Lectio Divina: III Domingo de Cuaresma
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
Señor: dame de ese agua…
LA PALABRA HOY: Éxodo 17,3-7; Salmo 94; Romanos 5,1-2.5-8; Juan 4,5-42
Ambientación: Jarra llena de agua y el lema: “Danos, Señor, el agua viva”
Cantos sugeridos: A las fuentes de agua viva; Un solo Señor
Ambientación
En las aguas del Bautismo fuimos fecundados con la vida divina y fuimos
incorporados al misterio pascual de Cristo. El evangelio de hoy afirma que el
verdadero “don de Dios” es el agua viva del Espíritu que Jesús da a quien se la
pide.
Oración inicial
Oh Cristo, manantial de vida nueva:
Tú ofreces a la humanidad
consumida por la sed,
el agua que sacia y mana de tu costado.
Oh Cristo, roca de salvación
herida por nuestros pecados…
concédenos acercarnos a ti;
concédenos conocer de qué sed
delira nuestra existencia;
concédenos el don abundante
del espíritu generoso
sobre los que caminan hacia ti.
Y podremos también nosotros
llegar a ser fuentes de vida
proclamando con nuestra entera
existencia en el mundo,
la gloria de tu nombre.
Amén.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 4, 5-42
Motivación: Este texto es una hermosa catequesis sobre la fe como
descubrimiento de Cristo, fuente de agua viva; sobre el verdadero culto en espíritu
y verdad; sobre el proceso de conversión de una vida de pecado al testimonio
misionero del Mesías a quien ha encontrado. Escuchemos:
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Quién era la mujer samaritana? ¿Qué características tiene?
¿Con qué dificultades tropieza el diálogo entre Jesús y la samaritana? ¿Se
refieren los dos al mismo tipo de agua? ¿por qué?
¿Qué características tiene el agua que Jesús ofrece?
Mira a la mujer, la manera como se relaciona con el Señor, su reacción ante Él,
lo que dice, sus actitudes, sus mecanismos de autodefensa, sus evasivas, ¿qué
indicaban con eso?
Buscando el agua viva, la samaritana descubre algo más importante. ¿Cómo
evoluciona su visión de Jesús? ¿Qué títulos de Jesús van apareciendo a lo largo
del relato? ¿Qué importancia tiene?
﾿En qué consiste el “don” de Dios?
Otros textos bíblicos para confrontar: 2 Re 17, 29-31; Jn 7,37-39 .
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: La Iglesia ha leído este pasaje en clave bautismal. Nosotros que
hemos bebido en las fuentes del Espíritu, debemos ser para otros dadores del agua
viva, testigos del Evangelio de Jesús.
Si conocieras el don de Dios… ¿Te identificas con el camino de fe que hace la
samaritana? ¿Cómo te ayuda este pasaje a conocer mejor a Jesús?
Yo te daría agua viva… ¿Qué significa para ti que Jesús pueda darte agua viva?
¿Cuál es esa sed que puede saciar tu relación con él?
¿Cuáles son mis evasivas para encontrarme con el Señor?, ¿qué es aquello que
no quiero ver en mi vida o aquello de lo que estoy huyendo?, ¿qué puedo hacer
para encontrarme de corazón a corazón con el Señor?
¿Qué motivos de ilusión y de esperanza para seguir caminando has encontrado
hoy junto al pozo de Jesús?
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Adorar “en espíritu y en verdad” significa acercarnos a Dios como
hijos movidos por su Espíritu para reconocer en su rostro de Padre la verdad de la
que Jesús nos ha hablado. Así, la relación con él no será un culto estéril, sino una
fuente de agua viva que apague nuestra sed.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra
oración (o todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo (Salmo 94).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: En una conferencia a las Hijas de la Caridad sobre el espíritu del
mundo, san Vicente resalta los compromisos que derivan de nuestro bautismo:
“El primero, sumamente urgente y que no tolera ninguna objeción, es que son
cristianas, hermanas mías, y por consiguiente están obligadas a pelear contra el
mundo por las promesas que le han hecho a Dios en su bautismo. No les gustaría
renunciar al sagrado carácter que recibieron en este sacramento y a la gracia de la
fe que entonces les confirieron. Por tanto, hay que mantener las promesas que allí
hicieron; si no, serían ciertamente cristianas, porque el carácter no se puede quitar,
pero no lo serían más que de nombre, porque no realizan las obras. Piensen un
poco en esto, hermanas mías, por favor: “Yo soy cristiana por una gracia
especialísima de Dios. Otras muchas serán condenadas por no haberlo sido aunque
hubieran sido mejores que yo si Dios les hubiese concedido esta misericordia. ¿Voy
a renunciar a lo que prometí a Dios? ᄀQué crimen sería y qué castigo merecería!”.
Sin duda alguna, si entran decididamente en estos sentimientos, conservarán el
espíritu de Dios y destruirán el espíritu del mundo.
Compromiso:
Iniciar el camino de conversión hacia la fuente que es Cristo hacia la fuente que
es Cristo, modificando en ese caminar nuestros falsos valores, egoísmos,
pecados y temores.
Oración final
Tengo miedo a decirte sí, Señor.
Tengo miedo a beber en tu fuente,
¿Dónde me llevarás?
Tengo miedo a firmarte una hoja en blanco.
Tengo miedo a decirte un Sí que reclama otros Sí.
Y no obstante no hallo la paz.
Tengo sed…mucha sed, y tú me ofreces el agua que brota hasta la vida eterna.
Igual que la Samaritana tengo sed, Señor…mucha sed.
Pero estoy bebiendo en fuentes que no me la apagan.
Tengo sed de paz, sed de libertad, sed de felicidad,
Tengo sed de ser amado, valorado, perdonado.
Tengo sed de Ti, Jesús, fuente pura de agua viva…!!
Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org