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Domingo 5A TO: Luz y sal
DIÁLOGOS sobre el Evangelio del Domingo
(especialmente para radio)
“Vds. son la luz del mundo” (Mt 5, 13-16 )
José Martínez de Toda, S.J.
(martodaj@gmail.com)
Moderador/a: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).
El Evangelio del domingo de hoy nos habla de que debemos ser eficientes, influir en
los demás, debemos ser proactivos, que de alguna forma se debe notar nuestra presencia
como cristianos. ¿A qué nos compara Jesús? Escuchemos sus palabras.
Lectura del santo evangelio según San Lucas (Mt 5, 13-16 )
NARRADOR/A En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
JESÚS Vds. son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No
sirve más que para echarla fuera y que la pise la gente.
Vds. son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el
candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así su luz a los hombres para que vean sus buenas obras y den gloria a su Padre que
está en el cielo.
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Pregunta 1 – ¿Cómo ser más eficientes? ¿Cómo influir en los demás?
Estamos en la cultura de la eficiencia.
<Una vez había que romper una viga de hierro muy dura. Y dijo el hacha:
- "Yo haré el trabajo". Y comenzó a golpear con fuerza el hierro, pero a cada
golpe que daba, su filo se iba dañando hasta que quedó sin nada de él.
- "Déjame a mi", dijo la sierra . Y comenzó a trabajar la superficie del hierro
hasta que sus dientes se gastaron y se rompieron. Y se dio por vencida.
- “Ah”, dijo el martillo , “ya sabía yo que no lo iban a conseguir. Mírenme a
mí”. Y después del primer golpe, el martillo voló por el aire y la viga de hierro
seguía igual.
- "¿Me dejan intentarlo?", preguntó tímidamente la llama de fuego .
- "Ni lo intentes", le contestaron el martillo, la sierra y el hacha. "¿Qué puedes
hacer tú?"
Pero la llama rodeó el hierro, lo abrazó, lo calentó y no lo dejó hasta que se fundió
bajo su influencia poderosa. La persistencia de la pequeña llama rompió la viga de hierro.>
(Félix Jiménez, Escolapio)
Así ocurre también con la gota de agua. Una detrás de otra es capaz de perforar una
roca. Y “caen más moscas en una cucharada de miel que en un tonel de vinagre” (S.
Francisco de Sales).
Jesús utiliza otra comparaci￳n: “ Vds. son la sal de la tierra y la luz del mundo
Pregunta 2 – ¿Por qué nos llama Jesús “sal de la tierra".
En esta gran olla, que es nuestro mundo, hay toda clase de ingredientes: droga,
violencia, abuso sexual, explotación, esclavitud, avaricia, escándalos…
Y el Señor nos dice: “ Ustedes son la sal ”.
La sal sirve para preservar los alimentos, la sal es fuente de vida. Da sabor a la
comida, la preserva. La sal no es egoísta, se diluye, no se ve, es simplemente para los demás.
La sal se parece a los lentes en que ambos son pequeños, pero su utilidad es muy
grande.
Esta es nuestra misión: ser sal, dar sabor a esta enorme olla, dar el sabor del bien, del
servicio, de la generosidad, del evangelio, de la cruz de Cristo y de su resurrección; preservar
nuestro ambiente, nuestro barrio, nuestra comunidad para que no se corrompa, para que la
vida florezca, para que la paz y la justicia sean para todos, para que la salvación de Cristo
llegue a todos, para que el mal y el maligno no triunfen.
La sal es la metáfora perfecta para el pueblo de Dios, pues debe actuar como factor
activo de preservación y debe clamar al mundo para que obedezca las indicaciones de Dios.
No podemos aislarnos y dividirnos en grupos, a quienes el mundo no presta atención.
Debemos ser una fuerza organizada y hacernos sentir. Unidos podemos más.
Pregunta 3 – ¿Por qué nos llama Jesús ‘luz del mundo’?
Dios es nuestra luz (1 Jn 1,5). Jesús nos dice: “ Yo soy la luz del mundo
Pero a￱ade que nosotros también somos ‘luz del mundo’, ciertamente no por méritos
propios, sino por la luz que nos da Cristo. Nuestra luz viene de nuestra relación con Cristo.
Nuestra luz no es nuestra, sino es el reflejo de la luz de Jesús. Como la luna, que no tiene luz
propia, sino que refleja la del sol.
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Dios habita en nosotros en la medida en que somos luz para nuestros hermanos; si
andamos en la compañía del Señor, la luz se irradiará.
El tiempo de Jesús en la tierra era limitado, y ésta era demasiado grande para Él como
hombre. Por eso encarga a sus discípulos que iluminen el mundo.
Cristo quiere que cada uno de nosotros sea una luz – unos más pequeños otros más
grandes, pero todos brillando – ¡mil puntos de luz – un cielo estrellado! Si cada cristiano
encendiera su luz, el mundo sería muy diferente. Cristo quiere que vayamos a sembrar e irradiar
luz.
Pregunta 4 – ¿Qué podemos iluminar?
El pueblo, la familia, la educación, la política, la economía, el arte, la ciencia, la
formación de criterios de vida y de acción, la justicia, la libertad...
En la vida humana hay valores importantes por los cuales luchar y comprometernos:
En un mundo de tinieblas estamos llamados a trabajar por el triunfo de la luz, desde
las pequeñas actividades de cada día.
La luz es también símbolo del conocimiento intelectual
No podemos ser invisibles. Dice Jesús:
No se enciende una lámpara para dejarla escondida, sino que se pone sobre el
candelero, para que alumbre a todos los que están en casa ” (v. 15).
Pregunta 5 – ¿Cómo podemos llegar a ser ‘luz del mundo’?
A través del testimonio . Dice Jesús: “ Así alumbre la luz de Ustedes, para que vean sus
buenas obras, y glorifiquen a su Padre que está en los cielos ” (v. 16).
Jesús nos pide no sólo hablar de Él, sino sobre todo dar testimonio, ser testigo de Él, que
vean nuestras buenas obras de servir a los demás.
San Ignacio de Antioquía escribió en una de sus cartas: "Así como el árbol se conoce
por sus frutos, así también los que se llaman cristianos se conocen por lo que hacen .”
El servicio, acompañado del sacrificio, acerca a la gente más a Cristo.
La Madre Teresa de Calcuta es un ejemplo perfecto, pero toda comunidad tiene sus
santos dedicados a servir silenciosa y poderosamente a los necesitados. Los santos, de verdad,
son la luz del mundo.
Pregunta 6 – ¿Cuáles son las fuentes de la luz?
Dios nos ofrece dos fuentes de luz: La Palabra y la Eucaristía. Dice el Salmo 119:
- “Tu Palabra es una lámpara para mis pasos, luz en mi sendero ” (Sal 119, 105).
Y en la Eucaristía podemos encontrar toda la luz que necesitamos para nuestra vida.
Pregunta 7 – ¿Basta con iluminar?
Debemos ser no sólo luz, sino llama que calienta y cambia el mundo,
Debemos ser termostatos, no simplemente termómetros.
<El termómetro refleja sólo la temperatura del ambiente frío o caliente, no influye en
ella. En cambio, el termostato tiene poder, energía. Controla y regula la temperatura. Influye
en su entorno.>
Eso debemos ser nosotros: un fuego que enciende otros fuegos.
Si nos amamos los unos a los otros, nuestro amor se manifestará en obras de caridad.
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Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. Ahí está la Eucaristía,
en la que recibimos la luz por excelencia: Jesús. La luz está íntimamente ligada con la vida: el
parto "es dar a luz”. Jesús se hizo la luz que nos permiti￳ ver al Padre, invitándonos a
nosotros a irradiarlo. Le pedimos a Jesús que nos ayude a ser luz del mundo y sal de la tierra.
FIN
<Este GUIÓN RADIOFÓNICO y el de otros domingos pasados y futuros se hallan en
http://www.homiletica.org/ciclos.htm y en
http://www.jesuitas.org.co/documentos/dominical/JoseMartinez/Archivo.html
Advertencias al Equipo de Locutores :
Conviene que haya un Moderador, que salude al principio, despida y haga las preguntas.
Ellas son respondidas por los otros participantes en el programa. Conviene que haya también un
Encargado de las canciones, para que las tenga listas y las dé al Técnico de sonido de la radio en
el momento oportuno.
El programa puede durar hasta una hora. Aquí se han puesto algunas sugerencias de ideas,
que se pueden abreviar o alargar. Hay muchas preguntas. Elijan las que les parezca mejores. Se
han numerado para facilitar su selección. Conviene que se reúnan antes para orar juntos,
seleccionar y discutir.
Es importante tener mucho cuidado en no simplemente “leer” el Gui￳n, como si fuera un
cuestionario, sino que lo asuma como una guía de conversación. En radio se nota en seguida
cuándo uno está leyendo, y cuándo conversa. Por ejemplo, en la conversación solemos mover las
manos, sobre todo si estamos contando algo importante; el que lee no mueve las manos.