Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 5, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Jeroboán hizo dos becerros de oro * Acuérdate de mí,
Señor, por amor a tu pueblo. * La gente comió hasta quedar satisfecha
Textos para este día:
1 Reyes 12,26-32;13,33-34:
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: "Todavía puede volver el reino
a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el
templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de
Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá." Después de
aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: "¡Ya está bien de
subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!"
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel,
porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos;
puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví.
Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se
celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer
sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las
ermitas que había construido.
Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los
altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los
altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su
destrucción y exterminio de la tierra.
Salmo 105:
Hemos pecado con nuestros padres, / hemos cometido maldades e iniquidades. /
Nuestros padres en Egipto / no comprendieron tus maravillas. R.
En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un ídolo de fundición; / cambiaron su
gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R.
Se olvidaron de Dios, su salvador, / que había hecho prodigios en Egipto, /
maravillas en el país de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R.
Marcos 8,1-10:
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó
a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días
conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a
desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos." Le replicaron
sus discípulos: "¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se
queden satisfechos?" Él les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron:
"Siete." Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció
la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los
sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús
los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar
satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro
mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de
Dalmanuta.
Homilía para leer
Temas de las lecturas: Jeroboán hizo dos becerros de oro * Acuérdate de mí,
Señor, por amor a tu pueblo. * La gente comió hasta quedar satisfecha
1. Parte del poder del demonio es ser paciente
1.1 ¿Te acuerdas cuando, yendo ya de camino por el desierto, el pueblo hebreo
quiso ver a su Dios, y presionó a Aarón para que les hiciera un becerro de oro?
Aarón cedió efectivamente y se organizó una especie de carnaval, según cuenta con
detalle el capítulo 32 del libro del Éxodo. Ese desenfreno lo detuvo con santo celo
Moisés, que quebró las tablas de la ley y tomó medidas drásticas, incluyendo la
destrucción del ídolo.
1.2 Es evidente que detrás de lo del becerro estaba el enemigo de Dios y de todo lo
bueno. Supuestamente el becerro indicaba, en esas culturas, no que ese fuera Dios
sino que era algo así como la cabalgadura de Dios. Pero la ambigüedad condujo a
equívocos y el dios mudo de oro resultaba una invitación a disfrutar de la vida sin
entrar en esas consideraciones complicadas de Moisés, o sea, todo eso de una
alianza y unos preceptos.
1.3 Aquel intento del demonio fracasó pero el demonio, aunque tenga muchos
defectos y pecados también tiene cualidades que usa para el mal, como su
inteligencia y su paciencia. Sí: el demonio es paciente y aguarda al acecho como
nos lo recuerda Pedro en su Primera Carta, capítulo 5, versículo 8.
1.4 Y todo esto viene a la primera lectura de hoy. Finalmente Jeroboam ha logrado
su meta, ya es rey en Israel, y para asegurar estabilidad política quiere evitar que
su gente dependa religiosamente del templo de Jerusalén, que es del Reino del Sur.
Su solución es implantar la idolatría. Armado de becerros de oro se siente fuerte
pero no se da cuenta que está regalándole una sonrisa al demonio y a su paciencia.
2. Lo que puede el amor
2.1 Jesús hace un milagro notable en el evangelio de hoy, pero nuestra atención
hará mejor si no se queda en el milagro, sino que busca el motivo del milagro.
2.2 Hay cosas maravillosas que se hacen por orgullo, por vanidad o por ganar
dinero o fama. Hay gente que busca llamar la atención haciendo cosas difíciles,
extrañas o arriesgadas. Jesús no se asemeja a ellos. Su motivo, la razón de ser de
sus milagros se nos revela hoy: es la compasión. "Siento lástima," dice, e
impulsado por el amor desea no sólo saciar hambre física sino hambre de Dios,
pues al dar pan en el desierto estaba revelando también el poder y al compasión de
Dios, que puede vencer todo obstáculo.
2.3 Es importante notar también que es el amor, ese amor de compasión, el que
finalmente ha logrado abrir caminos para lo imposible. Y eso hay que anotarlo
porque ese mismo amor está disposición de nosotros, y puede y quiere obrar en
nosotros.