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SEPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Lev.19,1-2.17-18: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.
b.- 1Cor. 3, 16-23: Todo es vuestro, vosotros de Dios, Cristo de Dios.
c.- Mt.5, 38-48: Amad a vuestros enemigos.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno: concede a tu pueblo
que la meditación asidua de tu doctrina te enseñe a cumplir, de
palabra y obrar, lo que a ti te complace. Por nuestro Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente” (Mt.
5,38ss).
El evangelio nos habla del amor a los enemigos. La reflexión comienza con la
mención de la “Ley del talión” (cfr. Ex.21, 23-25; Lev. 24,19-20), intento de
frenar, en una sociedad primitiva, la sed de venganza, en el pasado no tenía
límites; en tiempos de Cristo, ya no se aplicaba, y se aplicaban sanciones en
dinero. Se trata de hacerle lo mismo que te ha hecho tu enemigo, sin
embargo, Jesús quiere fijarse en la manera de pensar que hay en el trasfondo
de las tradiciones judías. En esa mentalidad se insiste en el desquite, un una
justicia severa insensible, que nace de un corazón perturbado, malvado. Jesús
muestro otro camino, el de la justicia sobreabundante, con lo que invalida este
principio. A la mentalidad veterotestamentaria, Jesús contrapone, la del amor,
no tomar represalias contra el enemigo. Sus discípulos deben probar la
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humillación, estar dispuestos a sufrir la injusticia que se les hace, prestar los
servicios necesarios. Este principio querido por Jesús, lo ha vivido en su propia
carne cuando: pide explicaciones a quien lo ha herido, sufre la humillación,
pide una espada para defenderse (cfr. Mc. 14, 48; Jn. 18, 23; Lc. 22,23). Sólo
se rompe el poder del mal, cuando se le enfrenta con un amor, paciente, pero
sólido. Jesús, en cambio, eleva este precepto a una categoría universal, más
allá de los límites de Israel, a todo ser humano sin distinción. Pone tres
ejemplos de la vida ordinaria: quien te abofetea, quien quiere pleitear por
quitar el manto y ese que te obliga a caminar una milla (vv.39.40.41). Lo que
pide Jesús es no responder con la misma violencia, es preferible ofrecer la otra
mejilla y así desconcertar, confundir, la ira dela agresor. Es preferible no ir a
juicio por la túnica, y es preferible dejarle también el manto; ofrece el amor
que recibe de Dios Padre, con lo que combate el mal. Los romanos requisaban
personas y animales para servicios públicos, podían obligar a acompañarles
como guías o realizar alguna tarea. La idea es no llenarse de odio, sino ser
amable, venciendo así el mal, acompañándolo otra milla más de lo que pide.
-“Habéis oído que se dijo: Amaras a tu prójimo y odiaras a tu enemigo”
(Mt.5,43).
En el AT, encontramos el precepto de amor al prójimo, restringido eso sí a otro
judío, nada más; la segunda parte, referente al odio al enemigo, no se
encuentra en las Sagradas Escrituras, era en el fondo, una deducción de la
primera: si todos los que no eran del pueblo de Dios eran idólatras, por lo
tanto, paganos, contrarios a Dios, eran considerados enemigos (cfr. Lv.19,
18). No amar al enemigo o no servirle, en la visión de Jesús, es permanecer al
mismo nivel de los publicamos o paganos que se estimaban sólo entre ellos. En
eso no hay nada de extraordinario, por lo tanto, hay que imitar a Dios, que
hace salir el sol para malos y buenos, para todos. Dios Padre no tiene
exclusividades para con ningún pueblo, lo contrario, de lo que pensaban los
judíos. Jesús termina con un mandato solemne: “Vosotros, pues, sed perfectos
como es perfecto vuestro Padre celestial.” (v. 48). Principio envolvente, para
que la vida del hombre y su actividad, este orientada toda hacia Dios.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- El amor define la vida del hombre, el odio lo desfigura, lo mata. Solo el amor
salva y da vida.
- Se trata de vencer al violento o prepotente con la razón y no entrando en su
espiral de maldad. La generosidad vence siempre al ego{ista.
- Amar al pr{ojimo es signo saludable del amor a Dios. Sin ello nuestra fe y
virtudes es pura hipocresía.
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- Sin oraci{on es dficil amar al pr{ojimo que m{as nos cuesta amar. La acción
del Espíritu Santo es fundamental.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 102,1-8.10-13: El Señor es compasivo y misericordioso.
- Bendice, alma mía, al Señor,/ y todo mi ser a su santo nombre./ Bendice,
alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios.
- El perdona todas tus culpas/ y cura todas tus enfermedades;/ el rescata tu
vida de la fosa, / y te colma de gracia y de ternura.
- El Señor es compasivo y misericordioso,/ lento a la ira y rico en clemencia. /
No nos trata como merecen nuestros pecados/ ni nos paga según nuestras
culpas.
- Como dista el oriente del ocaso,/ así aleja de nosotros nuestros delitos; como
un padre siente ternura por sus hijos,/ siente el Señor ternura por sus fieles.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Teresa de Jesús nos enseña que la oración perseverante salva al
hombre de su condición pecadora y Dios lo lleva a puerto de salvación. “Pues
para lo que he tanto contado esto es como he ya dicho para que se vea la
misericordia de Dios y mi ingratitud; lo otro, para que se entienda el gran bien
que hace Dios a un alma que la dispone para tener oración con voluntad,
aunque no esté tan dispuesta como es menester; y cómo si en ella persevera
por pecados y tentaciones y caídas de mil maneras que ponga el demonio en
fin, tengo por cierto la saca el Señor a puerto de salvación, como a lo que
ahora parece me ha sacado a mí. Plega a Su Majestad no me torne yo a
perder.” (V 8 ,4).
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Ta alabamos Padre por amarnos en tu Hijo desde siempre, te alabamos
Señor.
-Te alabamos Padre por querernos como somos siempre en camino de
perfección. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por querernos santos como T{u eres Santo, te alabamos
Señor.
- Otras alabanzas…
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7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por la Iglesia y el Papa Francisco, para que la predicación
de la palabra de la reconciliación llegue hasta los confines del mundo. Te lo
pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por la paz en los países en conflicto para que el dialogo
ayude al progreso de los pueblos. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos por los todos enfermos, los faltos de amor y los que odian para
que se conviertan al amor verdadero de Jesús Crucificado y Resucitado. Te lo
pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz)