Jueves 06 de Febrero de 2014
Santoral: Pablo Miki
1Reyes 2,1-4.10-12 Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, Salomón, sé
un hombre!
Interleccional: 1Crónicas 29,10-12 Tú eres Señor del universo.
Marcos 6,7-13 Los fue enviando
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el
camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que
llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: Quedaos en la casa
donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os
escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos
salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a
muchos enfermos y los curaban.
Pensemos…
Jesús hace la voluntad el Padre Dios y esa voluntad la realiza con alegría y
con convicción, pero necesita de algunos que le ayuden, es decir, que busca a
algunos (12) en su mayoría pescadores para haceros primero sus discípulos,
alumnos y luego sus apóstoles (Testigos)
Entonces…
No solo los escoge, sino que los envía. Esto quiere decir que les coloca una
misión: de dos en dos y les dio autoridad sobre espíritus inmundos. Lo harán sin
escándalos, sin prebendas o arrogancia. Que lo hagan con simpleza y convicción.
No podían ir solos para representar mejor la comunidad y debían sanar a la
gente y aliviarla de sus sufrimientos. Ya no es solo Jesús, sino todo el grupo va a
anunciar la Buena Nueva de Dios al pueblo. Pero con una novedad sin nada, de
forma pobre y confiando en la hospitalidad de la gente.
Observemos lo que debían observar los misioneros: hospitalidad, comunión
alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y acogerlos. Además, se debía
anunciar con alegría y decisión:“¡El Reino ha llegado!”
Padre Marcelo
@padrerivas