las que llaman esos gestos, repitiéndolos y ampliándolos en la vida
diaria.