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QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
(Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Ez. 37, 12-14: Os infundiré mi espíritu y viviréis.
b.- Rm. 8, 8-11: El Espíritu que resucitó a Jesús habita en vosotros.
c.- Jn. 11, 1-45: Yo soy la resurrección y la vida.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos
ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu
Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
c.- Jn. 11, 1-45: Resurrección de Lázaro.
“Había un enfermo, Lázaro de Betania, la aldea de María y su hermana
Marta” (Jn.11, 1ss).
El evangelio nos presenta la resurrección de Lázaro. Sus hermanas envían un
mensaje a Jesús: su amigo Lázaro está enfermo. Le llaman Señor y le señalan
que aquel que ama está enfermo (v.3). Esta enfermedad de su amigo servirá
para dar gloria a Dios y el Hijo del hombre será glorificado, esa enfermedad,
no tiene por fin la muerte de Lázaro (v.4; cfr. Jn.2,11). Sin embargo, Jesús se
queda dos días más donde se encontraba, con lo cual se revela que las
acciones del Maestro no se mueven sólo por motivos humanos, responden a
otra categoría: la gloria de Dios (cfr. Jn.7,39; 8,52-54; 2,1-12; 4,46-54;7,2-
14). Jesús se decide a ir a Judea, los discípulos le recuerdan los conflictos con
los judíos (v.8; Jn. 8,59; 10,31). Jesús recuerda lo crítico de este viaje con las
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imágenes de la luz y las tinieblas, el día y la noche, el ver y estar ciegos. Hay
que permanecer en la luz, aquella que ÉL daba; los discípulos son invitados a
caminar en la luz no a tropezones (vv. 9-10; cfr. 8,12-14). Jesús a Betania,
segunda decisión, a despertar a su amigo Lázaro que duerme, los discípulos
esto entienden en forma literal, porque así se recuperara, mientras el Maestro
habla de la muerte (v.11-14). Por medio de esa muerte los discípulos creerán
en ÉL. El viaje responde a la voluntad del Padre, no a criterios humanos (cfr.
Jn. 4,34; 5,36). Tomás anima a sus compañeros a ir a Judea con Jesús, a
morir con si es necesario con ÉL; mientras Jesús piensa en que con esta
acción, alcancen todos la plenitud de la fe, el discípulo piensa en la muerte
(vv.15-16).
“Y Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no se habría
muerto mi hermano; pero aun ahora sé que lo que pidas a Dios, Dios te
lo dará». Jesús le dice: «Tu hermano resucitará» (Jn.11, 21ss).
Lázaro lleva ya cuatro días enterrado. Marta sale al encuentro de Jesús, lo
reconoce como hacedor de milagros, si hubiera estado con su hermano, este
no habría muerto, sabe que cuanto ÉL pida a Dios se cumplirá (vv.21-22; Jn.
3, 2; 9,31-32). Mientras Jesús le asegura que su hermano resucitará. Marta
confiesa su fe en la resurrección de los muertos al final de los días. “Jesús le
dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera vivirá;
y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?» Le dice: «Sí,
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que iba a venir al
mundo». (v.25-27). Esta auto revelación de Jesús, enseña que la fe puesta en
ÉL da vida ahora y después de la muerte; el creyente vivirá espiritualmente,
aunque muera físicamente. El que cree en ÉL, vive después de la muerte
(vv.26-27;Jn.3,6; 5, 24-25; 28-29; 6, 40.54). Marta confiesa su fe en Jesús, el
Cristo, dentro de las categorías tradicionales judías. María acude a la llamada
de Jesús y se postra ante ÉL, dejando a los judíos en casa que la habían venido
a consolar, repite las palabras de Marta, pero sólo María a Jesús como la
resurrección y la vida, si hubieras estado aquí, su hermano no habría muerto
(v.33), ella refleja la fe auténtica, Marta no llegó a ella en su confesión
(vv.29.32; Jn.11, 21-22.24.27). Jesús se une a las lágrimas por la muerte de
Lázaro y pide ver el lugar donde está enterrado su amigo. La tumba estaba en
una cueva, Marta le advierte los días que lleva muerto, Jesús le recuerda, que
si cree verá la gloria de Dios (v.40), ella pareciera no confiar en el poder de
Jesús sobre la muerte. Jesús ora al Padre en voz alta, para que quienes están
ahí con ÉL crean en que es Dios quien lo envió (vv.41-42). Lázaro sale de la
tumba a la orden de Jesús, atado con las vendas y al sudario (v.44), los
detalles que porta Juan apuntan a la resurrección Jesús (cfr. Jn.20,5-7). Lázaro
es liberado de las ataduras de la muerte que simbolizan las vendas y el
sudario. Muchos de los asistentes creyeron en ÉL, particularmente los que
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estaban con María (v.45). Informado el Sanedrín deciden darle muerte a Jesús.
Caifás profetiza que morirá por la nación, pero también para reunir a todos los
hijos de Dios dispersos (vv.46-54; cfr. Jn.12,31s, Dt.30,3). Será este signo
que señale la hora de Jesús, su levantamiento, su glorificación, el don de su
Espíritu y la reunión de muchos.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Me dice que Jesús es la vida, y por ello resucita a los muertos.
- Lázaro era amigo de Jesús, y por ello, quien está unido a ÉL no conoce la
muerte, vive con ÉL para siempre.
- La fe de Marta, y la de María, nos indican cómo debemos recibir la noticia de
la resurrección de entre los muertos.
- Las obras de Jesús son para dar gloria a Dios, con ello anuncia Jesús su
propia resurrección.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 129, 1-4.6-8: Del Señor viene la misericordia, la redención
copiosa.
- Desde lo hondo a ti grito, Señor;/ Señor, escucha mi voz;/ estén tus oídos
atentos/ a la voz de mi súplica.
- Si llevas cuenta de los delitos, Señor,/ ¿quién podrá resistir?/ Pero de tí
procede el perdón, / y así infundes respeto.
- Mi alma espera en el Señor, / espera en su palabra; / mi alma aguarda al
Señor, / más que el centinela la aurora.
- Porque del Señor viene la misericordia,/ la redención copiosa;/ y él redimirá a
Israel/ de todos sus delitos.
b.- Relectura bíblica que hace Juan de la Cruz, comentado los versos:
“Decidle que adolezco, peno y muero” de la segunda estrofa de Canto
Espiritual, el místico comenta: “ Las hermanas de Lázaro le enviaron a
decir, no que sanase a su hermano, sino que mirase que al que amaba estaba
enfermo: “Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo” (Jn. 11, 3). Y esto
por tres cosas: la primera, porque mejor sabe el Señor lo que nos conviene
que nosotros; la segunda, porque más se compadece el amado viendo la
necesidad del que lo ama y su resignación; la tercera, porque más seguridad
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lleva el alma acerca del amor propio y propiedad en representar la falta que en
pedir lo que a su parecer le falta. Ni más ni menos hace acá ahora el alma
representando sus tres necesidades; y es como si dijera: Decid a mi Amado
que adolezco y él sólo es mi salud, que me dé mi salud, y que pues peno y él
sólo es mi gozo, que me dé mi gozo, y que pues muero y él sólo es mi vida,
que me dé vida” (CB 2,8).
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por darnos a Jesucristo, vida para el hombre, te
alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por mantener la fe en la resurrección de los muertos, te
alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde los enfermos terminales, depresivos, personas con
dificultades, desde ellos y con ellos, te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre desde los que como María acuden a tu llamada y
escuchan tu Palabra, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por el Papa Francisco sus intenciones y magisterio, por la
Iglesia, te lo pedimos Señor
- Te pedimos Padre, por la vida que nos regalas para que la sepamos vivir en
tu servicio. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por la paz y el entendimiento en nuestra Patria. Te lo
pedimos Señor.
- Por pedimos Padre, por todos los bautizados para que el agua vida, la luz y la
vida de Jesucristo anime la vida de todos los cristianos en esta Cuaresma
camino de la Pascua. Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz)