PRESENTACIÓN DEL SEÑOR (San Lucas, 2, 22 (DOMINGO IV - A )
María y José, cumpliendo con la Ley, presentan a Jesús en el Templo.
- La movilidad del Calendario Litúrgico ha hecho que este año coincidan
dos Celebraciones en este Domingo: la propia del IV Domingo ordinario y
la de, la Presentación de Jesús en el Templo . Por tratarse de una Fiesta del
Señor, la Presentación del Señor prima sobre el Domingo IV Ordinario .
- En muchos lugares esta Fiesta es conocida como Fiesta de la Candelaria o
de las Candelas por la costumbre popular de encender candelas, la noche
antes, lo que parece tener su origen en que, en su Presentación, Jesús es
proclamado por el anciano Simeón, como Mesías y luz de las naciones”.
¿A que obedecía esta Presentación de Jesús en el Templo?
- Si tenéis la curiosidad de contar los días transcurridos desde el
Nacimiento de Jesús hasta hoy, comprobaréis que son cuarenta. Y María y
José, los padres de Jesús, cumplen fielmente lo que estaba prescrito en la
Ley, tal como nos lo recuerda el Evangelio de San Lucas que hemos leído:
“A los cuarenta días, cuando llegó el tiempo de la Purificación según la
Ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para
presentarlo al Se￱or y para entregar la ofrenda”.
Testimonio divino en esta Presentación de Jesús.
- Y, como en el Nacimiento de Jesús, por designio divino, estuvieron
presentes aquellos pastores que lo aclamaron: “Gloria a Dios en el Cielo…” ,
así también en este momento habría unos mensajeros de Dios, Simeón y
Ana, para que no pasara desapercibida aquella tan especial Presentación:
“Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Sime￳n, hombre justo y
piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba
con el. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la
muerte antes de ver al Mesías del Señor, e impulsado por el Espíritu fue al
Templo. Cuando entraban sus padres con el Niño Jesús.…., Sime￳n lo tomo
en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto ya al
Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar
a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”
- Y después, dirigiéndose a María, le dará un especial mensaje: “Mira, será
como una bandera discutida…, Y a ti una espada te traspasará el alma”.
Así le anunciaba lo que sería una realidad en el Calvario. Guillermo Soto