Lectio Divina: Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
Porque se humilló, Dios lo exaltó
LA PALABRA HOY: Mateo 21,1-11; Isaías 50,4-7; Salmo 21; Filipenses 2,6-11;
Mateo 26,14 – 27,66
Ambientación: Una cruz desnuda y sobre ella un cartel: “ᄀHosanna!”
Cantos sugeridos: Hosanna al rey de los cielos; Tú reinarás
Ambientación
Este día acompañamos a Cristo en el camino pascual: gloria y hosanna, sí, pero al
rey que triunfa desde la humildad y el sacrificio total. Poco a poco nos vamos
sumergiendo en el silencio contemplativo del acontecimiento de la Cruz, de donde
surge verdaderamente el canto pascual de la victoria.
Oración inicial
Gloria a ti, Señor Jesús,
el servidor paciente del Padre,
porque con tu cruz gloriosa
inauguras un amor sin fronteras.
Nadie te quita la vida,
sino que tú la entregas voluntariamente
por nosotros y por nuestra salvación.
¡Misterio de amor!
No queremos lavarnos las manos
ni ser meros espectadores
en el drama de tu pasión.
Reconocernos nuestra culpa y pecado.
Tus enemigos creyeron acallar tu voz para siempre,
pero la semilla de tu palabra germina en el corazón del que ama
y del que vive contigo el espíritu de las bienaventuranzas.
Concédenos seguirte incondicionalmente,
mientras anunciamos tu muerte
y proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Mateo 21, 1-11
Motivación: Jesús llega a Jerusalén. En Él se cumplen las promesas hechas al
pueblo de Israel, a toda la humanidad. Cristo, el Hijo de Dios, su Siervo fiel, elige la
humildad, el servicio. Jesús entra en la ciudad montado en un asno. La gente
aclama a Jesucristo. Su encarnación, su entrega, su solidaridad con la persona
humana, su amor hasta la muerte, su vida resucitada, nos traen la Salvación de
Dios. Escuchemos:
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
vv. 2-3: Los preparativos. ¿Qué manda hacer Jesús a sus discípulos? ¿Cuántas
cabalgaduras necesita el Señor para entrar en Jerusalén?
¿Qué indica el hecho que haya sido Jesús quien haya tomado la iniciativa de
entrar Él a Jerusalén montado sobre una burra?
Lee Zac 9,9-10: cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento. ¿Cuáles
son las actitudes del Mesías-rey que viene?
Según Mateo, ¿qué reacciones provocó en la ciudad esta entrada mesiánica?
Otros textos bíblicos para confrontar: Is 62,11; Zac 9,9; 2 Re 9,13; Sal
118,26; Mc 11,1-11; Lc 19,29-40 .
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Entusiasmarse con Jesús es fácil, pues su figura no deja indiferente,
pero ir detrás de él pase lo que pase y mantener la fidelidad cuesta más.
Meditemos sobre la calidad de nuestro seguimiento.
¿Quién es éste? ¿Cómo responderías a esta pregunta a partir de lo que has
contemplado en esta escena? ¿Qué aspectos de la personalidad de Jesús se
resaltan en su entrada triunfal en Jerusalén?
Hosanna al Hijo de David. ¿Te cuesta manifestar públicamente tu fe? ¿Por qué
motivos querrías alabar hoy a Dios que sigue “viniendo a ti”?
Tu Rey viene a ti humilde y sentado en un asno. ¿Qué consecuencias tiene para
tu vida seguir a un Mesías humilde y pacífico como Jesús? ¿Cómo puede
ayudarte a descubrirlas la celebración de la Semana Santa?
Hosanna. En tu historia de seguimiento, ¿han abundado los entusiasmos
pasajeros o la fidelidad constante?
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Nuestra oración de hoy puede moverse entre la alabanza y la
contemplación silenciosa. Jesús viene en nombre del Señor, pero no para
imponerse por la fuerza, sino para entregar su vida como signo del amor más
grande.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra
oración (o todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo (Salmo 21).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente contempla la humildad de Cristo, ve la humildad del
Señor como algo que envuelve toda la vida de Jesús, quien nos dejó como
“monumento” el crucifijo:
“Padres, ﾿qué otra cosa es su vida (la de Jesús) sino una serie de ejercicios de
humildad? Es una humillación continua, activa, pasiva; él la amó tanto que no se
apartó de ella en la tierra; y no sólo la amó mientras vivía, sino incluso después de
su preciosa muerte, ya que nos dejó como un monumento inmortal de las
humillaciones de su persona divina, un Crucifijo, para que lo recordáramos como
criminal y ajusticiado, y quiso que la Iglesia nos lo presentara ante los ojos en ese
estado de ignominia, muerto así por nosotros…” (XI, 485)
Compromiso personal: En la Semana Santa, meditar la Pasión de Jesús según
san Mateo (Mateo 26,14 – 27,66) . En el curso de la lectura, no pensemos sólo
en Jesús, sino también en los millones y millones de seres humanos que hoy
están en las cárceles, torturados, insultados y asesinados.
Oración final
¡Hosanna!, ¡hosanna!
¡Bendito el que viene en el Nombre de Dios!
Que se abran las puertas de los templos,
de las casas, de las escuelas,
de los trabajos, de nuestras mismas vidas
que está llegando ¡el Rey poderoso!,
¡nuestro Rey poderoso y humilde!
¿Quién es este Rey?
¡Es Jesús, nuestro Salvador, Hermano y Amigo!
que ha escuchado nuestras hosannas
y viene a salvarnos y a darnos vida.
Es Jesús, que ha abrazado y bendecido a las niñas y niños,
es Jesús, que ha conversado en público
y que se ha dejado tocar, ungir por la mujer,
es Jesús, que se ha detenido a dar de comer a la multitud,
que ha dado vida a las hijas e hijos y a los amigos;
es Jesús, que ha hecho el bien en el “día de descanso”,
es Jesús, que sigue entrando cada día
para que le abramos nuestra vida
y pueda vivir en ti y en mí,
y en todo ser que lo acepte como:
Jesucristo, el Hijo del Dios viviente.
Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org