Comentario al evangelio del Lunes 10 de Febrero del 2014
A la paz de Dios:
Iniciamos una nueva semana: embarcados con Jesús. Nuestra vida siempre está llena de inicios. Cada
cosa nueva que empezamos se convierte en oportunidad. También esta nueva semana. Repaso mi
agenda: qué compromisos, qué encuentros, qué personas van a llenar estos días… Y Dios, ¿qué hueco
tiene en mi agenda? Señalo, a bote pronto, dónde están los grandes momentos de esta semana. Pienso:
esta semana por qué será recordada… Ya desde el comienzo la pongo en las manos de Dios.
Vamos con el evangelio: algunos, nos dice, reconocieron a Jesús. En qué le conozco y cómo le
conozco, me pregunto. ¿Tengo experiencia de Él o solo cosas de oídas? Del reconocimiento al
seguimiento. No solo tener noticias, sino caminar a su lado poniendo la vida en juego. En este salto de
calidad (del conocimiento al seguimiento) me juego mi ser creyente. Y como Jesús no me puedo parar,
no me puedo quedar quieto. No se entiende un seguidor de Jesús estancado. El cristianismo es
dinámica, es movimiento.
La gente se enteraba de dónde estaba Jesús (y eso que no había internet). La buena noticia corre de
boca en boca y nadie la detiene. Es buena noticia porque es vida: por eso la cercanía de Jesús oír, tocar,
trae salud.
Me acuerdo de una viñeta de Cortés: qué tal tu marido, pregunta Jesús a una de las vecinas. Pues ahí
va, dice ella. Bueno, dice Jesús, pues que se mejore. Y el caso es que mejoraban todos…
Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano, cmf.
Oscar Romano, cmf